Whisky: Marketing e identidad

El whisky de malta es un producto que se basa en una fuerte identidad.  El nombre single malt ya nos remite a una sola destilería, a un producto único.
A nivel comercial es por tanto muy importante que el whisky tenga una imagen exclusiva y diferenciada, un aspecto que lo distinga de los maltas de otras destilerías.  El éxito consiste en tener una imagen de marca que refuerce las características del producto.  Estos son algunos ejemplos de whiskys con un perfil cultivado a lo largo de los años:

• Laphroaig:  Durante años ha cultivado una imagen de malta “duro” que se ama o se odia.  Su carácter yodado, medicinal y la geografía insular de Islay casan perfectamente con este perfil.  
• Highland Park:  En los últimos años ha reforzado su imagen de whisky insular con una estética que evoca la herencia vikinga de la zona:  la colección Valhalla, la serie Magnus...
• Bruichladdich:  La estética de sus botellas – a menudo de un característico color azul turquesa - quiere dar un aspecto cuidado y moderno.
• Glenfarclas:  Su imagen se asocia a un whisky de producción “familiar”, tradicional y independiente.
• Macallan:  El “Rolls Royce” de los maltas (Michael Jackson dixit) siempre ha tenido una imagen de elegancia y sofisticación.  Este fin de semana – en el estreno de Skyfall - hemos podido constatar que es el whisky preferido de James Bond.  En la película 007 bebe un Macallan 1962, un guiño a los 50 años de la saga y una fantástica publicidad para Macallan.