Camus-Bruchon: magníficos borgoñas que no vacían bolsillos

Últimamente las cosas están cada vez más complicadas para los que somos aficionados a los vinos de Borgoña. La demanda de los mercados tradicionales y la cada vez mayor de los emergentes, unida al hecho de que Borgoña es pequeña y produce una cantidad limitada de vino, hace que poco a poco y paso a paso los vinos que más nos interesan sean más caros y más complicados de encontrar, con lo que muchas veces hay que ampliar miras y buscar tesoros escondidos. Muchos de esos tesoros proceden de zonas menos conocidas fuera de las grandes AOC mediáticas de la Côte de Nuits o de la Côte de Beaune.

Una de esas denominaciones es Savigny-les-Beaune, una zona de 350 has que produce vinos tintos en su mayoría aunque igualmente blancos y que está situada cerca de la capital borgoñona del sur, la ciudad de Beaune. Casi la mitad de la superficie (143 has) la ocupan los 22 viñedos clasificados como premier cru, pues en esta zona no hay grand crus, siendo los más conocidos Les Lavieres, Aux Gravains, Les Jarrons y Les Narbantons. Al ser una zona menos prestigiosa, es cierto que hay que buscar y seleccionar con más cuidado, pero hay una serie de productores que elaboran muy buenos vinos con el atractivo de un precio mucho más ajustado que si vinieran de otras apelaciones más afamadas.

Y es en este punto donde surge nuestro protagonista de hoy, el Domaine Camus-Bruchon, uno de los mejores –para muchos el mejor- productor de tintos de esta denominación y cuyos vinos tuvimos el placer de conocer en uno de esos “lunes borgoñones”, que Delia e Iñaki nos preparan a conciencia una vez al mes en su Vinoteca “La Fisna”. Como en muchos otros pequeños productores de Borgoña, hablamos de un domaine familiar, cuya gran ascensión llegó bajo las riendas de Lucien Camus, que relevó a su padre en 1971 y en la actualidad ha cedido la dirección a su hijo Guillaume, quien es realmente responsable de las vinificaciones desde 2009. La máxima del trabajo de este excelente productor es la viña ya que poseen parcelas en los mejores viñedos de Savigny y mucha viña vieja, algo que resulta complicado en general en Borgoña. Son un total de 9,2 has que se reparten en su mayoría entre viñedos villages y premier cru de Savigny, pero también tienen viñedos en Chorey-les-Beaune, en el premier cru de Beaune “Clos du Roi” y en el de Pommard “Les Arvelets”. En la bodega son poco intervencionistas y de corte clásico, despalillan casi toda la producción y son muy cautos con la madera nueva, que apenas llega al 25%. El resultado, a tenor que lo que catamos el otro día, son unos excelentes tintos llenos de personalidad, con un fantástico balance entre fuerza y elegancia y realmente encantadores en todas sus fases, vamos, toda una agradable sorpresa. Repasemos los cinco vinos que catamos.

Camus-Bruchon Savigny-les-Beaune “Grand Liards” 2009

Grand Liards es un “lieu-dit”, una viña no clasificada pero con derecho de mención con cepas muy viejas, plantadas entre 1913 y 1922, situado en el centro de la AOC y pegado a los mejores premier crus. Y empezamos bien. Se trata de un vino que sorprende de inicio por su seriedad, una sensación casi más de premier cru que de “villages”. Un vino con profundidad, estructura y sorprendente frescura, decimos sorprendente porque como hemos comentado anteriormente la añada 2009 no nos está gustando en general en Borgoña pero hay algunas honrosas excepciones y este vino es una de ellas. Quizá el problema de este vino es que su precio es apenas algo más bajo que los premier cru y eso le  hace menos atractivo, pero supuso sin duda un inicio más que prometedor que nos iba preparando para lo que se nos venía encima.

Camus-Bruchon Savigny-les-Beaune 1er Cru “Gravains” 2007

Camus-Bruchon Savigny-les-Beaune 1er Cru “Gravains” 2008

Aux Gravains es un premier cru de 6,15 has, con viñas de 50 años aunque una pequeña parte se plantó en 1970. Suelos de componente arcillo-calcáreo y orientaciones al sureste. Lo mejor que podemos decir de este vino, además de su calidad, es que consigue una perfecta interpretación de la añada. El 2007 se muestra más etéreo, más fino, más ligero, quizá más elegante, aunque acaba sucumbiendo ante la perfecta definición del 2008, un vino con mayor profundidad y carácter mineral, con más “chicha” en boca y francamente apetitoso en el final, en el que deja una elegante huella frutal. Dos vinos distintos que proceden de dos añadas distintas, aunque desde luego que en tintos nos quedamos con 2008, una añada que cada vez nos gusta más. Vinos elegantes y francamente apetecibles.

Camus-Bruchon Savigny-les-Beaune 1er Cru “Lavières” 2008

Les Lavières es uno de los mejores viñedos de esta comuna, quizá el que proporciona los vinos más elegantes y encantadores. Son un total de 17,6 has y la parcela que controla el productor es de viña vieja, plantada en 1948. Nos encontramos ante un vino que nos conquista desde un primer momento porque lo tiene todo, es un vino frutal, mineral, especiado, equilibrado, elegante, con fuerza, largo, encantador, un vino que de verdad nos deja totalmente sorprendidos por su enorme calidad, la frase que más surgió es sobre las opiniones que podría causar en cata ciega, no tendríamos dudas de que sería colocado en una zona y productor mucho más prestigioso que el que nos tiene ahora ocupados. Sorpresón en la copa y un vino más que recomendable.

Camus-Bruchon Savigny-les-Beaune 1er Cru “Narbantons” 2008

Y por ultimo catamos el considerado mejor viñedo de la apelación, con un total de 9,5 has orientadas al noreste, algo no habitual en la zona. Y si los vinos de Lavières con paradigma de elegancia, los de este viñedo lo son de complejidad y profundidad, son vinos que por lo general necesitan de más tiempo en botella para afinarse. Y así es el vino, sin duda se advierte su seriedad en nariz, es el más cerrado de todos y el que muestra más capas, aunque requiere de un mayor trabajo con la copa. En boca es más potente y estructurado que el anterior, quizá con mayor carácter de Savigny, pero portando una elegancia y una clase que sitúa a este productor como una verdadera y agradable sorpresa. Nos gustó algo más Lavières para tomar ahora, aunque todo indica que este Narbantons envejecerá mejor y llegará más lejos. En cualquier caso, dos vinos excelentes y complementarios.

El productor también elabora en Savigny un Bourgogne tinto genérico, un blanco “village” de viñas situadas al norte de la AOC, un Savigny “village” tinto que parte de viñas de 80 años y un “lieu-dit” llamado “Pimentieres” con viñas igualmente muy viejas. Lo cierto es que sus vinos nos han causado una impresión inmejorable pues portan la rusticidad terrosa de Savigny pero combinada con una elegancia y un equilibrio de productor grande. Y lo mejor sin duda son los precios, no hablamos de baratijas, claro, eso en Borgoña por desgracia no existe, pero poder disfrutar de unos excelentes premier cru con todas las de la ley por precios en torno a los 30 euros es sin duda algo destacable y que hace de estos vinos una auténtica revelación bajo nuestro punto de vista, excelentes Borgoñas que no vacían en bolsillo y que nos recomendamos tanto a nosotros mismos como a quien quiera disfrutar de una gran borgoña pagando lo justo.

Una grata sorpresa sin duda.

Un saludo,

Eugenio Sáenz de Miera Arnau

(EuSaenz)

(*) La imagen de la entrada al Domaine es de weimax.com/red_burgundy.htm