Blog de Eugenio Saenz

Dos hombres y un destino

Recordando a Paul Newman y Robert Redford en aquella deliciosa película de finales de los años 60, hoy vamos a hablar de dos hombres del vino que han unido sus dos carreras en un mismo destino: el triunfo más absoluto tanto a nivel de ventas como a nivel de calidad, traspasando incluso las fronteras nacionales. Hablamos, como no, de Peter Sisseck y de Alvaro Palacios, autores entre otros de dos de los vinos tintos más caros y famosos de cuantos se elaboran actualmente en España, Pingus y L’Ermita.

A mitades del pasado mes tuvimos la ocasión de compartir dos tardes con ellos, dos tardes en las que además de poder catar varios de sus vinos más representativos incluidos los dos estandartes, en las que pudimos conocer un poco mejor a las personas que hay detrás de los personajes, personajes sin los cuales no puede entenderse la historia contemporánea del vino en España.

Peter nació en Dinamarca en el año 1962 y se forma vinícolamente en Burdeos, donde su tío es un prestigioso enólogo propietario de un par de Châteux. Como muchos otros completó parte de su formación en California y llega a la Ribera del Duero en 1990 para hacerse cargo de una nueva bodega: Hacienda Monasterio. Allí introdujo algunas novedades poco utilizadas en aquella época como la mesa de selección. Dadas sus referencias y amistades bordelesas como por ejemplo Thunevin y el creciente movimiento de pequeños domaines, Peter se decide a hacer algo fuera de Hacienda Monasterio y de ahí surge Pingus. Desde 1999, Peter es además asesor de Mas Gil en el Ampurdán y a partir de 2002, colabora igualmente con Daniel García Pita en la elaboración de Quinta Sardonia.

Además de una agradable charla en la que Peter nos explicó algunas de sus peripecias en la Ribera del Duero, algunas de ellas realmente divertidas, aportó una buena muestra de los vinos que actualmente trabaja, bien directamente, bien de forma indirecta, todos ellos de la añada 2007 además de un par de añadas anteriores.

Mas Gil es una propiedad situada en el Bajo Ampurdán, en la zona gerundense de la Calonge, controlada por un grupo suizo. Dispone de unas 42 has, de las cuales 15 son de viñedo. Las cepas están conducidas en espaldera y se plantan entre 1998 y 2001. La moderna bodega, terminada en 2006, cuenta con los más actuales sistemas de elaboración y con un parque de barricas francesas. Catamos el Clos d’ Agon blanco 2007, un vino elaborado con variedades blancas del Ródano, fresco y profundo, con una madera mínima y perfectamente medida y el Clos d’ Agon 2007, un tinto elaborado con un coupage de variedades francesas, elegante y sabroso, frutal y no exento de profundidad. Dos vinos de muy buena calidad, aunque ofrecidos a un precio que es como para pensárselo…

Viñas de la Vega del Duero, más conocida como Quinta Sardonia, es una bodega situada en Sardón de Duero en la que Peter realiza un asesoramiento desde 2002, ya que la dirección técnica corre a cargo del francés Jerome Bougnaud. Dispone de unas 17 has de viñedos plantados en exposición sur sobre espalderas, de los cuales casi la mitad corresponde a la variedad tempranillo. Se practica un cultivo biodinámico. La bodega es funcional y dispone de una sala de vinificación con depósitos de acero y una de crianza con un parque de barricas de roble francés que se renueva cada tres años. Elaboran un total de 60000 botellas de las cuales un 70% se exporta. Catamos Quinta Sardonia 2005 y Quinta Sardonia 2007. Ambos son vinos que responden a su procedencia, vinos de estilo fresco y austero, bien elaborados y con cierta profundidad. Nos gustó algo más el 2005, más hecho que 2007, que indudablemente pide un descanso en botella. Dos vinos de buena calidad cuyo mayor “pero” es probablemente el precio, algo elevado quizá para su nivel, pero eso es algo que por desgracia es bastante habitual en la zona.

Hacienda Monasterio comienza su andadura actual en 1990 y se encuentra en el corazón de la Ribera del Duero. La propiedad gestiona 113 has de viñedo, de las cuales 70 son de cultivo ecológico. Las cepas se conducen en espalderas y el tempranillo es mayoritario, aunque igualmente existe el Cabernet, Merlot y Malbec. Los rendimientos medios oscilan por el kilo y el kilo y medio por cepa. La bodega cuenta con modernos sistemas de vinificación incluyendo una prensa neumática. Los depósitos de fermentación fueron diseñados por el propio Peter. Se exporta un 60% de la producción total. Catamos el Hacienda Monasterio Reserva 2007, recién sacado al mercado, un vino que continúa con las líneas de buena calidad de esta bodega, mostrándose elegante y expresivo, muy accesible. Y catamos igualmente todo un clásico, el Hacienda Monasterio Reserva Especial 1995, un vino que ahora se muestra maduro y elegante, un vino que conlleva indudablemente la calidad que atesora este viñedo y este productor, máxime teniendo en cuenta que fue una de las primeras cosechas elaboradas, con viñas muy jóvenes y unos sistemas todavía poco rodados. Está claro que lo bien hecho, bien dura. Y esta bodega mantiene un nivel desde su fundación.

