Blog de Eugenio Saenz

Gevrey-Chambertin, los Borgoñas más compactos

Los tres próximos artículos que vamos a publicar en este espacio van a versar sobre una de nuestras cinco zonas vinícolas preferidas a nivel mundial, la Borgoña. Hoy hablaremos de Gevrey-Chambertin, la semana que viene de Meursault Perrieres, un Primer Cru con alma de Grand Cru y la tercera de Michel Lafarge, el gran clásico de Volnay. Y es que Borgoña tiene algo que cada vez nos atrae más, tiene alma, tiene duende, pero no deja de ser cierto que cuanto más vinos de esta zona catamos, más nos damos cuenta de lo que todavía nos queda por aprender, pues la complejidad que posee llega a hacerla inabarcable y a veces, difícil de comprender.

En un nuevo capítulo de ese fantástico ciclo “vinos de pueblo” que nos está llevando de forma virtual por los pueblos más importantes de Borgoña a través de sus vinos en la Enoteca Barolo y de la mano de Luis Gutiérrez, esta vez nos situamos en Gevrey-Chambertin, pueblo situado a 15 km de Dijon y mayor productor de tintos en la Côte d’ Or. El nombre del pueblo viene de Gabriacus, nombre galo-romano existente en el año 640 y el del viñedo de Chambertin, de un paisano llamado Bertin que plantó un viñedo al lado de la abadía de Bèze. En 1847 el pueblo pasa a llamarse Gevrey-Chambertin. Actualmente tiene algo más de 3000 habitantes, siendo uno de los más grandes de la zona, con 542 has de viñedo en total y 9 Grand Crus de los 24 que existen en total en la Côte de Nuits. Sus vinos tintos tienen fama de ser de los más potentes, compactos, concentrados, terrosos y quizá con la mayor capacidad de envejecer de toda la Borgoña.

De esas 542 has de viñedo que pertenecen al pueblo, 369 son de “villages” o comunales, incluyendo las 50 has de Brouchon que pueden etiquetarse como Gevrey-Chambertin. Producen algo menos de 2 millones de botellas al año y hay un buen número de viñas que tienen derecho de mención “lieu-dits”. Catalogadas como Premier Cru tenemos 86 has divididas en 26 pagos con algo menos de 500.000 botellas en total. Y como Grand Cru hay un total de 87 has en 8 ó 9 pagos según fuentes, ya que Charmes-Chambertin incluye el Mazoyères-Chambertin. El total de botellas de esta categoría oscila sobre las 350.000. De entre los Premier Cru, Clos de St. Jacques es el viñedo más prestigioso, considerado superior a muchos Grand Cru, y entre estos últimos, Chambertin y Chambertin Clos de Bèze son los de mayor prestigio. Con sus 12´9 has, Le Chambertin está considerado por muchos expertos como el mejor viñedo tinto de toda la Borgoña y el vino preferido de Napoleón Bonaparte, que prácticamente no bebía otra cosa. Otros importantes Premier Crus son Lavaux Saint-Jacques, Les Cazetiers, Combe au Moine y Aux Combottes y el resto de Grand Crus son Chapelle-Chambertin, Mazoyères-Chambertin, Charmes-Chambertin, Griotte-Chambertin, Latricières-Chambertin, Mazys-Chambertin y Ruchottes-Chambertin. Con bodega en el propio pueblo figuran productores tan importantes como Denis Bachelet, Pierre Bouree, Charlopin, Pierre Damoy, Claude Dugat, Bernard Dugat-Py, Jean-Marie Fourrier, Denis Mortet, Armand Rousseau o Jean-Louis Trapet. Otros como Perrot-Minot, Leroy, Jacques Prieur o Mugneret-Gibourg disponen de parcelas en los mejores crus del pueblo, aunque no están situados en él.

Bien, pues tras esta somera introducción a los vinos del pueblo vamos a repasar los siete vinos de la cata, todos ellos muy representativos de dicha comuna.

