Un octubre sabrosón con la variedad Sousón

Y así, sin pensarlo llegamos a octubre, un mes de transición entre los calores veraniegos y la tan ansiada bajada de temperaturas. Si volvemos la mirada al calendario vitícola, descubriremos que en algunas bodegas ya habrán terminado de vendimiar, y sin embargo, en muchas otras, todavía les quedará uva por recoger. Y es que ya sabemos que el ritmo de la vendimia está marcado por una serie de factores que no siempre dependen de nosotros. ¡Qué le vamos a hacer!

Ahora mismo, en las bodegas, los primeros mostos ya están prosperando y el ambiente comienza a estar inundado por los tan característicos aromas vínicos que se respiran en la zona de elaboración durante estas fechas. Un ambiente que, todo sea dicho, se vuelve peligroso a la hora de respirar puesto que las levaduras están trabajando al máximo en el interior de los depósitos y esto supone la producción de dióxido de carbono como fruto de la fermentación alcohólica. Este gas comienza a ocupar cada vez más espacio en el interor de los depósitos, llegando incluso a alcanzar un espacio invisible en en interior de la bodega que hace que, los enólogos y todos aquellos trabajadores de la bodega, puedan llegar a temer por su vida. 

Octubre tiene su luz propia, sí, una luz más tenue, la cual nos recuerda cada día que el anochecer llega un poco antes, y nos anuncia que algo pronto va a cambiar. La viña adopta unos colores indescriptibles gracias a los taninos localizados en los pámpanos de las variedades tintas. Lo que fue de un verde intenso, vira a colores cálidos para recordarnos que las cepas van a bajar su ritmo de vida y van a retirarse a un segundo plano. Los tonos rojos y naranjas se hacen dueños de la vegetación de los viñedos que, entre el verde, el marrón y el rojo, la naturaleza regala al ojo humano un espectáculo sin precedentes. 

Si paseas por una viña o si tienes la suerte de ver desde lo alto de alguna colina un mar terrestre de colores y hojas secas flotando, siéntete afortunado. Y no, ¡no hagas fotos con tu móvil! ¡Aprovecha y guarda esos momentos para tus retinas y lo eternizarás dentro de ti! 

Para esta ocasión he pensado en conocer un poco más a fondo una variedad tinta: la Sousón. Se trata de una variedad que no es demasiado popular pero que en el noroeste de España se vuelve imprescindible a la hora de realizar fascinantes coupages. Es una variedad autóctona de Galicia y que alcanza una mayor representación en las Denominaciones de Origen de Ribeiro y Rías Baixas.

Características y morfología de la Sousón

Tenemos ante nosotros una variedad que presenta un porte erguido, es vigorosa y su brotación es media-tardía. A la Sousón le cuesta madurar un poquito y, por lo tanto, su ciclo acaba alargándose ligeramente. Por este mismo motivo, la Sousón se suele encontrar en zonas vitícolas donde la maduración suele ser más bien temprana. De esta forma, a la Sousón se le ofrece más tiempo para madurar correctamente. 

Posee una tasa de fertilidad y producción baja, lo cual, obliga casi siempre a practicar una poda larga. Este tipo de práctica es la forma más común que tienen los viticultores de conseguir más cantidad de racimos. De manera que, este hecho hace que la Sousón se vuelva un poco más especial y, por lo tanto, su cuidado se vuelve más particular. 

Los racimos suelen presentarse bastante compactos, pequeños, cortos y con abundante pruina. Además de macizo, éstos están formados por pequeñas bayas redondas, de piel fina, de un color azul-negro muy intenso. 
 

¿Y cómo son los vinos elaborados con Sousón?

Los vinos elaborados con esta variedad presentan un color muy intenso, casi negro. Por lo tanto, la Sousón, además de contribuir en muchos aspectos en los coupages del noroeste de la Península Ibérica, el hecho de tener una potente carga a nivel polifenólico, supone el aporte de una evidente tonalidad más intensa al color del vino. 

Esta variedad suele combinarse con otras para realizar coupages complejos y seductores. De manera que, al combinarse con otras variedades, da como resultado unos vinos de una composición muy interesante y con interesantes matices.

En cuanto a la nariz de estos vinos podemos destacar los aromas que recuerdan a los frutos negros, más concretamente el aroma a mora, que presenta una intensidad moderada en la mayoría de los casos.

Los vinos, ricos en compuesto polifenólicos, además de aportar una mayor intensidad de color, han demostrado tener una gran capacidad para la crianza en madera. Y de hecho, son muchos los enólogos los que se aprovechan de esta característca para realizar coupages entre distintas variedades de uvas, con el objetivo de que los vinos aguanten dignamente el aporte de los taninos que recibe el vino por parte de las barricas.

La Sousón, ensamblada con otras variedades, es la encargada de aportar la expresión más pura que pueden tener los frutos negros en un vino. En concreto, la mora y el casis, junto con un ligero toque floral hacen que los vinos elaborados con esta variedad se comporten de manera elegante y distinguida. 

Complejidad aromática y gustativa, colores intensos y la, cada vez más tenue luz del mes octubre, nos permitirá seguir disfrutando de este maravilloso caldo, el vino, que nos acompañará, de una manera elegante, durante este romántico otoño.

¡Alza tu copa y brinda por aquellas pequeñas cosas! ¡Qué tengas un buen comiezo de mes!