Tavella Restaurant Pablo Chirivella

El difícil equilibrio entre la tradición, el producto y la filosofía propia

• Provincia: Valencia 
• Localidad: Beniferri 
• Tipo de cocina: Cocina de mercado, tradicional valencia y asador

El restaurante Tavella de Pablo Chirivella se ubica en una elegante y cálida alquería que atesora historia desde hace casi 200 años cuando el bisabuelo de Pablo, magistrado del influyente Tribunal de las Aguas, lo construyó en el barrio valenciano de Beniferri. Su interior está tan lleno detalles tan deliciosos que por momentos olvidas que has ido allí a comer.

Pero es precisamente dar de comer y no de cualquier manera, a lo que se dedica Pablo Chirivella. Tras diferentes aventuras dentro y fuera de nuestras fronteras, Pablo regresa a su tierra y a sus orígenes pero plasmando todo lo que ha ido asimilando en sus diversas peripecias en una cocina que aúna tradición, producto y sinceridad.

Aunque Pablo tuvo la delicadeza de permitirnos llevar nuestro vino, el primero del día lo puso la casa en forma de Manzanilla La Guita, acompañando primero a unas sabrosas Aceitunas partidas de la variedad gordal, seguidamente, a una Crema de hervido valenciano con chile de árbol y culminaría el servicio siendo el perfecto consorte de unas crujientes y fresquísimas Alcachofas con jamón ibérico de bellota:

El excelente ribeiro A Pita Cega 2011 dio apoyo y resaltó las cualidades de elaboraciones tan distintas como los Buñuelos de bacalao con su piel y crema de ajo asado y las Manitas de cerdo ibérico con salteado de coliflor y cebolla tierna. Una vez más, tradición valenciana vista a través del filtro de Pablo:

Y si de volver a la tradición se trataba, no podíamos pasar a los dulces sin tomar un arroz, un Arroz con mayúsculas: Arroz caldoso de marisco con judía verde, mar y huerta. El propio Pablo Chirivella nos lo sirvió hasta que vaciamos totalmente el perolo. Para acompañar salimos de España y dejamos que las cenizas del Etna en forma de vino tinto del soberbio Tenuta delle Terre Nere Santo Spirito 2011 actuaran de brasa que mantuvo la calidez del plato:

Y para rematar faena un postre de contrastes: Piña-coco, piña-ron, un guiño a la piña colada, que fue maridado como es debido, con las juguetonas burbujas de un gran cava: Laietá Gran Reserva Brut Nature 2011

Habrá que seguir sus pasos para comprobar que esta brillante promesa se convierte en una sólida realidad, una tarea que me encomiendo me caben pocas dudas de que Pablo Chirivella va por el buen camino y que si mantiene su rumbo actual de sinceridad y buen-hacer, el sendero sólo puede ir en una dirección: hacia arriba.

Para terminar os dejo con esta minipostal que reúne más rincones con encanto de esta alquería que primero te entra por los ojos y más tarde te conquista con el resto de los sentidos:

© Mara Funes Rivas - Enero 2015