Yo es que me desplomo cuando tengo estas ocasiones al alcance de la mano. Me encanta este Nyka cuando abre la despensa y saca una botellita con casi nada ya de vino en ella, bueno, una casi mitad, y te ofrece ese pan negro medio duro con algo de mantequilla opara enjuagar la boca y sugiere que escupamos como si se tratara de un enjuague...Pues qui se vienen uno a mordisquear la corteza de limones con una aromática presencia de fruta joven, con una destilada azucar casi hacia la etérea mística porque es un refilón de notas, de perfecciones, de equilibrios y niveles casi de maestria gótica, una sublime espiral hacia el
conjunto redondo, perfecto, inigualable. Mastiquen el vino, mastiquen frutas pasas...