Gran recital de la Diva en Cantabria

Vins Alemanys es uno de los proyectos vinícolas más consolidados en España. Su receta, a priori, es sencilla y no es otra que poner al alcance de los aficionados los mejores vinos de algunos de los más prestigiosos productores alemanes. A partir de ahí, el público es el que decide y lo cierto es que su éxito ha sido considerable, pues es relativamente sencillo encontrar estos vinos en muchas tiendas especializadas y restaurantes que cuiden mínimamente el tratamiento del vino, siendo España un mercado sorprendentemente activo. Nosotros desde luego lo tenemos claro, son vinos excepcionales en su mayoría e imprescindibles en nuestra “dieta” vinícola, vinos que bebemos con frecuencia y disfrutamos al máximo.

Todos los años este importador celebra un portentoso evento, habitualmente en lunes de carnaval y que consiste en la presentación de los vinos de la última añada en curso con la presencia de los productores, siendo el año pasado el único que no se celebró. Este año y conmemorando el décimo aniversario del proyecto, el evento volvió a su habitual lunes de carnaval y con la novedad de que por primera vez se celebraba fuera de Cataluña, no debemos olvidar que el importador tiene su sede en Gerona y siempre fue allí (salvo en 2010 que tuvo lugar en Montbrió –Tarragona-) donde transcurría la fiesta del riesling. Pues bien, este año la cosa tuvo lugar en Cantabria, en un precioso lugar conocido como La Casona de Hornillo y situado en la localidad de Las Fraguas, así que a nosotros nos vino que ni pintado para organizar igualmente unos calentamientos preliminares.

El sábado el primero fue en Casa Cofiño, uno de esos restaurantes imprescindibles para cualquier buen aficionado al vino y los destilados, donde acompañamos su convincente cocina casera con un siempre equilibrado y mineral Champagne Lenoble Blanc de Noirs 1er Cru 2004, con un habitual en este espacio, el siempre poderoso y fiable Champagne Bereche & fils Reflet d’ Antan y un brutal vino de La Rioja, el Gran Reserva 890 1989 de La Rioja Alta, uno de esos clásicos-modernos que está comenzado a vivir y que atesora una clase que le hace capaz de mirar a la cara a cualquier gran tinto del mundo. ¡Enorme! Unos buenos maltas, una larga sobremesa y nos preparamos para la maratoniana jornada de domingo en uno de nuestros restaurantes preferidos, Las Piscinas, un lugar que ya casi es como una segunda casa, al fin y al cabo entrábamos a la 1 de la tarde y salíamos…12 horas después. ¡Y no es la primera vez! Muchos vinos recordamos de ese día, ese fresco Cremant de la Loire de Chidaine, un mineral Champagne Benoit Lahaye brut, un curioso Beautm blanco 2010 (palomino de Liébana elaborado por el tándem Cobo-Viadero), el siempre fiable Viña el Rocallís 2007 en magnum, un barroco y estructurado Ossian Capitel 2009, un encantador Bürklin-Wolf Hohenmorgen GG 2004 en mágnum, un recio Gauby Blanc vielles vignes 2008, esa fresca mencía Lebaniega (Beatum tinto 2010) de los amigos Cobo y Goyo Viadero, un soberbio –en perfecto momento de consumo- Joblot Clos de la Servoisine Givry 1er Cru 1999, los convincentes Riberas de Goyo García Viadero (El Peruco, Valdeolmos, Viñas de Anguix), un profundo y complejo Dönnhoff Hermanshöhle Auslese 1996, un transcendental Reichsgraf Von Kesselstatt Nies’chen BA 1976 o un poderoso Dom Berenguer Solera 1918 de De Muller, junto con algunas botellas más que ahora no recordamos, todo acompañado por las magníficas viandas que Fonso y su equipo nos pusieron sobre la mesa. De nuevo larga sobremesa de risas y grandes destilados y quedando unos pocos elegidos al final, el amigo Fonso nos propuso picar algo para cenar…y no dijimos que no. Un comercial y lujoso Champagne Pierre Mignon Cuvée Madame Privilege 2002, un serio y complicado Champagne Egerie de Pannier Rosé de Saignee y un estratosférico Keller Absterde GG 2007 (mejor riesling seco de la añada en Alemania para la prestigiosa guía Gault-Millau) acompañaron de nuevo a esa cocina casera y plena de sabor que siempre disfrutamos en esta casa, en la que de nuevo pasamos un día para el recuerdo. Eran ya la 1 de la mañana y a las 9 del siguiente día nos esperaban 150 vinos alemanes. ¡A por ellos!

