Blog de Eugenio Saenz

Un hombre, un pago, un mito

Un hombre: Helmut Dönnhoff (Weingut Hermann Dönnhoff)
Un pago: Hermannshöhle (en Niederhausen, Nahe)
Un mito: Dönnhoff Hermannshöhle (GG, Spätlese Trocken)

¿El mejor riesling seco del mundo?

Barcelona, 6 de febrero. El día D, el día Dönnhoff. 6 añadas en calidades secas, además de un Spätlese, reunidas en un irrepetible evento que tuvo lugar en el restaurante barcelonés Racó d'en Cesc. Así que por esta vez tuvimos que sustituir el habitual metro o autobús para desplazarnos a nuestras catas por el avión. Pero bueno, a pesar del frío y las inclemencias meteorológicas, nuestro vuelo llegó en su hora a Barcelona (noticia saliendo de la T4) y allí se encontraba el amigo Lluís Pablo –al que tengo que agradecerle su labor como organizador en nombre de Vinialia y "cicerone"- para recogernos y llevarnos al lugar del evento, previa parada para recoger igualmente a nuestro maestro de ceremonias: Michael Wöhr.

Si hace unos días hablaba de Juancho Asenjo como un lujo dirigiendo una cata de Barolos, hoy hay que hacer lo propio con Michael en una de grandes vinos alemanes. Sus conocimientos son tales, que simplemente compartiendo una pequeña parte de ellos con nosotros, ya hemos tenido la oportunidad de asistir a una clase magistral.

Una vez situados en el restaurante van llegando algunas caras conocidas (Víctor Franco, Oscar y Carlos de Vadebacus, Fede Vidal, Enrique Tudela, Eduard "Calamar") y otros menos conocidos pero con los que enseguida rompimos el hielo, incluyendo un conocido chef de un importante restaurante barcelonés.

Se realizó una pequeña introducción a la bodega y a sus viñedos con una serie de diapositivas proyectadas, a la vez que Michael iba explicando las entrañas de ese viñedo que nos disponíamos a evaluar en siete diferentes años. La bodega proviene de 1750 y el actual responsable técnico de la misma, Helmut, tomó las riendas en 1971. Cuenta con unas 20 Ha en total, no todas cultivadas con riesling.

Sus viñedos más importantes se encuentran cerca de la localidad de Oberhausen (para contemplar una panorámica de éstos hay dos preciosas fotos en esta dirección) e incluyen gran variedad de suelos, como pizarra gris descompuesta, rocas volcánicas, pórfidos, etc. En concreto, Hermannshöhle se encuentra formando una exposición sur a orillas del Nahe, siendo sus suelos una combinación de esa pizarra gris con rocas volcánicas. Con todas estas premisas, los vinos de este pago se caracterizan por una penetrante y austera mineralidad, vinos de enorme estructura y fina acidez, hechos para evolucionar muchos años. En la elaboración del vino seco se utilizan indistintamente y según la añada tanto fudres de madera como tanques de acero.

Son vinos que expresan como ningún otro el decálogo Dönnhoff: austeridad, finura, acidez, mineralidad, limpieza, definición, capacidad de envejecer, expresión de terroir, equilibrio y ligereza. Son totalmente permeables a las características de la añada, expresan al pie de la letra lo que fue climatológicamente el año en curso.



Vayamos entonces con el desarrollo de la cata y de las diferentes añadas. Los vinos fueron abiertos el día anterior, decantándose los de las añadas más lejanas. Sabia decisión, estos vinos mejoran sustancialmente con tantas horas de aire, algo que para una cata se agradece sobremanera.

Hermannshöhle GG 2006

http://www.verema.com/vinos/41420-donnhoff-hermannshohle-gc-2006

2006 resultó una añada complicada por problemas de lluvias en octubre, lo que llevó a numerosos viticultores a tomar la decisión de vendimiar sin la madurez adecuada o arriesgarse a que las cosas mejorasen. Ciclo corto de maduración y calor en verano, por lo que hubo problemas de podredumbre.

