Para mi le falta algo de profundidad. Entra potente, se mantiene bien y acaba relativamente suave sin un postgusto muy largo. Echo en falta un pelín más de frescura. En cambio la nariz me pareció larga, pero no por mentirosa al estilo Pinocho. Muy disfrutable y asequible este vino de este monstruo.

Totalmente de acuerdo con Eugenio, un vino que es puro equilibrio entre azucar y acidez, con una nariz extremadamente delicada y elegante, que no nos hace sospechar lo que se nos viene encima..... en boca el vino es una auténtica bomba, tapiza toda la boca y el final es largo y muy muy mineral. Increible relación calidad precio y una delicia para todo tipo de paladares gracias a esos gramitos de azucar residual.

Amarillo dorado brillante con ligeros reflejos verdosos.
Nariz de media intensidad, pero de enorme finura, elegancia y limpieza. Deliciosa fruta blanca, manzana, plátano, notas florales y ese fondo mineral típico de los vinos de ésta zona que le da una sobria elegancia y personalidad.
En boca confirma los registros que nos da en nariz, ya que la finura y la elegancia destacan como sus grandes virtudes. De excelente acidez en el paso deja un largo posgusto donde devuelve esa fruta blanca y deja un ligero toque dulce. Equilibrio absoluto en todos sus registros y con muchos años de positiva evolución.
Excelente vino, elegante y seductor, una verdadera delicia. Precio de risa para su calidad, estos vinos blancos del Loira son referencia mundial en RCP. Fabuloso.

Amarillo limón con ribetes intensos. Limpio y brillante.
Vino goloso e irresistible, con una riquísima panoplia olfativa basada en ligeras flores blancas, enormes sensaciones frutales, frescas, limpias y diáfanas y un tonillo mineral que le aporta ese fondo de seriedad que me gusta.
En boca es una delicia, una "gourmandise": equilibrio magnífico entre la fruta, la acidez y el alcohol, y la fruta aportando una materia con una madurez explosiva que no cansa y nos obliga a beber más y más. Largo y persistente. Muy, muy seductor y con vida por delante.