La presentación de este año tenía un planteamiento diferente, ya que en vez de presentar los vinos de la última añada en curso (que en este año sería la 2010), se presentó una minivertical de 3 añadas, que fueron 2007-2008-2009 en casi todos los Grand Cru secos en catálogo, mas referencias dulces especialmente escogidas por los productores. Y entre estos últimos, presencias estelares como las de Carl Von Schubert, Wilhelm Haag, Reinhard Löwenstein o el mismísimo "Dios del riesling", Helmut Dönnhoff. En fin, que la jornada iba a ser maratoniana y casi a contrarreloj, pero al final pudimos probar prácticamente todos los vinos. Destacar la magnífica organización por parte de los responsables de la Casona de Hornillo, que además ofrecieron un buen catering para no catar con el estómago vacío. Como siempre, los productores estaban agrupados en sus respectivos VDP y cada uno tenía su mesa asignada. Vamos pues a ir repasando uno a uno todos los vinos que catamos y nuestra impresión de cada uno de ellos.

Dr Bürklin-Wolf (VDP Pfalz)

Impresionante la representación de vinos secos del productor más prolífico del Palatinado, con doce vinos de un excelente nivel, ni más ni menos que sus cuatro grandes viñedos en tres añadas distintas y así pudimos observar las diferencias entre el elegante y redondo Gasibohl, el radical y potente Pechstein, el floral y mineral Jesuitengarten y el más completo de todos, el excelente Kirchenstück. Las añadas, fieles a su estilo, con los 2007 más abiertos y amables, ideales para consumir ahora aunque con fuerza para evolucionar, los 2008 potentes, incisivos, de gran acidez, sin duda los mejores de largo y los 2009 más cálidos y redondos, más adecuados para iniciarse aunque algo faltos de carácter. En general esa fue la tónica entre estas tres añadas pero con algunas excepciones, en el caso de estos de Bürklin estaba claro, la 2008 se destacó por encima con dos bestias pardas: Pechstein y Kirchenstück. Algo menos nos gustaron los dulces, un Gaisbohl Auslese 2002 bien resuelto, fresco y con equilibrio y un poderoso Pechstein BA 2002, buenos ambos pero no grandes, como por ejemplo sí que recordamos un increíble Pechstein TBA 2007 que probamos hace un tiempo. En cualquier caso mucho ojo a los 2008 secos de este productor, vinos de alto nivel.

Weingut A. Christmann (VDP Pflaz)

Un productor francamente interesante, de esos que consideramos que marca su estilo pero para bien, pues sus vinos poseen una marcada personalidad. Probamos su mejor vino seco, el GG Idig en las añadas 2007, 2008 y 2009. Y de nuevo con las mismas sensaciones, un 2007 accesible aunque con menos pegada, un 2008 realmente avasallador y un 2009 redondito y maduro, lo cierto es que este es un vino muy personal y que nos gusta, rebosa mineralidad. Algo menos interesante aunque francamente amable resulta el Idig Auslese 2007 y un poco en el estilo de los superdulces de Pflaz, el Idig TBA 2005 se muestra apabullante en sus formas, un vino que como casi todos los de esta zona y en este nivel del Pradikat acaba resultando algo excesivo. Nos quedamos sin duda con ese Idig GG 2008.

Weingut Geheimer Rat Dr. Von Bassermann-Jordan (VDP Pfalz)

Bodega histórica en la zona que cuenta con una impresionante colección de añadas viejas, aunque por desgracia no llevaron ninguna al evento. Su elenco de viñedos es de primer nivel y la calidad media de sus vinos nos parece siempre en un nivel bastante elevado. Aportaron dos miniverticales de sus GG, en primer lugar Freundstück 2005, 2007 y 2008 y en segundo lugar Kirschenstück 2006, 2007 y 2008. El primero más potente y estructurado y el segundo más fino y mineral, mucho más completo, haciendo honor a la gran categoría de este viñedo aunque no llegue al nivel de Bürklin-Wolf, bien es cierto que igualmente resulta más económico. Entre las añadas de nuevo la 2008 demuestra su carácter y su fuerza, aunque requiere más guarda. Interesantes resultaron igualmente los Hohenmorgen Auslese 2003 y 2005, añadas cálidas y vinos muy redondos y auténticamente salvaje aunque más domesticado por el tiempo el Jesuitengarten TBA 2002, un vino para catar en muy pequeñas dosis. Gran productor.