Denis Bachelet Bourgogne 2008

En principio estaba programado catar el Gevrey “village” de este vino, pero al final hubo un cambio y comenzamos por su genérico. Se trata de un productor de culto en la zona que cuenta con tan solo 3 has de viñedo y muy pocas botellas. Denis se encuentra al frente de un negocio eminentemente familiar que trabaja de forma artesanal, con unos rendimientos de viña muy bajos debido en especial al uso de cepas viejas y podas en verde. Utilizan levaduras indígenas y las crianzas tienen lugar en barricas usadas, el porcentaje de roble nuevo no supera el 20%. Se embotella sin filtrar ni clarificar. Su principal vino es el Charmes-Chambertin, elaborado con viñas de casi 100 años de edad, además del Premier Cru “Les Corbeaux”, media ha. de Gevrey “village” y algo de Borgoña genérico. Dispone además de viña en la AOC Côtes-de-Nuits-villages.

Este genérico, elaborado probablemente con viñas de la zona de Gevrey pero no clasificadas como comunales, es un vino francamente interesante, fresco, frutal, con acidez, ligero pero sin perder carácter, un magnífico genérico que se encuentra entre lo mejor que podemos encontrarnos en esta categoría, siempre teniendo en cuenta las pocas botellas que se producen. Un productor a tener muy en cuenta.

Domaine Fourrier Gevrey-Chambertin 2008

Este domaine ha comenzado a destacar desde que Jean-Marie Fourrier tomara las riendas del negocio relevando a su padre a mitades de los 90. Su calidad está basada en una viña muy cuidada en varios de los pagos más prestigiosos de la AOC, entre ellos Griotte-Chambertin o Clos de Saint-Jacques, aunque también produce vinos en Morey, Chambolle y Vougeot. Su forma de elaborar vinos está basada en la mínima intervención, con la utilización de muy poco sulfuroso y protegiéndolos con el carbónico natural retenido tras el embotellado. El resultado son unos vinos muy frutales y finos, con más carácter de Chambolle que de Gevrey y cuya capacidad de envejecimiento está todavía por ver.

Este “villages” es un vino interesante, con carácter, fresco y aromático, redondo y accesible, fácil de beber pero con cierta personalidad, de carácter más elegante que potente. Un buen vino de un productor que hay que tener en cuenta, aunque por su forma de elaboración puede darse una variabilidad entre botellas, ya que hace poco probamos este vino del 2007 y la botella no salió igual.

Pierre Bourée Gevrey-Chambertin Clos de la Justice 2007

Domaine familiar con una historia que se remonta a 1864, se trata de un "negociant" que posee viñedo en propiedad, unas 4 has en total, además de un restaurante. Estilo ultra-tradicional vinificando siempre con raspón, llegando en ocasiones al 100%. Maceraciones cortas y crianzas bastante largas en maderas usadas, el porcentaje de roble nuevo apenas llega al 10-15%. El viñedo Clos de la Justice es un “lieu-dit” de 2 has que pertenece íntegramente a la bodega, se trata por tanto de un “monopole”. Sus vinos tienen fama de ser rústicos y con mucho carácter.

Y lo cierto es que el vino se comporta maravillosamente, sorprende su limpieza y buena definición en nariz para tratarse de un estilo tan clásico y resulta encantador en boca, donde una poderosa acidez vertebra un conjunto de mucha prestancia, un vino que destaca por su seriedad y por su estilo, que gustará a los buenos amantes de lo que es un Borgoña tradicional con carácter y raza. Sorprendente este viñedo, cuya calidad nos parece que no tiene nada que envidiar a la de muchos Premier Crus.

Denis Mortet Gevrey-Chambertin 2006

Este es uno de los nombres míticos de la Borgoña, en especial tras su trágico fallecimiento en 2006, cuando decidió quitarse la vida tras una larga depresión. Comenzó su trayectoria en 1991 y fue uno de los discípulos de Henri Jayer, resultando uno de los apóstoles del Borgoña moderno, vinos despalillados, más extraídos y criados siempre en maderas nuevas, otorgando a sus creaciones un estilo propio y marcado. Sin embargo y a partir del año 2000 va suavizando un tanto sus formas en la elaboración, algo que daba más importancia a la viña, un aspecto en el que Denis fue un auténtico portento. En la actualidad son su viuda y su hijo Arnaud quienes llevan el mando de la bodega con un estilo cada vez más fino y menos intervencionista.

