Proyecto Matador, algo más que vino
EuSaenz
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Matador es una referencia entre las simbiosis de cultura y vino. ¿O son lo mismo? Puede que sí, pero en este caso llegan de la mano, juntas pero no revueltas. Se trata de una revista de publicación anual que consta de tantas entregas como letras tiene el abecedario y que vio la luz en 1995, por tanto su último número será publicado en 2022.La revista toca varias disciplinas culturales, siendo un encuentro de ideas y tendencias, planteándose cada número en torno a un tema central. Idea del polifacético Alberto Anaut, publica en torno a 3000 números para los socios y otros 4000 para ventas en museos y librerías, con distribución en una docena de países. Alrededor de la revista se publica además un cuaderno de artista, un vídeo exclusivo, la música Matador, las fiestas Matador y por supuesto…el vino Matador.
Con el segundo número se introduce en vino en este proyecto, vinos de ediciones limitadas y etiquetas únicas, diseñadas para la ocasión por el autor del Cuaderno de artista. La filosofía es la de elaborar un vino que sea único para la edición de la revista, por tanto que tenga un carácter de auténtica exclusividad. Cada año se le otorga la elaboración a un destacado productor, que trata de imprimir el carácter del estilo Matador al vino que debe realizar. A partir de la cuarta entrega, cuyo vino fue elaborado por Telmo Rodríguez, este toma las riendas de la parte vinícola del proyecto, parte que continúa coordinando en la actualidad.
Los vinos que han visto la luz dentro de este apasionante proyecto han sido los siguientes:
1995 – Letra A (Sin vino)
1996 – Letra B (Carlos Falcó, Dominio de Valdepusa, Vino Chillida)
1997 – Letra C (Pascal Delbeck – Angel Anocíbar, Abadía Retuerta, Vino Valdés)
1998 – Letra CH (Telmo Rodríguez, Vino Arroyo)
1999 – Letra D (Alvaro Palacios, Vino Bourgeois)
2000 – Letra E (Juan Luis Hidalgo, Vinícola Hidalgo, Vino Scully)
2001 – Letra F (Peter Sisseck, Dominio de Pingus, Vino Barceló)
2002 – Letra G (Dirk Van der Niepoort, Vino Sol LeWitt)
2003 – Letra H (Anima Negra, Vino Pijuán)
2004 – Letra I (Carlos Esteva, Can Rafols, Vino Gordillo)
2005 – Letra J (Benjamín Romeo, Contador, Vino Miyamoto)
2006 – Letra K (Raúl Pérez, Vino Palazuelo)
2007 – Letra L (Jean-François Clouet, André Clouet, Vino Alfaro)
2008 – No publicado (No hubo letra LL)
2009 – Letra M (Mariano García, Vino Cristina iglesias)
Pues bien, hace unos días tuvimos la ocasión de catar 9 de esos 13 vinos de la mano del propio Telmo Rodríguez en la UEC, cata que resultó sumamente interesante y didáctica, con vinos todos ellos subrayados por el guión de la personalidad y de la idiosincrasia de sus terruños de origen. Repasemos pues estos 9 vinos por orden de aparición en el mercado.
Eduardo Chillida
Lanzado en el año 1996 junto con la letra B, se trata del primer vino del proyecto. Elaborado por Carlos Falcó en su Dominio de Valdepusa, es, por su composición varietal, un antecesor de su vino de prestigio, el Eméritus. Lo mejor que puede decirse de este vino, 15 años después de su cosecha, es que está ahí, todavía entero, ya en lento declive, pero un declive elegante y silencioso, que muestra sin duda la buena calidad de la uva y vinificación. Un interesante experimento con variedades francesas en los Montes de Toledo. El diseño de la etiqueta es obra de Eduardo Chillida, escultor universal.
