Puck

Visita al Templo: Excursión de Los Enogatos a la Bodega Pago del Vicario

Excursión de Los Enogatos a la Bodega Pago del Vicario - Domingo 13 de marzo de 2011

Por fin llegó el día.

Las semanas habían pasado muy lentamente, los días más aún, y 24 horas antes llovía a cántaros en todo el centro de la península. Pero nada empañaba nuestra ilusión, los Enogatos nos íbamos de excursión a una bodega por fin, y para dos de nosotros, Danycky y yo, era la primera vez que visitábamos una. Si no quedaba más remedio, veríamos las viñas desde el coche, pero la emoción de visitar el templo donde día a día se obra el milagro de convertir la uva en vino, esa ilusión, no había lluvia que pudiera empañarla.

La mañana amaneció brumosa, no era mala señal pues la niebla suele levantarse. Tres de nosotros viajamos en AVANT a Ciudad Real, no queríamos tener que restringir nuestro disfrute por tener que ponernos tras el volante a la vuelta. Durante el viaje, mientras observábamos esperanzados como el sol se abría paso entre las nubes, bañando de ocre y amarillo la extensa llanura, compartimos vivencias pasadas y emociones anticipadas. Sin darnos cuenta habíamos llegado a Ciudad Real Central, sin que los solomillos de ibérico en salsa, ni la tortilla de patata, ni el viejo queso manchego, que aportaríamos a la posterior comida, hubieran sufrido ningún daño ni incómodo desparrame. Objetivo cumplido: personas, y alimentos llegan a su destino sin novedad.
Desde arriba de las escaleras mecánicas vemos a Samwe entrar a la estación a recogernos ¡Qué bien! ¡Va a empezar la aventura!

Nos montamos en el coche y Samuel nos informa de la primera parada, la Torreblanca, un depósito de agua que hay al final del camino a la“Casita del Pescador" A la entrada del camino nos esperaba Anubis7, y todos juntos llegamos a la torre.

Nos bajamos del coche y obtuvimos la primera vista de las viñas a lo lejos, 130 has. de Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Syrah, Garnacha, Petit Verdot, Merlot, Graciano, Sauvignon Blanc y Chardonnay cobijadas por el pequeño valle que forma el río Guadiana y a su derecha, protegida por los montes de Toledoque se erigían tras ella y bendecida por el frescor del río, se encontraba, en forma de cápsula espacial telescópica, la bodega Pago del Vicario.

A nuestras espaldas, el Embalse del Vicario que da nombre al Pago.

La luz del sol filtrada a través del gris cielo primaveral, templaba los cuerpos y alegraba los espíritus iluminando los campos y las viñas.

Recorremos el camino hacia el edificio de la bodega, el Templo, dibujando el trayecto a través de los viñedos. Se comentan anécdotas, conocimientos y remedios tradicionales para detectar los males que siempre acechan a las viñas, finalmente, traspasamos el muro de entrada y un escalofrío me recorre: hemos llegado.

Mientras esperamos la incorporación de un grupo que se nos adosará a la visita, saludamos a Selecta que estaba alojada en el hotel adyacente a la bodega.

Por fin emprendemos la marcha aunque yo me retraso un poco para tomar una imagen de la característica telescópica del edificio. Les alcanzo cuando ya estamos a punto de entrar, por la misma puerta por la que entra la uva tras ser cosechada, trayecto en el que nunca se emplea más de 30 minutos, manteniendo de esta manera la baja temperatura de la uva que impide una fermentación no deseada, pues al contrario que en otras zonas vinícolas del país que sufren en menor grado los rigores estivales, la uva es vendimiada a primera hora de la mañana y no por la noche, al no bajar el termómetro en La Mancha hasta bien entrada la madrugada.

Entramos en una inmensa sala que por sus dimensiones y diseño, se asemeja a un hangar de aeropuerto, pero que en vez de avionetas, está repleta de inmensos depósitos de acero inoxidable, precedidos de un curioso artefacto de dimensiones medias que resultará ser una moderna despalilladora.

Nuestro guía nos resume la filosofía de la bodega mientras nos va explicando con sencillez y claridad las funciones de toda la maquinaria desplegada ante nuestros ojos, filosofía que no es otra que consolidar su ubicación en un segmento medio del mercado, con vinos de calidad de la Tierra de Castillaque no superen los 20€ por botella, para asegurarse la fidelidad de un cliente exigente pero apocado, en estos tiempos de incertidumbre.

Para ello se han marcado como meta elaborar vinos que den placer y satisfacción a todos los paladares y que se ajusten a todo tipo de ocasiones, creando deliciosos y originales coupages de variedades nacionales y foráneas y diseñando elaboraciones especiales como el blanc de Noir, el rosado de Petit Verdot (¡¡¡¡¡uno de mis rosados favoritos y el culpable de que conociera esta bodega!!!!!!), dulces naturales (sin encabezar)…

Esto se consigue mediante una cuidada planificación que aúna por un lado, la calidad de la materia prima, utilizándose únicamente uva propia, y valiéndose de la más avanzada tecnología para tratar este tesoro con mimo, cuidando de que no pierda ni un ápice de su calidad y potencial por una errónea o descuidada manipulación, y por el otro, el control y la supervisión de un competente y experto equipo humano: desde las ágiles manos que hacen una primera limpieza de la uva, a la dirección experta de la enóloga, Susana López Mendiondo, que proyecta y controla todo el proceso de elaboración, culminando y terminando de dar forma a esta preciosa aventura.
Antes de pasar a las barricas llegamos al depósito 42, y parados frente a él esperamos con respeto a que nos llegue el turno de probar su contenido: zumo de uva Merlot ya fermentado,cosecha 2010. La fermentación se realiza sin mezclar las variedades de uva, separación que se mantiene durante la crianza en barrica para luego procederse al ensamblaje de las diferentes variedades una vez de vuelta a los depósitos de acero inoxidable, antes de pasar al embotellado.

