Dorado pálido brillante.
Nariz de media intensidad que se muestra expresiva desde un primer momento. Aparecen las frutas de hueso maduras, los tonos cítricos de pomelo, ligeras trazas especiadas, un marcado fondo mineral, esa ligera terna de hidrocarburos, todo ello con cierta sutilidad y fineza.
En boca es un vino con cierto peso y prestancia pero manteniendo la frescura esperada por su buena acidez y su paso redondo y elegante, dejando en el final sensaciones de frutas maduras y cítricas, con un posgusto ligeramente amargo. Persistencia media.
Cuando abrimos un riesling de Dönnhoff sabemos que siempre vamos a acertar y este “trocken” de su gama básica ya nos da la idea del magnífico nivel de este productor, para nosotros entre los mejores de vinos blancos del mundo. Un riesling básico “comme il faut”. Unos 20 euros.

De los Dönnhoff que he probado el que empieza a marcar lo que significa un buen Riesling. Catamos el Riesling 2013 y una vez más como pasa con estos vinos cuando sacan toda su expresión gusta hasta a los que no estaban convencidos de beber vino. Claro que viendo las caras que poníamos cuando íbamos oliendo el vino al menos tiene que despertar algo de curiosidad. No encontramos petroleo todavía, pero la mezcla de fruta acida y cítrica con fruta confitada y golosa es la típica de un gran Riesling. Cremoso y mineral, estructurado y largo. Los que no conocían estos vinos había que verles las caras también. Diría que es un buen vino para empezar y el precio, que en España es todavía un poco más caro, pues me parece correcto para un vino de esta calidad e historia. Guardo botellas para el año que viene, tiene recorrido para rato.

Si hace un par de años petroleaba ahora la mineralidad y ese aroma de keroseno dominan un perfil olfativo en que el la fruta (ciruela amarilla) aparece confitada y las notas cítricas dan el contrapunto. En boca muy buen ataque, el paso es seco pero hay sutiles notas golosas de tanto en cuanto, la acidez es excelente, la textura ligeramente cremosa, la mineraldiad impactacte. Largo y muy bien definido.
No se seré muy atrevido, pero diría que lo mejor está aún por venir.

Entre el GG Felsenberg, mi adorado rincon del Nahe, y este Tonschiefer hay abismos vertiginosos pero qué bien sentir ese vértigo de tangerinas y pomelos y mucho albaricoque maduro con el caracter de esos pagos muy serios. El resto como un riesling debe ser, opulentos.

Tapón de rosca. Suelo arcilloso con pizarra (tonschiefer). Pajizo brillante. Nariz intensa, con volumen, atractivos toques de keroseno, matices de fruta amarilla confitada y algún apunte cítrico (lima). En boca tiene buen ataque, resulta seco, con una excelente acidez, cierta untuosidad, largo y con seductora mineralidad.

Frutita de verano, todo muy verde. Maduración deliciosa. Tiene su complejidad. 12€. Un primor