Manolo Valdés
Vino comercializado con el volumen C en el año 1997. Elaborado por Pascal Delbeck, enólogo de Château Belair y por Angel Anocíbar en Abadía Retuerta, una de las bodegas punteras del Duero. Mayoritariamente elaborado con Tempranillo, con una pincelada de Cabernet y Merlot y criado 14 meses en roble francés, se trata de un vino elegante, redondo, ya pasando el cénit de su consumo, entrando ya en una fase de lenta y pausada caída. Un vino que ha pasado por tiempos mejores, pero que muestra todavía una cierta nobleza. La etiqueta fue diseñada por el pintor valenciano Manolo Valdés, conocido sobre todo por sus series sobre las meninas.
Sean Scully
Con el volumen E llegó este sensacional vino de la familia Hidalgo de Sanlúcar. Se trata de un vino procedente de una bota del mejor amontillado de la bodega, guardada cada vez que nace un nuevo miembro de la familia. Tras más de 70 años de crianza ha derivado en un soberbio Palo Cortado, un vino de esos que emocionan al más frío de los mortales, lleno de sensaciones multidimensionales. Embotellado en medias botellas y etiquetado con la firma de Sean Scully, artista irlandés de influencias abstractas y coloristas. Un vino enorme, sin duda el mejor de la cata y de esos que no hay que dejar escapar si se encuentra.
Sol Lewitt
En la entrega identificada con la letra E se adjuntó ese magnífico vino, creación de uno de los grandes personajes del vino mundial, Dirk Van der Niepoort. La uva procedió de dos viñedos del Valle de Mendiz (Douro) de unos 70 años de edad y que fueron arrancados una vez elaborado este vino, por lo que hablamos de una obra única. De la magnífica añada 2001, este vino se compone de varias castas (Tinta Barroca, Amarela, Tinto Cao y Touriga Nacional) y se vinificó de forma tradicional en lagares de granito. El vino es sin duda un Niepoort con todas las de la ley, lleno de expresión de terruño, elegante, mineral, largo y con vida por delante. Fantástico. La etiqueta es diseño de Sol Lewitt, artista americano minimalista y conceptual.
Luis Gordillo
Vino entregado adjunto a la letra E, en el año 2004. Se trata de un producto de Carlos Esteva, elaborado con uvas de su finca Can Rafols dels Caus, en el Garraf. Las variedades son la Syrah de la parcela de la Sínia, con 20 años de antigüedad y orientación norte y la Marselan, un cruce entre Cabernet Sauvignon y Garnacha procedente del pago de Can Camps, situado en pleno parque natural del Garraf. Añada 2003. Se trata de un vino que porta el sello de Carlos Esteva, vino fino, mineral, con acidez, con redondez, con clase. Muy frutal y fresco, aun procediendo de una cálida añada. La etiqueta es diseño de Luis Gordillo, premio nacional de artes plásticas, y representa una colorista composición geométrica.
Kazumo Miyamoto
Volumen I, año 2005. Vino elaborado por Benjamín Romeo, uno de los nombres clave en la Rioja actual, con uvas de Tempranillo de la parcela Murmurón (55 años), en San Vicente y de Tempranillo y Garnacha de la parcela Revilla (75 años) en Labastida, procedentes de la excelente añada 2004. Vinificado en tino de roble francés y criado en barricas nuevas durante 18 meses. Vino muy expresivo y frutal, con cierta predominancia de una excelente Garnacha, fresco, balsámico, con acidez y mucho sabor, de corte ciertamente elegante. Un auténtico producto de Benjamín Romeo. Etiqueta diseñada por Miyamoto, artista japonés formado en Nueva York y referencia en el arte abstracto.
Pablo Palazuelo
En el siguiente volumen, la letra K publicada en 2006, llegaba este vino sellado por el siempre peculiar estilo de Raúl Pérez. La uva procede del viñedo Villeras, plantado hace 130 años por el bisabuelo de Raúl y en su mayoría con Mencía, aunque hay un pequeño porcentaje de Sousao y Bastardo. Orientación sur y suelo arenoso. Vino de la añada 2005, fermentado en madera y con raspón y criado 14 meses en barricas francesas. Presenta una impenetrable capa y unos aromas profundos, con mineralidad y mucha expresión de la tierra. En boca muestra su innegable juventud, pero ofrece esa personalidad arrolladora de los buenos vinos de Raúl, es ácido, tánico y persistente. Un vino para guardar, pero que ya nos dice muchas cosas. Etiqueta diseño de Pablo Palazuelo, consistente en composiciones geométricas.
