Os contamos en breve la experiencia que los amigos del grupo de cata Mediterráneo compartimos en fecha de 21 de abril, bajo un sol de justicia. Nos pusimos en camino hacia la Marina Alta. Primera parada: la bodega de Pepe Mendoza.
Quedamos con él para que nos mostrara sus últimas elaboraciones y nos contara algunas de sus indispensables historias y anécdotas. Como sabéis, las
Bodegas Enrique Mendoza es una referencia en la Comunidad Valenciana, que digo en
Valencia, en toda España, por su calidad y elegancia en la elaboración de vinos, absolutamente indiscutibles.
Catamos un Enrique Mendoza Merlot Monastrell 2009, que encontramos sedoso y goloso a la par. Largo y agradable. Como sabéis, a Pepe le premiamos su Shiraz 2007 hace un par de años, referencia que seguimos con fruición; nos sacó Pepe el Shiraz 2009 que encontramos elegante, fresco, con su inigualable toque de fruta negra. Degustamos un vino recomendable para descubrir: Enrique Mendoza Cabernet Sauvignon Shiraz 2008; podéis imaginarlo todo de él y lo encontraréis; mineral, vino redondo y muy amplio. Muy interesante. Su Estrecho 2006 es su MONASTRELL, con mayúsculas, ya lo sabéis y en esta oportunidad con una frescura especial y como siempre muy complejo. Nos despedimos de Pepe catando su Moscatel Mendoza, una delicia: notas de hidrocarburos, suave, profundo; con ese dulzor alicantino embriagador.
Antes de acercarnos por el restaurante nos fuimos a dar una vuelta por la Playa del Albir, que merece más de una visita. Nos acercamos a conocer su Villa Romana del Albir, un Museo al Aire Libre interesante. También visitamos la Fundación Frax, dedicada a obras de arte contemporáneo.
El tiempo se nos echó encima y nos fuimos rápidamente a La Nucía, a comer en uno de nuestros restaurantes favoritos:
“El Xato” http://www.elxato.com Como siempre, nos recibieron cariñosamente José y Paco en sala y Cristina en los fogones. La cocina de Cristina Figueira es espectacular. Entre los diversos cursos de cocina que ha realizado destaca un stage que llevó a cabo en el Celler de Can Roca, donde aprendió técnicas culinarias junto a un gran espada internacional como es Joan Roca. ¡Nos esperaba una comida formidable! No dejad de acercaros por allí si queréis probar buenas viandas mediterráneas.
Os contamos los platos que disfrutamos en esta santa casa. Tanto más santa cuanto más cerquita está de la Iglesia del pueblo (¡están pegados!).
Empezamos con unos Snacks: Brioche de aceituna negra con tomate seco, brunoise de tomate natural, sardina ahumada y tapenade de oliva negra. Riquísimos, con notas muy frescas que vino que ni pintado con el cava que nos abrieron: De Nit de Raventos I Blanc, un rosado con un toque de monastrell que nos engatusó. Este mismo cava lo mantuvimos con el primer plato, y abrimos a continuación un blanco interesante: Ermita D’Espiells Blanco 2011, una especie de cava sin burbujas.
Un primer plato: Sopa (gazpacho) de 3 tipos de tomates con futos del mar y helado de lima y apio. Y un segundo: Rollito de salmón relleno de crema de encurtidos y mostazas, sobre aguacate con especias y huevas de salmón. Predominando de nuevo la frescura y los sabores transparentes, bien combinados. De tercero se nos sirvió Huevo pasado por agua, rebozado con pan y frito sobre sobrasada con ciruelas y patatas paja. Espectacular lo que una buena cocinera puede hacer con el humilde huevo. No probé yo este manjar, a mi pesar, ya que preferí un creppe taurino de pasta brie con crema anisada y reducción de monastrell: sabores intensos con recuerdo castellano. Los vinos que acompañaron: Albiyo de Díaz Bayo. Ribera del Duero 2006: la sorpresa de la jornada. Un vino con notas de fruta blanca pero muy, muy floral y unas notas cítricas muy agradables. También abrimos un Albariño 2010: Pazo Rosqueira, que también disfrutamos mucho.
Llegamos al plato de pescado: Pargo con crema de all i pebre, con tallarines de calamar y ñoquis de patata. Sin palabras; perfecta combinación marítima para disfrutar el Mediterráneo. Los que optaron por una carne zamparon Solomillo de cerdo ibérico con salsa al Fondillón, sobre coulis de Timonet limonero, que a decir de los que lo probaron fue todo un acierto y un plato muy bien preparado. Muy buen producto (eso no falla en esta casa). Maridamos con los últimos blancos, y también con Manuel de la Osa 2004, un clásico de Castilla La Mancha, muy rico.
De postre nos sorprendieron con un “Vaso de leche con galletas a la manera del Xato”: helado de nata de Ultrama con cahelle de chocolate (Ocumare de Venezuela, Tanzania y México), espuma de galleta María con arena de chocolate. Me pirro por estos postres sofisticados con los que conseguimos apreciar nuevas notas olfativas y gustativas. Para acompañar los cafeses una trufa de carajillo de anís dulce, y todo ello regado con unos chupitos de PX, de los que no tomé referencia.
En definitiva, un fabuloso sábado que disfrutamos enormemente, como era de esperar, en compañía de nuestros amigos y en esta oportunidad de José, Paco y Cristina, de El Xato.
¡Repetiremos!
2012 Alberto Bermejo
Grupo de cata Mediterráneo