Amarillo dorado palido y muy brillante.

Nariz intensa a albaricoque, sutilmente almibarado, notas auvadas y suaves anisados sobre fondo herbaceo.

Entrada intensa, sabroso, muy fresco y bastante elegante. Con mucho recorrido, gran frutosidad y flores amarillas. Final medio-largo.

Amarillo pálico con ribete verdoso.

Muy buena intensidad. Muchos ahumados, flor marchita, fruta de hueso y notas de pastel de manzana.

Muy buen ataque. Sedoso, cítrico, afrutado, goloso, buena acidez. Buena amplitud. Post-gusto largo a cítricos.

Tres semanas después de mi primer y glorioso encuentro con esta coqueta y elegante chenin blanc francesa... volví a ella. Irresistible.

https://www.verema.com/vinos/89189-francois-chidaine-choisilles-2009/valoraciones/1048783-mondieu-que-chenin

Evidentemente, poco ha cambiado, pero sí algo, y de ahí que cuelgue esta nueva cata: el final.

El final decía en mi anterior valoración que es más mineral que amargo, pero de ambos hay. En esta ocasión, todavía se superó el vino por el final, el postgusto. Me quedó una sensación en boca epatante, con un recuerdo de cremosidad, de tostados y de mandarinas maduras difícil de olvidar. Y ese amargor y esa mineralidad, que ahí continuaban...

Mmmmmmmmmmmm

Amarillo dorado , sin reflejos, limpio y brillante. Lagrima ancha , muy lenta.
Nariz media con frutas blancas en primer termino sobre almibar, citricos muy aislados y un suave fondo mineral
Paso por boca con cuerpo medio , expansion lateral , acidez marcada y postgusto medio.

En su presentación visual, este chenin blanc del Loira nos entrega una tarjeta de visita amarilla dorada no muy cromada, con destellos grisáceos. Y la entrega limpia y brillante.

En nariz es una locura, nos regala intensidad, complejidad, finura, expresividad… Encuentro en el mismo vino tres frutas diferentes en tres estadios distintos: manzanas a la sazón, melón maduro y peras en almíbar. Y espera, que no hemos contado con los cítricos, en forma de mandarina. Mineral, muy mineral. Flores blancas. Y heno fermentando.

En boca es epatante, con una cremosidad, una acidez, una elegancia, una textura, una expansividad y una frescura... Es acariciante, sedoso, mimoso. El regusto es más mineral que amargo, pero de ambos hay.

Notable longitud.

Difícil expresar con palabras el placer que me produjo este vino. En blancos, de lo mejor que he catado en mucho tiempo.

No sé si es que estaba en el momento justo en el sitio adecuado pero... ¡que subidón!

Amarillo dorado. Tiene una nariz bastante intensa, con cierta complejidad, atractivos matices minerales, algún apunte cítrico, toques de fruta blanca y alguna nota floral. En boca tiene buen ataque, resulta fresco, con suaves amargos, cierta cremosidad, un toque goloso aunque es básicamente seco. largo.

Color amarillo dorado.
La nariz es de buena intensidad, compleja y cambiante tras aireación, flores blancas inicialmente, fruta blanca en almibar, sensaciones anisadas y recuerdos minerales.
En boca tiene buena entrada, cremoso, muy buena acidez que le da contrapunto a su carácter goloso, ligeros amargos preceden a un final muy largo.
Excelente acompañante quesos, un blanco que resalta el gran carácter de la chenin en su casa del Loira. Muy rico

Amarillo dorado. Bien definido, complejo, bastante intenso, con un profundo carácter vegetal, hay algún ligero apunte goloso aunque prima la fruta blanca golosa y estilizadas notas florales. En boca tiene buen ataque, y sorprenden su cremosidad, con notable acidez, hay buenos amargos y notable longitud.