Andreu Alfaro
Tras una serie de tintos además del Palo Cortado, llegaba el turno de un espumoso y qué mejor que este Champagne elaborado por la familia Clouet, que fue entregado con el volumen L en el año 2007. Procedente de la uvas de Pinot Noir que la familia posee en Bouzy, un Grand Cru de la montaña de Reims, se vinificó en acero, pasando después a barricas de Sauternes, para finalizar dicho proceso de nuevo en depósitos de acero, que contenían lías de la variedad Chardonnay. Curiosa vinificación como vemos. El ensamblaje se realiza con vinos de las añadas 2005 y 2006. Un champagne muy joven, con todo su desarrollo pendiente, pero que ofrece el siempre vinoso y equilibrado estilo de este fantástico productor. Un vino muy bueno. Etiqueta firmada por Andreu Alfaro, se trata de un dibujo que realizó en los años 60.
Cristina Iglesias
El último número de la serie es el volumen M, publicado en 2009 y con este vino de Mariano García adjunto. Elaborado en la bodega de San Román en Valladolid, procede de viñedos viejos de San Román de Hornija y Villaester y su composición varietal es un curioso coupage de Tinta de Toro, Garnacha y Touriga Nacional. Criado 20 meses en barricas nuevas de roble francés. Y si bien no somos unos incondicionales de los vinos de Mariano, hay que reconocer que este es un producto de un buen nivel, floral y frutal, primario, con acidez y un tanino muy fino y elegante. Madera justa y muy bien trabajada. Un buen vino sin duda. En este caso la etiqueta es obra de la escultora Cristina Iglesias y se trata de una composición en la que intervienen las impresiones digitales.
Con el segundo número se introduce en vino en este proyecto, vinos de ediciones limitadas y etiquetas únicas, diseñadas para la ocasión por el autor del Cuaderno de artista. La filosofía es la de elaborar un vino que sea único para la edición de la revista, por tanto que tenga un carácter de auténtica exclusividad. Cada año se le otorga la elaboración a un destacado productor, que trata de imprimir el carácter del estilo Matador al vino que debe realizar. A partir de la cuarta entrega, cuyo vino fue elaborado por Telmo Rodríguez, este toma las riendas de la parte vinícola del proyecto, parte que continúa coordinando en la actualidad.
Los vinos que han visto la luz dentro de este apasionante proyecto han sido los siguientes:
1995 – Letra A (Sin vino)
1996 – Letra B (Carlos Falcó, Dominio de Valdepusa, Vino Chillida)
1997 – Letra C (Pascal Delbeck – Angel Anocíbar, Abadía Retuerta, Vino Valdés)
1998 – Letra CH (Telmo Rodríguez, Vino Arroyo)
1999 – Letra D (Alvaro Palacios, Vino Bourgeois)
2000 – Letra E (Juan Luis Hidalgo, Vinícola Hidalgo, Vino Scully)
2001 – Letra F (Peter Sisseck, Dominio de Pingus, Vino Barceló)
2002 – Letra G (Dirk Van der Niepoort, Vino Sol LeWitt)
2003 – Letra H (Anima Negra, Vino Pijuán)
2004 – Letra I (Carlos Esteva, Can Rafols, Vino Gordillo)
2005 – Letra J (Benjamín Romeo, Contador, Vino Miyamoto)
2006 – Letra K (Raúl Pérez, Vino Palazuelo)
2007 – Letra L (Jean-François Clouet, André Clouet, Vino Alfaro)
2008 – No publicado (No hubo letra LL)
2009 – Letra M (Mariano García, Vino Cristina iglesias)
Pues bien, hace unos días tuvimos la ocasión de catar 9 de esos 13 vinos de la mano del propio Telmo Rodríguez en la UEC, cata que resultó sumamente interesante y didáctica, con vinos todos ellos subrayados por el guión de la personalidad y de la idiosincrasia de sus terruños de origen. Repasemos pues estos 9 vinos por orden de aparición en el mercado.