Pingus es el apodo familiar de Peter y da nombre a su bodega personal que funda en 1995. El viñedo se encuentra cerca de La Horra y es exclusivamente de tempranillo. Consta en la actualidad de cinco parcelas que suman unas 4,5 has, llamadas Pago Barroso, que forma dos parcelas, Santa Cruz, San Cristóbal y Parrondo. Son viñas viejas de entre 50 y 70 años, con rendimientos muy bajos, en torno a los 20 hl por hectárea. Desde el año 2000 practica técnicas biodinámicas, con un compost natural y utilización de lavaduras naturales de la viña. Se vendimia la fruta madura y se realiza una premaceración en frío de 10 días antes de comenzar con la vinificación, que se realiza en pequeños depósitos de madera. Utiliza la técnica del bazuqueo. Cuenta con un parque de 150 barricas de las tonelerías de Darnajou y Taransaud. Catamos PSI 2007, su último vino, elaborado con uva comprada a viticultores de confianza de la zona y que practican unas técnicas lo más naturales posible. Es un vino interesante, con cierta prestancia, aunque deberá ir mejorando en añadas sucesivas. El Flor de Pingus 2007 se muestra encantadoramente armónico, fino y profundo, elegante y distinguido, muy accesible pese a su juventud. Un magnífico vino.

Dejamos para el final Pingus 2007, la joya de la corona, que se muestra serio y austero, largo y poderoso, con un estructurado armazón y una enorme definición varietal y de terruño. Sin duda una de las mejores expresiones del tempranillo que podemos encontrarnos y que únicamente necesita un tiempo en botella para ir redondeándose. Muy bueno. Preguntado Peter por los precios de este último él se mostró categórico: “es el mercado, yo no lo fijo”. Y las cosas con así, pero eso no quiere decir que no sea casi escandaloso. Nos contó una anécdota y es que casi toda la producción de Pingus 95 y de Flor de la misma añada descansa en el mar debido al hundimiento del barco que los llevaba a Estados Unidos, donde este vino se convirtió en un objeto de deseo tras las primeras notas de Parker.

Y tras esta entretenida tarde con Peter en la UEC, unos días más tarde la cita sería con Alvaro Palacios en la Enoteca Barolo donde además cataríamos 6 vinos, tres del Bierzo y otros tres del Priorato, entre ellos las dos joyas del productor, La Faraona y L’Ermita.

Su exposición resultó algo más mayestática, algo menos intimista que la de Peter, pero desde luego no por ello menos interesante. Comenzamos repasando su aventura berciana en la que de la mano de su sobrino Ricardo Pérez, llevan en la zona desde 1999. Situados en el pueblo de Corullón, poseen 30 has de viñedo repartidas en unas 200 parcelas. El cultivo se realiza bajo la disciplina de la biodinámica en una zona con un clima de influencias oceánicas, con una pluviometría más bien elevada.

Comenzamos con el Pétalos de Bierzo 2007, vino base de la gama. Se trata de un vino nacido de cepas de mencía de unos 40 a 90 años de edad, con un rendimiento de unos 40 hl por hectárea. Fermentado en tinas de madera y depósitos de inox y criado durante 7 meses en barrica, se embotelló en junio de 2008. Y sinceramente este vino no nos gustó nada. Demasiado agresivo en boca, con un marcado amargor final y algo plano de acidez, pensamos ha ido perdiendo la frescura inicial de las primeras añadas. Una decepción.

Continuamos con el Villa de Corullón 2006, elaborado a partir de cepas de mencía de entre y 50 y 90 años, situadas alrededor de dicho municipio. Los rendimientos son muy bajos, sobre los 14 hl por hectárea. Fermentado en tinos de madera y criado 21 meses en barricas de roble francés nuevas. La producción es de 64 barricas. Y si bien este vino es obviamente un salto de calidad con respecto al anterior, todavía se nos queda algo corto, no sabemos si por su juventud o por las características de la añada, pero lo notamos algo falto de acidez y quizá demasiado poderoso en el final, donde muestra un tanino falto de la nobleza esperada. Recordamos otras añadas de este vino como el 2001 que sí nos gustó bastante, pero este 2006 no termina por convencernos, al menos de momento.

Y para finalizar el recorrido berciano, terminamos con La Faraona 2006, cuyas uvas proceden de un viñedo de mencía de 66 años y de poco más de media hectárea. Los suelos son de pizarras de estructura laminar gruesa. Los rendimientos son mínimos, en torno a los 11 hl por hectárea. Fermentado en tinos de madera y criado en barricas nuevas de roble francés durante 20 meses. Producción total de 2 barricas y ¾, apenas 800 botellas y 6 mágnum. Aquí notamos una mayor profundidad en nariz, una expresión floral y frutal muy bien definida amén de unos marcados tonos minerales. Y en boca muestra nobleza y maneras, pero de nuevo notamos una falta de acidez y de nobleza tánica que no son, al menos en nuestra opinión, de recibo en un vino de este nivel de precios. Sí, es evidente que hay calidad y que hay expresión de viñedo, pero algo falta en este vino. ¿Quizá alma? ¿Quizá nobleza? Un buen vino sin duda, pero que nos dejó algo fríos.