Weingut Ökonomierat-Rebholz (VDP Pfalz)

Otro productor de gran nivel en el Palatinado, con mucha diversidad en vinos y variedades, pues además del riesling elaboran interesantes vinos con la chardonnay, la pinot noir o la muskateller. Muy buenos los vinos del GG Im Sonnenschein Ganzhorn, del que catamos las añadas 2007, 2008 y 2009, con un 2008 fabuloso pero además un 2009 que nos sorprendió para bien por su frescura. Un escalón por encima está su gran vino, Kastanienbusch GG con las mismas añadas en liza. De nuevo un 2007 amable, un 2009 francamente interesante y un 2008…¡brutal! Un auténtico tornado en boca, de los mejores secos catados, todo un vinazo. Probamos igualmente el pinot noir Im Sonnenschein GG 2001, bien pero…en Alemania la riesling y en Borgoña la pinot noir. No nos compliquemos. No catamos los gewürtz auslese (un varietal que no nos dice mucho) ni su TBA. Pero ojo a ese tremendo Kastanienbusch GG 2008.

Weingut Günderloch (VDP Rheinhessen)

Productor debutante como última incorporación al portfolio de Vins Alemanys. Con más de 100 años de historia es uno de los fundadores del VDP. Presentaron su GG Nackenheim Rothenberg 2007 y 2009 y lo cierto es que nos convenció sobradamente, vinos profundos y minerales, con sustancia y equilibrio, mejor el 2009 que el 2007. Igualmente satisfactorio resultó el Rothenberg Auslese 2007, 2008 y 2009, mostrando más equilibrio el segundo y finalizando con el Rothenberg BA 2007, quizá demasiado excesivo, en estos niveles el balance es más complicado y se logra con más precisión en Nahe o Mosela. En cualquier caso un productor de gran nivel, con un magnífico viñedo y que nos convenció en especial en calidades secas. Como curiosidad comentar que todos sus vinos llevan tapón de rosca, algo que nos llamó la atención y que anima un debate que cada vez se extiende más, aunque de momento el corcho siga siendo el rey de los tapones. Veremos qué nos depara el futuro en este aspecto.

Weingut Wittmann (VDP Rheinhessen)

Un clásico del Hesse Renano que trabaja en biodinámica desde 2004, con vinos de muy buena calidad. Aportaron su GG Kirchspiel en añadas 2005, 2006 y 2007, siendo el primero complejo en nariz, el segundo más maduro y el tercero muy equilibrado, aunque un paso por debajo del otro GG que presentaron, Morstein 2007 y 2009, más fino y mineral, más profundo y complejo, siendo la primera añada más placentera que la segunda. Mucho mejores, realmente interesantes resultaron los Kirchspiel “S” Auslese-GK 2005 y el Morstein “S” Auslese-GK 2005, dos vinos en plenitud y con mucha materia que ofrecer, en especial el segundo, un gran vino. Muy buenos los dos dulces de este productor.

Georg Breuer (VDP Rheingau)

Uno de nuestros productores preferidos no solo de su zona sino de toda Alemania, presentaba sus dos grandes vinos secos, a saber el Nonnemberg 2007, 2008 y 2009 y el siempre espectacular Berg Schlossberg en añadas 2006, 2008 y 2009. Son dos vinos distintos y ambos nos encantan, el primero algo más abierto y frutal y el segundo pura esencia de mineralidad y fina austeridad, de nuevo los 2008 se destacan por su fuerza interna, aunque el Berg en 2006 tiene un paso por boca salvaje, con unos 2009 francamente placenteros. Aquí hay mucha grandeza, amigos. Y un lujo fue poder probar igualmente su Berg Schlossberg Auslese-GK en añadas 2004, 2006 y 2008, con este último como claro vencedor de la tanda pues resulta el mejor balanceado de los tres, con una acidez salvaje y un dulzor muy integrado. Lástima que no aportaran el excelente 2003, ya que el 2004 no daba mucho la talla. Y salvaje en todos los aspectos resultó el Berg Schlossberg TBA 2003, una auténtica esencia de los dioses, que con solo una pequeña cantidad llenaba el paladar de múltiples sensaciones. Estos TBA son vinos de auténtica meditación, llenos de concentración. Lo dicho, un productor de primer nivel que nunca decepciona.

