Rojo picota, ribetes amoratados, capa alta.
Intenso en nariz desde un primer momento, muestra siempre fuerza y complejidad. Profundo y mineral en nariz con notas florales, una fruta negra muy bien definida, balsámico, recuerdos especiados, toques térreos, ahumados, esos recuerdos cárnicos tan típicos, aceitunas negras, en fin, una nariz de enorme complejidad.
En boca es un gran vino, lleno de fuerza, elegancia y complejidad, con acidez y estructura, largo y profundo, que deja en el final sensaciones minerales y balsámicas con un tanino fino y perfectamente integrado que denota un gran trabajo con la madera. Un vino de gran clase que sin duda mejorará en botella.
Nunca hemos sido unos grandes defensores de los parcelarios de Chapoutier, que siempre hemos considerado vinos sobrevalorados, éste es quizá el mejor que hemos catado, un vino que sin duda destila grandeza, pero claro, la “bomita” son 180 pavos y está fuera de toda lógica. Un gran vino, pero hay opciones mucho mejores si tenemos en cuenta el precio.