Este Gevrey “village” es un vino de gran calidad y sobre todo, mucha personalidad. Todavía vemos ese “estilo Mortet”, un vino bastante potente y estructurado, pero con nobleza y mucha personalidad en sus fases. Vino con peso, que no deja indiferente, que deja su huella tras un paso pleno y sabroso, que tiene un buen margen de mejora en botella. Lo único en su contra son los precios, un tanto elevados tratándose de un villages, pero…es el precio del mito.

Domaine Dujac Gevrey-Chambertin 1er Cru “Aux Combottes” 2006

La bodega de Jacques Seyses está en Morey-St-Denis y es relativamente joven para lo habitual en Borgoña, tengamos en cuenta que el precio de los viñedos hace casi imposible poder adquirir parcelas y casi todas las bodegas son empresas familiares que van cambiando de manos por generaciones. En este caso todo partió de una bodega vendida en 1967 (Marcel Graillet) que compra la familia Seyses, con 4,5 has inicialmente llegando a ser 12 en la actualidad, tras la compra de una impresionante colección de parcelas en grandes pagos. Esa colección se vio aumentada en 2004, cuando junto con Domaine de Montille y un grupo de inversores adquieren el Domaine Thomas-Moillard con sus 30 has de viñedo, con climats tan fabulosos como Bonnes-Mares, Chambertin, Romanée St Vivant, Malconsorts o Beaumonts. Los vinos de Dujac son siempre especiales, trabajan con raspón y tienen un color bajo, además suelen ser vinos duros en su juventud, con una importante carga de madera, sin embargo, la gran calidad de la materia prima con la que trabajan hace que casi siempre esa madera quede absorbida por el vino, dando lugar a esos prototipos aromáticos, elegantes y equilibrados que siempre asociamos con Borgoña.

Este 1er Cru de Gevrey se presenta con estilo, vino de mucha fuerza, serio, con carácter, uno de esos vinos que, a pesar de su indudable juventud, ya nos dice algo distinto a la hora de catarlo, se advierte calidad de viña y de elaboración, se advierte muy a las claras que hay vino. Cambiante, profundo en nariz, potente y estructurado en boca, con mucho futuro, dejando una elegante huella en el final, uno de esos vinos que hablan por sí mismos de la grandeza de un productor. Lo bueno hay que pagarlo, pero en este caso merece totalmente la pena.

Confuron-Cotetidot Gevrey-Chambertin 1er Cru “Le Petite Chapelle” 2005

Domaine surgido tras la unión de dos familias (Jacky Confuron y Anne Cotétidot), actualmente dirigido por sus hijos Yves y Jean Pierre. Cuentan con 7 has de viñedos, con algunos de los mejores de Borgoña en su haber. Sus vinos suelen ser poderosos, sólidos, potentes, un estilo que no suele estar emparentado con lo que llamaríamos “clásico borgoñón”, pero que obviamente tiene sus seguidores. Las maceraciones en frío con importantes extracciones han sido siempre parte de su estilo, aunque parece ser que los hijos van suavizando algo las formas.

Lo cierto es que últimamente hemos catado unos cuantos vinos de este productor y no termina por convencernos, son vinos de un estilo muy marcado, demasiado moderno para nuestro gusto, al menos siendo los vinos jóvenes. Este Gevrey, procedente de una añada muy buena y de larga guarda para tintos borgoñones, nos ha gustado algo más que otros catados de distintas comunas, pues al menos sí que tiene marcado el estilo que esperamos de un buen Gevrey, sin embargo ese toque tan concentrado y terroso del productor acaba siendo protagonista. No obstante pensamos que este es un vino que tiene hechuras para mejorar en los próximos 10 años.