Peter Jakob Kühn (VDP Rheingau)

Un productor que ha pasado por un tiempo de transición a la agricultura biodinámica que actualmente practican bajo los auspicios del prestigioso sello Demeter. Nos presentaron su Grand Cru seco Doosberg en añadas 2006, 2008 y 2009. Nos dejó algo fríos pues portaba quizá en exceso ese toque a veces algo animal de muchos vinos biodinámicos, parecía un vino más de autor que de terruño. Otra cosa muy distinta resultaron los dulces, con un soberbio St. Nikolaus Auslese del que catamos 2004, 2006 y 2008, resultando este último claro vencedor, un vino potente y recto, con una acidez que hace salivar y limpia la boca, un vino realmente sorprendente. Y a buen nivel se mostró igualmente su Lenchen Eiswein 2004, aunque sucumbió ante las bestias del hielo que luego probaríamos. Un productor que va a más y con unos Auslese francamente buenos.

Hermann Dönnhoff (VDP Nahe)

Nuestro particular Dios del Riesling estuvo a la altura esperada. Comenzamos con su Felsenberg GG 2007 y 2009, mejor el primero, un vino con una salvaje acidez y con una fruta muy definida. Dellchen GG 2008 y 2009 son un paso adelante, aquí se percibe más prestancia, más complejidad, más longitud, grandes vinos. Y la cima si hablamos de secos fue como siempre el Hermannshöhle GG, en este caso el 2009, quizá el mejor vino de una añada que no nos ha convencido demasiado como en muchas otras grandes zonas vínicas europeas. Este HH es siempre una maravilla, tal como nos confirmó un 2007 abierto recientemente. Pasando a los dulces, probamos Hermannshöhle Auslese 2007 y 2009 y nos pareció igualmente algo mejor el segundo, más complejo y equilibrado, mostrando de nuevo una calidad apabullante. Terminamos con uno de los grandes vinos del evento, el Brücke Eiswein-GK #19 2002, uno de esos vinos que consiguen detener el mundo cuando se prueba, desgraciadamente poco por su precio y escasez, pero uno de los grandes vinos dulces del planeta. En fin, qué vamos a contarles de este productor que no les hayamos contado, para nosotros es imprescindible.

Emrich-Schönleber (VDP Nahe)

Hace tiempo que venimos comentando que este productor cada vez está más cerca del maestro Dönnhoff y lo cierto es que casi podemos decir que está a su altura, formando ambos un binomio brutal en Nahe. Catamos su Halenberg GG  en añadas 2007, 2008 y 2009, un vino que nos parece sencillamente excepcional porque lo tiene todo, frescura, acidez, profundidad,  longitud, grandeza en una palabra. Nos gustaron las tres añadas, la primera más accesible, la segunda más incisiva y la tercera sorprendente por su fuerza interna, a la altura del HH 2009 del maestro. Interesante aunque con un corte algo más maduro resultó su Halenberg Auslese 2009 y sencillamente arrebatadores sus Halenberg Auslese-GK 2002 y 2005, dos vinos espectaculares por su fuerza interna y por su brutal balance entre acidez y dulzor. Vaya pedazo de vinos, oigan. Y para qué hablarles del Frünlingsplätzchen Eiswein 2007, un vino de hielo que te deja helado por su impresionante elegancia y por la transparencia que muestra, un vino que tampoco va muy a la zaga del Brücke de Dönnhoff. Pues eso, que estamos ante un productor como la copa de un pino, con unos vinos excepcionales y que están al máximo nivel, además en clara progresión. ¿Dónde llegará? Pues creemos que a lo más alto, aunque ya puede decirse que allí está.