Una vez finalizado este recorrido berciano tras el que quedamos un tanto pensativos, dirigimos nuestra mirada al pueblo de Gratallops, donde Alvaro llega en 1989 y comienza a trabajar con los grandes viticultores de la zona. Después de la última reestructuración vinícola, la gama de vinos de la bodega ha sufrido alguna variación y el vino básico de la casa se llama ahora Camins del Priorat 2007. Este es un vino elaborado con un 50% de Samsó, un 40% de Garnacha y un 10% de Cabernet y Syrah, con viñas de entre 10 y 50 años. Se fermenta en tinas de madera, inox y depósitos de cemento y se cría durante 8 meses en barricas y tinas de madera francesa. Nos pareció un buen vino de acceso a la zona, con una cierta tipicidad varietal y con estructura en boca, un vino correcto y bien situado en su gama de precios.

Continuamos con Les Terrasses Velles Vinyes 2007, un vino que supone la vuelta de Les Terrasses el concepto de viñas viejas. Elaborado con cepas de entre 19 y 100 años, procedentes de 65 microparcelas de la zona y con una composición varietal de 60% Samsó, 30% Garnacha y 10% de Cabernet y Syrah, con unos rendimientos muy bajos, de unos 12 Hl por hectárea y cultivados de forma orgánica, se trata de un vino interesante que quizá aporta un plus con otras añadas precedentes de este vino. Encontramos una cierta dosis de elegancia y redondez, pero sin renunciar como es lógico a su peculiar carácter zonal. Un buen vino.

El último vino que catamos es sin duda uno de los estandartes de esta DO y se trata de L’Ermita 2007. Elaborado con uva procedente de la finca del mismo nombre, de un viñedo de algo menos de 2 has y con cepas de garnacha de entre 67 y 100 años, con suelos de pizarra laminar y orientado hacia el noreste. Los rendimientos son de 11 Hl por hectárea. Fermentado en tinos de madera y criado en barricas nuevas de roble francés durante 18 meses. La producción fue de 6,5 barricas. La sensación que nos da es de un vino serio, profundo, con muchos matices, mineral, muy definido dentro de su juventud. Vino de paso estructurado, largo, con peso, con mucha firmeza, dejando transparentar las sensaciones de que tras este vino hay un gran viñedo y un gran trabajo. Eso sí, la expresión del terruño nos pareció bastante más asentada que la expresión varietal, algo que quizá en cata ciega nos podría llegar a engañar. Un gran vino sin duda, pero con una excesiva carga de mercado tras él, algo parecido a lo que hemos comentado anteriormente con Pingus. El mercado fija precios y mientras se venda…

Lo que tenemos claro es que independientemente de los exagerados precios de algunos de estos vinos, de que haya habido otros que nos han convencido, de que ha habido algunos que sí lo han hecho, de que son dos personas, dos hombres de carácter y trayectoria diferente, una cosa está clara y por encima de las demás: son dos hombres con un destino común y es que han triunfado en el mundo del vino y lo han hecho por méritos propios. La historia moderna del vino en España no puede escribirse sin el nombre de estos dos personajes que hemos tenido la oportunidad de haber podido conocer un poco mejor a través de sus vinos.

Y que ha merecido la pena.

Un saludo,
Eugenio Sáenz de Miera Arnau(EuSaenz)

(*) Las fotografías de Peter y Alvaro han sido extraíadas de:
http://vidasana.org/
http://servicios2.larioja.com/
  1. #1

    Sibaritastur

    Muy interesante estas catas, y todo un lujo, desgraciadamente no todos lo tenemos al alcance.
    Tengo muchas ganas de probar los dos vinos top para tener una idea propia, pero como apuntas, los precios son prohibitivos.
    Una duda, sabes el precio de esos clos d´agon?

  2. #2

    Alfredo_Maestro

    Muuuuuuuuuu, buenisimo Eugenio. Felicidades.

  3. #3

    EuSaenz

    Si entras a los enlaces que dejo a las notas de cata podrás ver los precios de cada vino, no obstante el precio de blanco está sobre los 45 euros y el del tinto sobre los 60. Están buenos, pero ya son precios importantes…

    Saludos,
    Eugenio.

  4. #4

    EuSaenz

    Gracias Alfredo, la verdad es que me lo pasé muy bien en ambas catas, Peter me cayó especialmente bien.

    Saludos,
    Eugenio.

  5. #5

    anonimo

    Yo he tenido la suerte de probar varios vinos "TOPS" y creo que hay muchos que venden humo no son lo que valen. Pero estos dos creo que son unos verdaderos magos y sus vinos son pecado.
    Un saludo a todo el mundo y os invito a visitar mi blog
    www.puntovino.es


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