Eduardo Chillida
Lanzado en el año 1996 junto con la letra B, se trata del primer vino del proyecto. Elaborado por Carlos Falcó en su Dominio de Valdepusa, es, por su composición varietal, un antecesor de su vino de prestigio, el Eméritus. Lo mejor que puede decirse de este vino, 15 años después de su cosecha, es que está ahí, todavía entero, ya en lento declive, pero un declive elegante y silencioso, que muestra sin duda la buena calidad de la uva y vinificación. Un interesante experimento con variedades francesas en los Montes de Toledo. El diseño de la etiqueta es obra de Eduardo Chillida, escultor universal.
Manolo Valdés
Vino comercializado con el volumen C en el año 1997. Elaborado por Pascal Delbeck, enólogo de Château Belair y por Angel Anocíbar en Abadía Retuerta, una de las bodegas punteras del Duero. Mayoritariamente elaborado con Tempranillo, con una pincelada de Cabernet y Merlot y criado 14 meses en roble francés, se trata de un vino elegante, redondo, ya pasando el cénit de su consumo, entrando ya en una fase de lenta y pausada caída. Un vino que ha pasado por tiempos mejores, pero que muestra todavía una cierta nobleza. La etiqueta fue diseñada por el pintor valenciano Manolo Valdés, conocido sobre todo por sus series sobre las meninas.
Sean Scully
Con el volumen E llegó este sensacional vino de la familia Hidalgo de Sanlúcar. Se trata de un vino procedente de una bota del mejor amontillado de la bodega, guardada cada vez que nace un nuevo miembro de la familia. Tras más de 70 años de crianza ha derivado en un soberbio Palo Cortado, un vino de esos que emocionan al más frío de los mortales, lleno de sensaciones multidimensionales. Embotellado en medias botellas y etiquetado con la firma de Sean Scully, artista irlandés de influencias abstractas y coloristas. Un vino enorme, sin duda el mejor de la cata y de esos que no hay que dejar escapar si se encuentra.
Sol Lewitt
En la entrega identificada con la letra E se adjuntó ese magnífico vino, creación de uno de los grandes personajes del vino mundial, Dirk Van der Niepoort. La uva procedió de dos viñedos del Valle de Mendiz (Douro) de unos 70 años de edad y que fueron arrancados una vez elaborado este vino, por lo que hablamos de una obra única. De la magnífica añada 2001, este vino se compone de varias castas (Tinta Barroca, Amarela, Tinto Cao y Touriga Nacional) y se vinificó de forma tradicional en lagares de granito. El vino es sin duda un Niepoort con todas las de la ley, lleno de expresión de terruño, elegante, mineral, largo y con vida por delante. Fantástico. La etiqueta es diseño de Sol Lewitt, artista americano minimalista y conceptual.
Luis Gordillo
Vino entregado adjunto a la letra E, en el año 2004. Se trata de un producto de Carlos Esteva, elaborado con uvas de su finca Can Rafols dels Caus, en el Garraf. Las variedades son la Syrah de la parcela de la Sínia, con 20 años de antigüedad y orientación norte y la Marselan, un cruce entre Cabernet Sauvignon y Garnacha procedente del pago de Can Camps, situado en pleno parque natural del Garraf. Añada 2003. Se trata de un vino que porta el sello de Carlos Esteva, vino fino, mineral, con acidez, con redondez, con clase. Muy frutal y fresco, aun procediendo de una cálida añada. La etiqueta es diseño de Luis Gordillo, premio nacional de artes plásticas, y representa una colorista composición geométrica.