Weingut Grans Fassian (VDP Mosel)

Comenzamos el recorrido por nuestro amado Mosela (ahora llamado VDP Mosel, aunque nosotros preferimos la antigua denominación de Mosel-Saar-Ruwer) con este fantástico productor con vinos dulces de gran nivel y probada capacidad de envejecer, con el atractivo de unos precios muy ajustados para su calidad. Comenzamos con sus vinos secos, en este caso el Hofberg GG 2007, 2008 y 2009 y el Laurentiuslay GG 2009, vinos que expresan limpieza y mineralidad, aunque se quedan algo cortos comparados con  sus excelentes dulces, en primer lugar un finísimo Goldtröpfchen Spätlese 2005 y 2007, más profundo y complejo el primero, el tremendamente equilibrado Goldtröpfchen Auslese 2000, un vino de casi inmejorable RCP y sobre todo, el siempre fantástico Apotheke Auslese-GK 1997, un vino y un viñedo que nunca fallan, vinos de probado nivel y capacidad de evolución. Para finalizar una joyita de la casa el Riesling Eiswein 1995, joven, elegante, balanceado, un vino de verdadero placer que no hace más que confirmar el gran nivel de este productor.

Fritz Haag (VDP Mosel)

Son ya muchas las ocasiones en las que hemos comentado que este productor es nuestra debilidad no solo en el Mosela sino en todo el rielsing alemán. Sus vinos son una caricia de seda, los más elegantes de la zona. Comenzamos con su Juffer Sonnenuhr GG 2008 y 2009, vinos secos que portando el sello de la casa no llegan a mostrar todo lo que tiene este viñedo, algo que ya se consigue con sus versiones dulces, de las que catamos el impresionante Juffer Sonnenuhr Auslese-GK 2004, 2006 y 2007. ¡Vaya vinos! Estas versiones GK muestran todo lo que supone este viñedo en manos de este productor, un paradigma de elegancia, suavidad, clase y sutilidad, tres verdaderas maravillas en las que mereció la pena recrearse. Nuestro favorito el 2006, una añada no muy buena en otras zonas pero que en vinos dulces del Mosela resultó excepcional, nunca olvidaremos aquel Juffer Sonnenuhr TBA 2006, probablemente el mejor vino de este tipo que hayamos probado. Terminamos con el Juffer Sonnenuhr BA 2005, un vino igualmente excepcional, en la gran línea de la casa, aunque quizá menos equilibrado que los GK. En cualquier caso Frtiz Haag de nuevo destacó y este año todavía más con la presencia del ilustre veterano Wilhelm Haag. ¡Todo un lujo!

Reinhold Haart (VDP Mosel)

Otro clásico de su zona con vinos de muy buena calidad, algo complicados en su fase de juventud pero con gran capacidad de envejecer, además con precios bastante ajustados por lo general, un productor francamente interesante. Sus vinos secos, Goldtröpfchen GG 2007 y 2008 nos gustaron mucho, vinos etéreos, minerales, finos y con profundidad, mejor el primero que el segundo en estos momentos. Pasando a calidades dulces, Goldtröpfchen Spätlese 2004 y 2008 mostraron su buen nivel en especial el primero, al que los años le han sentado de maravilla y es un prodigio de equilibrio, el segundo acusa un tanto esos toques de sulfuroso que tienen los vinos de este productor en sus primeros años de vida. Algo parecido ocurrió con los Goldtröpfchen Auslese 2003 y 2009, el primero se mostró algo más cálido pero francamente agradable y el último demasiado joven para ser disfrutado ahora, a los vinos de este productor hay que darles tiempo y con ese tiempo nunca decepcionan.

Heymann-Löwenstein (VDP Mosel)

Quizá el mejor productor de vinos secos en el Mosela, con vinos en ocasiones radicales y directos, pero siempre llenos de personalidad y con una expresión de terruño que muy pocos consiguen. Magnífico su despliegue en la parte seca con Stolzenberg GC 2007 y 2009, vinos minerales y transparentes, Röttgen GC 2005 y 2007, vinos donde destaca la finura y la delineación y terminando por el impresionante Uhlen “R” GC 2005, 2007 y 2009, un vino que resume lo que es este productor que no da lugar a posturas ambiguas, o gusta mucho o no gusta nada. Y nosotros estamos entre los primeros. De los tres Uhlen R nos quedamos con 2007, pleno de fuerza y un prodigio de acidez, un gran vino. De sus dulces, catamos Uhlen “R” Auslese-GK 2005 y 2007 y Uhlen “R” BA 2005. Quizá sus dulces transmiten menos el terruño que los secos, al revés que en otros productores del Mosela, pero en este caso nos encontramos ante tres vinos de gran interés y que muestran la esencia de uno de los viñedos más espectaculares de Alemania, por su disposición y su curiosa composición de suelos. Y la simpatía de Reinhard siempre presente, un gran tipo y unos grandes vinos, eso sin duda.