En cualquier caso, Nahe fue la zona menos afectada por dichas inclemencias y aquí tenemos un Hermannshöhle lleno de fuerza, todavía cerrado, con todo su potencial por eclosionar, pero que nos inunda con su abrumadora presencia mineral y estructurada.

Hay que olvidarse de él por un tiempo, fue sin duda el vino más cerrado de la cata, pero su potencial está ahí y seguro que tarde o temprano terminará por desarrollarse.

Hermannshöhle GG 2005

http://www.verema.com/vinos/41421-donnhoff-hermannshohle-gc-2005

Estamos ante una añada de gran equilibrio, más bien cálida, en la que los diferentes elementos meteorológicos se mostraron en orden y sin sorpresas. Hubo una perfecta maduración de los racimos y eso se manifiesta en el vino, muy redondo, muy accesible para el momento en que nos encontramos. Profundo, mineral, muy frutal, con una boca encantadora, con cuerpo, muy pleno.

Sin duda un enorme vino, si consideramos su equilibrio de registros, el mejor de la serie "moderna", aunque a mí me gustó más el 2004 por su peculiar estilo.

Hermannshöhle GG 2004

http://www.verema.com/vinos/41422-donnhoff-hermannshohle-gc-2004

La añada 2004 siempre ha sido definida como "clásica alemana". Las cepas tuvieron problemas de regeneración tras el tórrido 2003, siendo el verano frío y húmedo. Los que tuvieron paciencia aprovecharon un clima más cálido en octubre. Fue una añada con problemas de maduración en algunos casos, con vinos de acidez acusada.

El vino es fiel a su añada. Tremendamente profundo, complejo, sutil y mineral, con un paso por boca rectilíneo y austero, destacando una cortante acidez. Se le nota quizá un mínimo verdor final que puede que acabe domesticándose con el tiempo. Cierto es que es mucho menos redondo que el 2005, pero a mí me encantó por esa imperfección, por esa austeridad. Enorme vino sin duda.

Hermannshöhle Spätlese Trocken 2002

http://www.verema.com/vinos/18718-donnhoff-niederhausen-hermannshohle-riesling-2002

Se pasó de 2004 a 2002, pues de 2003 hubo muy poco vino, ya que el inusual calor de aquel año afectó sobremanera a este viñedo. La añada 2002 fue en cierto modo similar a 2005, quizá los vinos en general fueron menos minerales y algo más maduros.

De nuevo nos encontramos ante un vino por desarrollar, muy profundo en nariz, muy complejo, pero quizá falto de redondez en boca, algo agresivo, con una potente acidez. Ahora mismo pasa por un momento algo complicado, pero es muy probable que con un tiempo más de guarda estemos ante una magnífica añada. Vino de raza, vino de carácter.


Hermannshöhle Spätlese Trocken 2001


http://www.verema.com/vinos/15861-donnhoff-niederhausen-hermannshohle-riesling-2001

Invierno más bien húmedo con abundancia de lluvias hasta Julio. El mes de agosto fue cálido, con un septiembre frío y húmedo de nuevo. Los que aguantaron tuvieron su recompensa pues octubre y noviembre fueron propicios. Una añada de gran regularidad.

Este vino se va encontrado poco a poco en una buena fase de consumo. A veces parece apretado, a veces sin embargo se suelta. Pero se muestra siempre muy elegante, redondo, con gran equilibrio. También para guardar y observar su evolución, pero mostrando ya unas innegables virtudes. Una gran añada, plena de elegancia.

Hermannshöhle Spätlese Tocken 1998

http://www.verema.com/vinos/41425-donnhoff-hermannshohle-spatlese-trocken-1998

Una añada de primer nivel en toda Alemania, según Michael la 2007 sería la más similar por su correspondencia entre calidad y cantidad. El buen tiempo de octubre y noviembre fue la clave. Además está considerada como una de las grandes añadas de eiswein.

