Montecillo Gran Reserva Selección Especial 1981
Montecillo Gran Reserva Selección Especial 1981
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Graduación (vol):
12,50%
Varietales:
100% Tempranillo
Precio aproximado
Precio Aprox:
Desconocido
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
9.02
/
95
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
10,0
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Opiniones de Montecillo Gran Reserva Selección Especial
OPINIONES
7

Rojo cereza de capa alta con ribete teja. Nariz con aromas de frutillos silvestres maduros, hay frambuesas y grosellas sobre matices terciarios y de la serie animal ( cueros y caza ). Sobrevuela una nota mineral clara de piedra caliza, mentolados, hojarasca en descomposición, caja de especias y semillero, anisados y dulce de leche. Al final sale un aroma de tueste y que recuerda a la carne a la brasa bañada en empireumáticos. Una delicia. Magnifica boca, con taninos frutales de esas grosellas que dejan un paso muy sápido y bien compactado con los taninos ( fruta + madera ) bajo una sensación algo vegetal y amargosa pero elegante y que recuerda al sabor que se queda en la boca tras fumar un puro Habano ( no soy fumador, pero lo he probado ). Notas ahumadas y cárnicas por vía retronasal que se unen también a una fruta tostada, muy elegante, vegetal y con sensaciones también de menta y tabaco rubio. Posgusto firme, con peso y cierta astringencia tánica, ayudado por el recuerdo de una perfecta acidez. Final de fruta roja madura y especias. Este vino es puro armazón sensorial para el tiempo, le queda mucha vida por delante para desarrollar más este bouquet que ya se percibe dando esa elegancia que solo la experiencia y el tiempo otorga a los grandes vinos de Rioja. Una palestra olfativa escalonada y donde visualizas cada piso de forma sensorial. Una maravilla en formato mágnum.

Corcho de gran calidad, casi nuevo, sin tintar apenas. Todo indica que ha sido reencorchado antes de ser comercializado. De color rubí marronoso de capa media, evolucionado, sin mucho brillo, mate. Tímidos reflejos cobrizos y anaranjados. Borde amplio, atejado, poca sensación de grosor.

Se presenta con brusquedad, falto de unidad, desligado, sin orden. Viene marcado por una extraña nota inicial ferruginosa (sangre) y yodada, brea, resina, maderas envinadas, trasiegas, a las que se le suman apuntes de animal, pelo mojado, cuero curtido, cuadra y un fondo vegetal a fibras, esparto, alpargatas... Muy reducido. Ha necesitado de una dosis extra de aire para ir aflojándose. Poco a poco se limpia dejando un vino con trazas de madera tostada, granos de café, cremosos, vainilla, y una cada vez más presente fruta roja en licor, marrasquino, guindas.

En boca es justo lo contrario. Integrado, elegante, suave, muy pulido, luciéndose gracias a unos taninos finísimos pero aún presentes. Mantiene una cantidad sorprendente de fruta acídula, madura, y una fantástica acidez. Largo con amargosos de calidad. Aún va a dar guerra durante unos años. Más vivo que el resto de cosechas de la misma época. La serie de Montecillo Selección Especial de los 80 y 90 son un buen ejemplo de que se pueden seguir produciendo vinos de calidad de corte clásico en Rioja a poco que se pongan las bodegas. Muy bien!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2015/10/montecillo-seleccion-especial-1981-gran.html

No se si será por la edad -mía, más que del vino-, pero como os digo, cada vez disfruto más con este tipo de vinos.
Se mostró con un color rubí y menisco atejado marcando ya matices marronáceos.
En nariz es donde aparece el potencial de este vino: complejo en matices -bien es cierto que todos terciarios como no podía ser de otra forma después de 28 años- entre los que aparecían notas de guindas en licor, canela y torrefactos, pelo y cuero, apuntes de alhacena, sutiles matices de sotobosque y teja húmeda.
En boca muestra aún buena acidez, elegante, sutil, con buen recorrido y ligero amargor final, pero marcando esa querencia a seguir disfrutando.
Encajó a la perfección con un goulasch de ternera de Morucha y guarnición de basmati

Rojo rubí con ribete atejado.
Nariz de intensidad media bastante abierta desde el principio, algunas notas de brea y cuero, sotobosque quemado, notas especiadas de clavo y canela, duelas envinadas, chocolate amargo y café recién hecho.
En boca tiene una entrada discreta, elegante, percibimos ahora notas de vainilla, es cremoso, con buen recorrido, muy buena acidez y un fondo tostado perfectamente integrado con unas notas cremosas muy ricas.

Muy bueno, en buen estado y aun para aguantar algún que otro añito más, aunque no creo que mejore ya.

Color rubí con ribete atejado. En nariz unas pequeñas notas oxidativas, aromas a fruta en licor, especias abundantes (canela, clavo), regaliz no intenso, aromas ligeramente lácticos. En boca es sabroso, con una buena acidez y tanino bien pulido. Es bastante persistente dejando un gusto ligeramente amargo en el paladar. Me ha parecido más interesante en nariz que en boca, y mejor que su compañero de 1991

Rojo rubí de ribetes ligeramente atejados y capa media.
Nariz de media intensidad, compleja y de carácter terciario. Ligeras notas de fruta roja en confitura y licorosa, toques especiados, canela en rama y ese inconfundible fondo terciario de maderas viejas, cuero, humedades, ahumados y chocolate. Muy elegante en nariz y no viniéndose abajo con el tiempo en copa.
En boca es un vino fino y elegante, con un ataque suave, una acidez todavía presente y un final no muy largo, pero muy amable y con esos toques terciarios en el posgusto. Taninos totalmente pulidos y mucha redondez en boca. Muy bueno y todavía con vida por delante.
Cada vez me gustan más estos Riojas clásicos de los 80´s o anteriores, es como volver otra vez a los inicios. Con el vino cada vez más globalizado, estos representan una vuelta a la tipicidad y la tradición elaboradora. Y este Montecillo del 81 es un buen ejemplo. Muy interesante.

Teja con ribetes ladrillo, capa media-baja.
Nariz espléndida, con sensaciones iniciales sobre los cueros, la marroquinería, los cárnicos, los aromas de sangre. Posteriormente aparecen notas de fruta fresca y en licor, notas ligeras de tabaco, y sensaciones limpias de crianza.
Fresco y sabroso en boca, con una sensación de facilidad que no esconde una complejidad larga y equilibrada. Los frutillos, las especias, las notas de crianza y recuerdos tericiarios reaparecen con gran nitidez y elegancia. Buena perisstencia, compleja y evocadora. Excelente.

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