Reichgraf Von Kesselstatt (VDP Mosel)

Un productor que siempre genera debate, pues tiene una amplia gama de vinos y la calidad es muy dispar, aunque lo cierto es que su colección de viñedos es francamente interesante con unos resultados que en nuestra opinión pocas veces defraudan. Comenzamos con los vinos secos catando su Scharzhofberger GG 2007 y 2009 y el monopole Josephshöfer GG 2005, 2007 y 2009, los 09 se mostraron algo potentes y cálidos y los 07 más amables y accesibles. Buenos vinos, aunque pensamos que lo mejor del productor está en la vertiente dulce. Aquí el productor aportó vinos de los mismos viñedos, a saber Scharzhofberger Spätlese 2006 y 2007 y Josephshöfer Spätlese 2002 y 2007, además del Auslese 1999. Estos vinos siempre nos parece que dan la talla mostrando la clase de dos excelentes viñedos, hay añadas que nos gusta más el vino de un viñedo que el del otro, pero a la hora de la verdad son todos fieles representantes de su zona. Terminamos con una verdadera maravilla, el Nies’chen Eiswein 2002, uno de esos vinos que merecen una reverencia cuando se catan, una maravilla de balance, equilibrio y mineralidad, que muestra la clase de este viñedo y esta añada, fantástica para los vinos de hielo. ¡Grande!

Maximin Grünhaus – Schubert’sche Gutsverwaltung (VDP Mosel)

Otro productor cuyos vinos nos apasionan por su proverbial finura, transparencia y capacidad de envejecer, con una gama de viñedos absolutamente soberbia en el Ruwer. El amigo Carl Von Schubert aportó una buena representación y comenzamos con el excepcional Abtsberg “Superior” 2007, 2008 y 2009, la versión seca de su viñedo más señero, una apabullante muestra de lo que debe ser una riesling seca, plena de mineralidad, definición y fuerza interna. Nuestro preferido ahora el 2007, aunque el 2008 tiene una pinta extraordinaria. En calidades dulces espectaculares los Abtsberg Auslese #21 2005, #45 2006 y #75 2007, tres vinos de esos que dan ganas de exprimir la copa para ver si puede salir algo más. Son la definición casi perfecta de lo que debe ser un Auslese del Mosela, portadores de un balance inmejorable. Aquí destacó el 2006, una añada tremenda para este tipo de vinos. En los tres figura el número de tonel y se trata de una selección especial, equivalente a un Auslese-GK en otros productores, unos vinos de muy altos vuelos, cima que alcanzamos con su último vino en cata, el imperial Herrenberg Eiswein 2008. Esta añada ha sido la mejor para los vinos de hielo desde 2002 y la clase que porta rebosa todas las cotas imaginables, es un vino que prácticamente alcanza ese ideal que conocemos como la perfección. Tanto nos gustó que como ultimo vino volvimos a él y el amigo Carl nos sirvió de nuevo una copa para retirarnos felices. ¡Qué grandioso productor y qué grandiosos vinos!.

Weingut Joh. Jos. Prüm (VDP Mosel)

Los vinos de “Juanjo” Prüm son probablemente los Riesling dulces más apasionantes que existen. Complicados en su juventud, a menudo esquivos, con una marcada presencia de reducciones y del sulfuroso, en nuestra opinión son capaces de envejecer mejor que ninguno, son vinos de lenta y pausada evolución, por los que no pasa el tiempo. En sus versiones más selectas, son vinos que aguantan muchos decenios. Comenzamos con sus deliciosos Wehlener Sonnenuhr Kabinett 2004 y 2007, de los pocos vinos de este nivel de pradikat presentados y que nos encantan por su balance y finura, vinos que se beben solos. Después llegaron los Wehlener Sonnenuhr Spätlese 2004 y 2007, más asentado el segundo pero muy jóvenes los dos, algo parecido a los Wehlener Sonnenuhr Auslese 2003 y 2007, vinos que no dicen nada si comparamos con lo que expresan a partir del décimo año, algo que ya pudimos ir contemplando en los Wehlener Sonnenuhr Auslese-GK 2002 y 1998. Buff, ¡qué vinos!. Aquí ya vamos viendo lo que son estas joyas, el 2002 parece un vino del año por su pureza y  juventud, pero ya va perdiendo poco a poco esas reducciones iniciales, algo que confirmamos con el 98, uno de esos Auslese que podemos calificar como grandiosos y que muestra a las claras lo que son los vinos de este productor. Y lo mejor es que dentro de 15 o 20 años seguirán igual, ya que por estos vinos no pasa el tiempo. Brutal productor.