Kazumo Miyamoto
Volumen I, año 2005. Vino elaborado por Benjamín Romeo, uno de los nombres clave en la Rioja actual, con uvas de Tempranillo de la parcela Murmurón (55 años), en San Vicente y de Tempranillo y Garnacha de la parcela Revilla (75 años) en Labastida, procedentes de la excelente añada 2004. Vinificado en tino de roble francés y criado en barricas nuevas durante 18 meses. Vino muy expresivo y frutal, con cierta predominancia de una excelente Garnacha, fresco, balsámico, con acidez y mucho sabor, de corte ciertamente elegante. Un auténtico producto de Benjamín Romeo. Etiqueta diseñada por Miyamoto, artista japonés formado en Nueva York y referencia en el arte abstracto.
Pablo Palazuelo
En el siguiente volumen, la letra K publicada en 2006, llegaba este vino sellado por el siempre peculiar estilo de Raúl Pérez. La uva procede del viñedo Villeras, plantado hace 130 años por el bisabuelo de Raúl y en su mayoría con Mencía, aunque hay un pequeño porcentaje de Sousao y Bastardo. Orientación sur y suelo arenoso. Vino de la añada 2005, fermentado en madera y con raspón y criado 14 meses en barricas francesas. Presenta una impenetrable capa y unos aromas profundos, con mineralidad y mucha expresión de la tierra. En boca muestra su innegable juventud, pero ofrece esa personalidad arrolladora de los buenos vinos de Raúl, es ácido, tánico y persistente. Un vino para guardar, pero que ya nos dice muchas cosas. Etiqueta diseño de Pablo Palazuelo, consistente en composiciones geométricas.
Andreu Alfaro
Tras una serie de tintos además del Palo Cortado, llegaba el turno de un espumoso y qué mejor que este Champagne elaborado por la familia Clouet, que fue entregado con el volumen L en el año 2007. Procedente de la uvas de Pinot Noir que la familia posee en Bouzy, un Grand Cru de la montaña de Reims, se vinificó en acero, pasando después a barricas de Sauternes, para finalizar dicho proceso de nuevo en depósitos de acero, que contenían lías de la variedad Chardonnay. Curiosa vinificación como vemos. El ensamblaje se realiza con vinos de las añadas 2005 y 2006. Un champagne muy joven, con todo su desarrollo pendiente, pero que ofrece el siempre vinoso y equilibrado estilo de este fantástico productor. Un vino muy bueno. Etiqueta firmada por Andreu Alfaro, se trata de un dibujo que realizó en los años 60.
Cristina Iglesias
El último número de la serie es el volumen M, publicado en 2009 y con este vino de Mariano García adjunto. Elaborado en la bodega de San Román en Valladolid, procede de viñedos viejos de San Román de Hornija y Villaester y su composición varietal es un curioso coupage de Tinta de Toro, Garnacha y Touriga Nacional. Criado 20 meses en barricas nuevas de roble francés. Y si bien no somos unos incondicionales de los vinos de Mariano, hay que reconocer que este es un producto de un buen nivel, floral y frutal, primario, con acidez y un tanino muy fino y elegante. Madera justa y muy bien trabajada. Un buen vino sin duda. En este caso la etiqueta es obra de la escultora Cristina Iglesias y se trata de una composición en la que intervienen las impresiones digitales.
Una cata por tanto muy interesante, son vinos de pequeña tirada (sobre las 3000 botellas de cada uno) y marcada originalidad, que responden a la idiosincrasia de sus creadores, nombres todos ellos de peso específico en el campo vinícola. Matador es un proyecto consolidado y que realmente nos muestra un concepto multidisciplinar de la cultura. Estaremos atentos a las nuevas ediciones.
Un saludo,
Eugenio Sáenz de Miera Arnau
(EuSaenz)
(*) La fotografía de un portada de la revista ha sido extraída de http://www.elmundo.es/