Nuevamente ha transcurrido un año desde la última botella disfrutada de este gran vino. ¿Qué me he encontrado?. El corcho permanece en buen estado y ligeramente más impregnado que hace un año.
A la vista mantiene su color y capa. Permanece limpio, brillante y con buena lágrima que con lentitud y parsimonia se desliza por el cáliz de la copa. Ribete granatoso y sin atísbos de notas teja.
En nariz sigue con sus frescas frutas rojas y leves negras del bosque, en sazón. Madera de su crianza en segundo término y muy bien integrada. Leves notas de mineralidad y balsámicas.
En boca es donde mejor se expresa. Le encuentro un poco más domado, muy elegante, muy sedoso, muy frutal, equilibrado, con la madera de su crianza domada e integrada. Es carnoso, con volumen, sabroso, apetecible y fino. Mantiene una fresca acidez que le va a dar más vida, sus taninos están domados. Gratísimo, elegante, aterciopelado y frutal paso de boca. Es un magnífico vino que me da una permanencia de 3,45 minutos.
Casi un año ha transcurrido desde la última cata realizada a este vino. No describo etiqueta, ni botella por haberlo hecho anteriormente. El corcho de calidad se encuentra ligeramente humedecido por la cara que está en contacto con el vino.
A la vista permanece su color rojo picota de capa media alta. Limpio, brillante y con el ribete granate y sin vislumbrar notas terciarias. Con muy buena, abundante, densa y lenta lágriam en su carrera por el cáliz de la copa.
En nariz le encuentro un poco cerrado, necesita un buen trabajo de muñeca y copa. Realizado este, aparecen ricas, frescas y sazonadas frutas rojas. Ligeras negras del bosque y abundantes notas de mineralidad.
En boca muy elegante, equilibrado, mineral, complejo, con volumen, finura y abundante carnosidad. Madera de su crianza relegada a la fruta. Leves ahumados. Mantiene una acidez que invita a beber y beber y que le va a otorgar 2-3 años más de vida en perfecta forma. Muy grato, frutal y elegante paso de boca. Con los taninos domados. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,45 minutos muy satisfactorios.
Vino encerrado en una botella borgoñona que está vestida con una etiqueta de diseño moderno y de un estilo muy propio de la casa. Corcho que la cierra de gran calidad e indicando la añada en ambas caras.
A la vista un color rojo picota y rubí de capa media alta. Limpio y brillante. Muy buena, densa, abundante y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa. Ribete rubí y granatoso.
En nariz frescas, sazonadas y maduras frutas rojas del bosque y leves negras. Elegante madera de su crianza muy bien integrada. Mandan las frutas sobre la madera de su crianza. Notas balsámicas y de mineralidad.
En boca es muy elegante, sedoso, equilibrado, con más volumen que otros años, te llena muy elegante y sedosamente la boca, con abundante fruta, la madera integrada y en segundo plano. Con los taninos domados y manteniendo una elegante acidez que invita a beber y que le va a otorgar 2-3 años más de vida en perfecta forma. Sin aparecer terciarios. Gratísimo, elegante, sedoso y frutal paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,45 minutos.
Un vino que está en su punto óptimo de consumo. Tiene muchísima más vida que la añada del 2010.
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