Egon Müller - Scharzhof (VDP Mosel)

Terminamos con el que sin duda es el mejor productor de Alemania y en nuestra opinión una de las 10 mejores bodegas del mundo. Los vinos del Scharzhofberger, esa mágica colina del Sarre en manos del gran Egon son la cumbre del riesling dulce, vinos que traspasan el concepto meramente enológico llegando a la categoría de mito. Quizá solo tienen un problema y es que necesitan tiempo, mucho tiempo, beberlos con menos de 10 años es no beberlos. Bueno, y otro problema, el precio, claro. Pero vaya, por eso hay que aprovechar las pocas ocasiones que tenemos de disfrutarlos. Comenzamos con un  Scharzhofberger Spätlese 1989, un vino que mostraba lo que comentamos, muy joven, apenas ha comenzado a vivir, pero mostraba ya las impecables maneras que atribuimos a este vino. Después llegaron los Scharzhofberger Auslese 2003, 2006 y 2007, tres vinos portadores de una finura proverbial, tres vinos que resumen la grandeza de la diva en manos de su mejor intérprete. Ahora estaba algo mejor el 2003, aunque las maneras del 2006 apuntan muy alto, siendo el 2007 excesivamente joven. El Scharzhofberger Auslese de Müller es el vino que mejor representa el alma del Musigny en el Mosela: un puño de hierro en un guante de seda.

Ya sabemos que se nos ha hecho largo pero es que no podemos resumir en menos espacio lo que dieron de sí estas 6 horas de ritmo infernal, vinos grandiosos y continuas emociones. Entre nuestras conclusiones prácticamente nada que ya no supiéramos, pero siempre es un placer poder confirmarlo. En primer lugar que cuando hablamos de productores tan buenos no existen los vinos malos. Que dentro de este impresionante elenco tenemos nuestros preferidos, en especial Bürklin-Wolf (Pechstein y Kirchenstüsk), Christmann (Idig), Ökonomierat-Rebholz (Kastanienbusch), Breuer (Berg-Schlossberg), Dönnhoff (Hermanshöhle, Brücke), Schönleber (Halenberg), Fritz Haag (Juffer-Sonnenuhr), Heymann-Löwenstein (Uhlen R), Grünhauser (Abtsberg, Herrenberg), JJ Prüm (Wehlener Sonnenuhr) y Egon Müller (Scharzhofberger), vinos que nos apasionan prácticamente en cualquier añada y nivel del prädikat. Que en cuanto a las añadas, la 2008 cada vez nos gusta más, añada clásica, de vinos austeros y minerales, que llegarán muy lejos, algo menos la 2009, que quizá resulta muy madura, la 2007 más accesible y amable, aunque quizá algo falta de carácter, que la 2002 está ahora en un momento formidable, que 2003 y 2006 en vinos dulces (esta última sobre todo en Mosela) nos están dando muchas alegrías, en fin, que cada añada expresa sus propias características y eso es lo que nos encanta, a partir de ahí decidimos qué es lo que nos gusta más de cada una y lo que menos. Pero sobre todo, lo mejor que nos llevamos de este evento es su parte social, el hecho de poder hablar con los productores, en especial nos resultó emocionante conocer al veterano Wilhelm Haag y felicitarle por esos vinos que tantas alegrías nos han dado, además de saludar a mucha gente conocida, profesionales y aficionados y culminar un nuevo fin de semana enológico en Cantabria que no olvidaremos por lo bien que nos lo pasamos y por esos mágicos momentos que vivimos.

Y recuerden que cuando la diva está en una copa…se acabaron los debates. ¡Viva el riesling, amigos!

Un saludo,

Eugenio Sáenz de Miera Arnau

(EuSaenz)