Ratafía catalana. ¿Qué es?
Hace poco me enteré de la existencia de un licor típico de algunas comarcas de Cataluña del que nunca había oído hablar. Su nombre me llamó la atención y me puse a investigar sobre esta curiosa bebida. Al parecer se trata de un licor digestivo dulce, que se bebe frío o con hielo, generalmente preparado mediante una maceración de frutos, hierbas o especias en un alcohol base, que suele ser aguardiente, ya sea neutro o anisado. La receta en sí no está estandarizada, sino que puede variar completamente dependiendo de la zona o incluso de la casa en la que se elabore. Existen ratafías elaboradas con un solo ingrediente y otras que pueden llegar a emplear infinidad de ellos.
La ratafía catalana clásica emplea nueces verdes, especias (canela, clavo, anís estrellado y nuez moscada) y hierbas aromáticas secas tales como la salvia, la hierba luisa, el tomillo, la menta, la albahaca, etc. recogidas, como manda la tradición, en la época de San Juan, cuando se considera que disponen de mayor intensidad aromática. Ésta dispone del sello de Indicación Geográfica Protegida desde 1989 y es especialmente representativa en la localidad de Santa Coloma de Farners, donde se celebra la Feria de la Ratafía desde 1982. Sin embargo esta bebida también puede encontrarse en otras regiones como en Aragón bajo el nombre de “Retacía”, o incluso en otros países como Italia (ratafià di Andorno), de donde proviene la receta más antigua encontrada. Otros países como Suiza, Francia, Polonia y Lituania también tienen sus propias versiones de este licor casero.
¿Entonces, qué diferencia hay con cualquier otro licor de hierbas? Pues la respuesta está en la elaboración. Sea cual sea la mezcla de ingredientes que cada uno elija, el "ingrediente" común es uno muy especial y además gratuito, el sol. Es éste el encargado de dar a este licor su personalidad, puesto que se debe dejar macerar "al sol y serena" (a la intemperie) durante al menos cuarenta días removiéndolo de vez en cuando. Una vez transcurrido este tiempo se debe colar un par de veces con un filtro de papel o de tela y añadir jarabe (almíbar) o azúcar para conseguir el dulzor y la graduación alcohólica deseada (25-29%). Tras este proceso debe dejarse envejecer, al menos, un par de meses más en el mismo recipiente de vidrio o en barrica de roble para que mejoren sus propiedades. Finalmente se embotella, siendo conveniente volver a filtrar para eliminar el poso o las partículas que le suelen dar aspecto turbio. El resultado es un licor de color oscuro, que varía según los ingredientes empleados, muy aromático e intenso, que puede catarse de la misma forma que un vino.
Como ya he dicho, suele ser un licor que se elabora de forma artesanal en la mayoría de los casos, puesto que así se hace al gusto personal y se consigue una calidad superior. No obstante, en Cataluña existen algunas empresas que se dedican a elaborar ratafía para el público mayoritario, como es el caso de las marcas Russet, Bosch y Raiers, y otras extranjeras como Pierre Mignon.
Ya sabéis, ahora sólo toca animarse a probarla y, por qué no, a hacer vuestra propia versión casera de este brebaje.