El vino está realmente soberbio, el mejor de la cata. De enorme complejidad en nariz, combinando los toques primarios y minerales con ese especial bouquet que se va desarrollando con la estancia en botella. Su paso por boca es todo elegancia, complejidad, longitud, armonía. Una delicia que sin duda nos convence de que este vino necesita 10 años para comenzar a darnos todo lo que tiene dentro. Así son las cosas.


Hermannshöhle Spätlese 1994

http://www.verema.com/vinos/41426-donnhoff-hermannshohle-spatlese-1994

Nos encontramos ante el único Spätlese de la cata, por tanto ante un vino con un grado de azúcar residual superior a los anteriores. El 94 fue una magnífica añada en la zona con excelentes vinos dulces, debido al buen tiempo en el mes de octubre.

Sus registros son obviamente diferentes a sus compañeros de cata, pero destaca igualmente por su exquisita trasparencia, por su enorme expresión de terruño y por su boca limpia, cristalina, redonda y perfectamente definida. Su percepción final es casi de vino seco, pero con esa ligereza intrínseca de los mejores Spätlese.

Un vino enorme que nos demuestra lo bien que envejecen los vinos de este pago, ya que todavía podía considerarse joven. Final de cata de fuegos artificiales.

Tres conclusiones extraje principalmente de esta cata. La primera, que Hermannshöhle es un vino de largo recorrido, que debe guardarse 10 años para comenzar a ver todo lo que es capaz de darnos. Joven es maravilloso, pero las notas que adquiere con el tiempo te dicen lo que te pierdes cuando lo tomas joven, que por desgracia es casi siempre.

La segunda es que son vinos que necesitan aire, que hay que abrirlos con antelación, con mucha antelación, para que muestren todas sus virtudes. Vamos, que no es un vino de restaurante, sino más bien de casa, a no ser que tengamos confianza y podamos avisar al restaurante con la suficiente antelación para que lo abran.

La tercera que sin duda es mi riesling seco alemán preferido. Por su limpieza, por su delineación, por su mineralidad y por su acidez. Si hablamos a nivel mundial, el Clos de Ste Hune del 90 es inigualable. Me gustaría poder probar un Herrmannshölle del 90 para poder comparar con justicia. Y sin olvidarnos del tremendo Kirchenstück de Bürklin-Wolf.

Comentar a modo de curiosidad que, antes de la cata, hablamos con Michael acerca de la – a mi modo de ver absurda – polémica que se organizó con un hilo acerca del pago Brücke. Y digo absurda porque lo primero que hay que tener claro es el concepto de mítico. En cualquier caso, sirvió para debatir sobre buenos vinos y eso siempre es algo destacable. Preguntado por tanto Michael acerca de esta cuestión, él señaló que Brücke es un pago mítico por tres razones:

- Brücke es de los pocos pagos en Monopolio que sobrevivieron a la fatídica ley del ’71. Con la maldita ley y lo difícil que era que un sólo viticultor defendiera un pago en monopolio, muchos de esos pagos desaparecieron y fueron “fagocitados” por otros perdiéndose la tipicidad de los mismos.

- Brücke es un pago que ha dado hasta hace pocos años tanto vinos secos como dulces. Si bien es cierto que es un pago más para dulces, es también curioso que el mismo pago, durante tantos años haya dado excelentes eiswein y excelentes vinos botrytizados. De hecho nos comentó que Helmut le había hablado sobre sus intentos de producir eiswein en Hermannshöhle sin buenos resultados.

- Y la más importante: que en su maletín personal lleva pegada una etiqueta de un vino de este pago. Solamente esa etiqueta.

La pena es que no podremos preguntar a Helmut el 23 en Gerona, pues no estará presente. Pero las reflexiones de Michael van a misa, eso está claro.