El color es el de una cascada brillante de arándanos, el aroma es un fragrante y potente bouquet de fresas y frambuesas, la boca es franca, con un toque verde secante en postgusto que no molesta, ofreciendo el punto de contraste con la cesta de fruta fresca aromática.

La idea era probar el mismo vino después de que pasara unos meses en barrica para observar así la evolución en el sabor y la estructura, gracias a su paso por la madera.

Nos dejamos una capa en el fondo de la copa para ir observando sus cambios mientras pasamos a la siguiente sala donde conocimos el proceso de embotellado, encorchado y etiquetado.

Proseguimos hacia el Dormitorio de Botellas.

No, no es una figura literaria, se llama así la oscura sala donde milesy milesde botellas duermen tumbadas al fresco mientras esperan el momento de ser elegidas para que, tras vestirlas con sus etiquetas, salgan al mundo y repartan la felicidad que transmite la belleza de su contenido.

Tras abandonarlas silenciosamente en su plácido sueño, accedimos a una bonita sala de barricas con mesas de cata al fondo, y con un hermoso ventanal en el nivel superior que permitía ver el comedor del restaurante y que a su vez, a los comensales del mismo, les dotaba de una original vista a la bodega. Pudimos cotillear los orígenes de las barricas de roble y los tipos de tostados(madera)utilizados, para ya, sin más dilación, pasar a la verdadera Sala de Barricas.

Con una tenue iluminación, nos enfrentamos con respeto a las hileras de barricas, levantadas a unos centímetros del suelo sobre estructuras metálicas que permiten el movimiento de las mismas y facilitan una higiene total y absoluta de la sala.

Es una sala que impone puesto que aquí se forja el carácter de los vinos. Su personalidad no obstante, se verá decidida cuando después del tiempo indicado para su envejecimiento se proceda al ensamblaje, de nuevo en los grandes depósitos de acero.

Con la ayuda de una pequeña linterna para iluminar el estrecho pasillo entre barricas, uno a uno, copa en mano, seguimos a nuestro maestro de ceremonias hasta llegar a la última barrica, de la cual extraía, ayudado por un tipo de pipeta (un saca-muestras)las pruebasdel preciado líquido Merlot, cosecha2009, tras haber descansado 12meses en esa paz y oscuridad.

La diferencia es notable y notoria: aquel joven y desenfadado vino, se había asentado y crecido, cubriéndose de elegantes esencias tostadas, y toques dulces y amargos de cacao.

En boca, había pasado de un vino alegre, desnudo y natural, a un vino apuesto, de sutiles ropajes y exquisitos matices.

Disfrutamos de su elegancia mientras iniciábamos el camino de retorno, conscientes de haber sido testigos de la belleza del nacimiento de un vino, de un gran vino con toda seguridad.

Y todavía no era el vino que será, pues volverá a los depósitos de acero a la espera de que la enóloga decida el coupage

Continuará… 

Puck

  1. #21

    Jzm2000

    en respuesta a Mara Funes
    Ver mensaje de Mara Funes

    Lo pienso, lo cavilo, lo medito y te digo...

    Y ya de paso, lo organizo...

    Que te parece: Viña Aljibes ??? Ese Cabernet Franc que no te gusta, ;)))

  2. #22

    Riaul

    Como siempre, nos trasmites tu entusiasmo... muchas gracias!!! y no dejes de hacerlo!!
    Este año en época de vendimía tienes que visitar alguna bodega. Es una época increible!!
    Se te acabarían los adjetivos para describir las viñas. No hay palabras suficientes para contarlo.
    UN abrazo

  3. #23

    Mara Funes

    en respuesta a Jzm2000
    Ver mensaje de Jzm2000

    Pues el syrah 2005 tinto ni te cuento
    Cuéntame lo que sé te vaya ocurriendo... :)

  4. #24

    Mara Funes

    en respuesta a Riaul
    Ver mensaje de Riaul

    Ya conoces mis limitaciones actuales pero en cuanto pueda ten por seguro que lo haré, y veremos si me faltan los adjetivos ;-)
    Un abrazo

  5. #25

    Riaul

    en respuesta a Mara Funes
    Ver mensaje de Mara Funes

    Jeje, es una forma de hablar mujer.
    No dudo que no te faltará ni uno
    ;-)

  6. #26

    Riaul

    en respuesta a Mara Funes
    Ver mensaje de Mara Funes

    Jeje, es una forma de hablar mujer.
    No dudo que no te faltará ni uno
    ;-)


Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar