Precioso color dorado intenso limpio y brillante.

En nariz y tras una prudente y necesaria aireación de 6 horas se muestra con una intensidad y una limpieza maravillosas. Tremendamente complejo y encantador. La paleta aromática oscila entre una fruta blanca madura, flores secas, cítricos confitados, fruta escarchada, piel de naranja, orejones, miel, con unos elegantes toques oxidativos que le dan una enorme prestancia. Apenas se percibe un ligero recuerdo de hidrocarburos. Una nariz increíble por su perfecta definición mineral.

En boca es una golosina. Fresco y verticalmente delineado. Con una soberbia acidez, fina e integrada, que hace de este vino un delicia peligrosamente adictiva. Redondo como el solo, tiene todo en su lugar. Final largo y amplio dejando recuerdos de fruta madura, cítricos y minerales, con un dulzor perfectamente integrado en un conjunto que resulta técnicamente perfecto. Todavía joven, con mucha vida por delante, pero puede ya comenzar a disfrutarse.

Dönnhoff es sencillamente el mejor elaborador de vinos blancos del mundo. Desde sus básicos hasta sus soberbios vinos de pago como este Brücke todas sus obras son pequeños tesoros mundiales. Este Auslese-GK, en excelente añada, es un vino que roza la perfección, perfección que creo alcanzará solamente con algunos años más. Con un balance sublime entre dulzor y acidez es un vino de los que queda en el recuerdo. De los que no se olvidan.