La cata terminó con un ágape en el restaurante, con los mismos vinos, ya que había dos botellas de casi todos. No pude quedarme a dicha comida (y es que el presupuesto no da para todo), pero no iba a terminar aquí mi periplo por Barcelona. Dirigí mis pasos a un local que se encuentra en la misma calle (Carrer Diputació) solo que unos metros más arriba: Monvinic.

Monvinic es mucho más que un restaurante o vinoteca: es el fruto de la pasión por el vino de Sergi Ferrer-Salat, un apellido ligado a muchos éxitos empresariales y deportivos. Si no conoces el numero exacto, es fácil pasar de largo, ya que por fuera destacan dos enormes y oscuras cristaleras y el rótulo del local en vertical con en una letra muy estilizada. Pero conseguimos dar con él y pasamos la puerta automática de corredera que nos lleva al gran recibidor. El local es amplio, moderno, rezuma diseño por todas partes. Me presento a César Cánovas, sumiller responsable del local y le comento del lugar que vengo. César trabajó mucho tiempo en el Racó d'en Cesc, el restaurante de su familia, donde formó su brillante carrera como sumiller. Ahora se enfrenta a este apasionante reto.

La cocina estaba cerrando así que nos decidimos por tomar un par de raciones. Carta escueta, escrita en tres idiomas (Catalán, Castellano, Inglés) y nos inclinamos por un atún marinado realmente jugoso con una copa de un siempre refrescante champagne Jacquesson Cuvée 733 y posteriormente por un sabroso huevo pochado con trufa y patatas que acompañamos con un Georg Breuer Berg Schlossberg 2004, también por copas. Por cierto, un fantástico vino, muy diferente al Hermannshöhle, pero igualmente satisfactorio. Un postrecito a base de mandarina glaseada y paseo con César por el local que me va enseñando zona por zona, incluyendo la completísima bodega.

Además del restaurante y el "wine-bar", el local posee una sala de lectura con las guías mundiales y las revistas vinícolas internacionales más prestigiosas que los suscriptores pueden leer, amén del uso de una serie de ordenadores conectados a Internet para diferentes consultas. Al fondo tiene una gran sala de catas donde se realizan eventos coordinados por los sumilleres del local. Quizá como objeción comentar que tanto diseño hay veces que me resulta monótono y falto de encanto, pero bueno, todo es acostumbrarse. Y la carta de vinos electrónica requiere igualmente acostumbrase, ya que su lectura es algo más lenta que la de una carta convencional. Un sistema novedoso y que impacta, aunque creo que el restaurante Coque en Humanes de Madrid ya utiliza un sistema similar. El contenido de la carta de vinos…digno de ser estudiado. De las mejores cartas de vinos nacionales.

Salimos de Monvínic con tiempo para dar un paseo por la ciudad condal hasta la salida del avión de vuelta a Madrid. Rambla de Cataluña, Paseo de Gracia, Plaza de Cataluña y La Rambla fueron pasando de largo por mi periplo. Incluso decidí entrar a ver el Mercado de La Boquería, un clásico mercado que me pareció muy destacable por la calidad del género y su presentación y sobre todo por sus ajustados precios, en especial los de los pescados y mariscos. O quizá es que en Madrid están por la nubes, qué se yo.

No quiero finalizar esta crónica sin felicitar a todos los que han hecho posible esta irrepetible cata, tanto Vinialia, Michael, el personal del restaurante Racó d'en Cesc especialmente su sumiller, al igual que a Pitu Roca y José Angel Dianes. Gracias a todos ellos fue posible reunir todas estas botellas.



Y despedirme citando una frase del amigo Lluís Pablo (HerrDirektor): "si Dönnhoff fuera Händel su Hermannshöhle sería "El Mesías".

Amén.

Un saludo,
Eugenio Sáenz de Miera Arnau

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