Color amarillo dorado intenso con densidad en copa movida.

En nariz es de intensidad medio alta, flores blancas y amarillas, notas de almíbar ligero, fruta de hueso como albaricoque y mirabel, cítricos maduros, naranja, pomelo, también manzana en compota, trufa, piedra caliente, terrosos, hay complejidad de aromas.

En boca es untuoso, equilibrado, aunque la acidez domina el conjunto felizmente, miel de flor blanca, crema pastelera, fruta de hueso madura, especiados como pimienta blanca y comino, amargos que le dan anchura, notas chispeantes salinas al fondo. Bastante persistente en boca.

Chidaine es sin duda desde hace años la punta de lanza de los elaboradores de esta apelación situada a no muchos kilómetros de la capital del departamento, Tours. Solo elabora blancos con Chenin blanc. Eso no es excusa para hacer grandiosos vinos de clase mundial. Vinos de paciencia, que en muchas ocasiones no empiezan a desarrollar plenamente sus virtudes a partir de 5 o 6 años y con unos potenciales de guarda que en muchas ocasiones superan los 15 o 20 años en plenas facultades.

Vino demi-sec en el que se percibe un perfil olfativo algo más dulce, avainillado, con fruta blanca, tanto fresca como ligeramente compotada y suave mineralidad. En boca tiene buen ataque, resulta muy ligero pero con una trama bastante tupida, goloso, con excelente acidez, largo y equilibrado. Muy buena estructura. Muy, muy rico.