Armand Rousseau Ruchottes-Chambertin “Clos des Ruchottes” 2001

No puede haber una cata completa de Gevrey-Chambertin sin un vino de Armand Rousseau. Fundada a principios del siglo XX, comienzan a embotellar vinos en 1920. El patriarca de la familia fallece en 1959 y son primero su hijo y después sus nietos con Eric Rousseau a la cabeza quienes dirigen la bodega en la actualidad. El estilo es tradicional, con un despalillado de un 90% de la uva, vinificaciones en acero y crianzas en maderas tanto nuevas como usadas, variando el porcentaje según el  viñedo en cuestión y que suelen durar entre 20 y 22 meses. Sus 14 has de viñedo comprenden los más importantes viñedos de la región, siendo los primeros propietarios de Le Chambertin y los segundos de Clos de Beze, pero poseen igualmente viñas en los otros Grand Cru de la zona, además del Clos de Saint Jacques, Lavaux Saint Jacques y viñedos de otras comunas como el Clos de la Roche, del cual recordamos un 99 realmente espectacular.

Este Clos des Ruchottes proviene de una parcela cerrada del Grand Cru Ruchottes-Chambettin, de 1,06 has y explotada en Monopole por la bodega. En una añada fría y de vinos muy delineados como esta, es un vino de corte ultra-clásico, con unas importantes reducciones en el inicio que poco a poco van tornando en una nariz profunda y expresiva, siendo un vino de gran categoría en boca, largo, de enorme prestancia, potente y elegante, un perfecto representante de lo que debe ser un gran Gevrey en manos de su mejor intérprete. Dicen que su Chambertin es el cénit de los vinos de este pueblo y uno de los más grandes de toda la Borgoña tinta. A ver si algún día cae una botella en nuestras garras…

Bien, pues como vemos lo cierto es que la cata tuvo un alto nivel y nos sirvió mucho para situarnos, un poco al menos, en una de nuestras zonas preferidas de la Côte de Nuits, la zona de los Borgoñas compactos, potentes, estructurados y longevos. Muy interesante está siendo este ciclo de “Vinos de pueblo”, que nos está sirviendo para ir comenzando a indagar en una zona que cada vez nos apasiona más y de la que cada vez conocemos menos. Y que nos va preparando poco a poco para esa ilusión que tenemos de visitar algún día esta tierra prometida del vino, nos había surgido la oportunidad de hacerlo en unos días pero por desgracia no hemos podido hacerla realidad. Es solo cuestión de tiempo, tarde o temprano nuestros pies pisarán esa tierra mágica. Y mientras tanto seguiremos bebiendo y, por supuesto, se lo seguiremos contando.

¡Hasta la semana que viene!

Saludos,

Eugenio Sáenz de Miera Arnau

(EuSaenz)

(*) La fotografía de Gevrey-Chambertin es de es.wikipedia.org y el plano de viñedos es de borgovinsl.wordpress.com

  1. #1

    Brice

    Como se puede dejar este articulo sin comentario...

    Cada vez que busco un articulo de un vino especial es un articulo tuyo !

    Gevrey chambertin....el vino preferido de Napeleon.

    Tengo un Gevrey Chambertin Bel Air 1986 a casa...

    Mismo comentario que por el Corton-Charlemagne...complejo, equilibrado, largo, aromatico, historico....

    Has hecho un Tour de la Borgogna ? No te pregunto se has visitado la Romanée-Conti ? :DD

  2. #2

    EuSaenz

    en respuesta a Brice
    Ver mensaje de Brice

    Bueno, hay que tener en cuenta que no son vinos muy comerciales por aquí, pero son algunos de los mejores vinos tintos del mundo y hay que hablar de ellos. Tengo buenos amigos que se dedican a la importación de vinos de Borgoña (entre otros) y está pendiente hacer un viaje con ellos, a ver cuando puedo cuadarlo. De momento me dedico a beber, que no es poco.

    Saludos,
    Eugenio.

  3. #3

    Brice

    en respuesta a EuSaenz
    Ver mensaje de EuSaenz

    si quieres mi padre vive en la zona del Chateauneuf du Pape...xD


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