Blog de Eugenio Saenz

Bruno Giacosa, el maestro del Piamonte

El pasado 26 de mayo va a figurar con letras de oro en nuestra todavía incipiente vida como aficionados al vino, porque conocimos una nueva dimensión en los que son dos de nuestros vinos tintos favoritos a nivel mundial, el Barolo y el Barbaresco.

Hablamos de una cata de los vinos más prestigiosos de la Azienda Falletto de Bruno Giacosa, el Barbaresco Asili y el Barolo Rocche del Falletto. Dicha cata tuvo lugar en la Enoteca Barolo y fue dirigida por Juancho Asenjo, así que no solamente hubo lujo en las copas, sino igualmente en los comentarios.

Bruno Giacosa es un grande del Piamonte. Con 80 años y una delicada salud es la tercera generación de una familia que elabora vinos en Neive desde 1871. A partir de los años 60 comienza a embotellar sus vinos, que antaño eran comercializados más a granel. Con el tiempo, ha ido adquiriendo viñas en los pagos que más le gustan para ir elaborando sus legendarios vinos. Según nos comentó Juancho, es un hombre reservado, poco amigo de mostrase en público. Actualmente es su hija Bruna la cabeza visible de la bodega. Tuvo a su cargo durante muchos años a un excelente enólogo, Dante Scaglione, que ha abandonado la bodega recientemente. Veremos si se resiente la calidad, pues a los mandos de Dante la bodega ha llegado a sus máximos niveles.

Los vinos de Giacosa son clásicos, vinos de guarda, de desarrollo lento y constante, que mejoran con los años de botella. Vinos encantadores, que transmiten perfectamente su terruño de origen, llenos de acidez, de expresión, de longitud, de persistencia, de profundidad. Vinos que enamoran al instante a todo aquel que sepa apreciar lo que es un Barolo y un Barbaresco de verdad. Es un defensor de las crianzas en los grandes "botti" de roble sobre las crianzas en barrica, ya que considera que estas últimas pueden hacer perder algo de tipicidad a los vinos. Una antítesis quizá a la de otro grande como es Roberto Voerzio, pero que al final va a llegar al mismo resultado: vinos de verdadero nivel mundial.

Los vinos de la Azienda Falletto son sus mayores joyas. Y entre ellos destacan dos de los que hoy vamos a comentar. El Barolo Rocche del Falletto procede del homónimo viñedo situado en Serralunga y monopolio de la bodega. Los rendimientos son bajos, pero no tanto como los de Voerzio, unos 40-50 hl por ha. Situado a unos 400 m de altura, con orientación sur-suroeste y sobre un suelo arcilloso-calcáreo. Solamente se elabora en las grandes añadas, existiendo una versión riserva que ve la luz en las añadas excepcionales, siendo una selección de las mejores uvas. Fermenta en depósitos de acero inoxidable y la crianza dura unos 30 meses, llegando a 48 en el caso del riserva. Utiliza grandes toneles de roble, con predominancia de los de 50 hl, con la curiosidad de que utiliza madera francesa (Allier) en vez de la de Eslavonia.


El Barbaresco Asili procede del viñedo del mismo nombre, situado en la comuna de Barbaresco. La altura oscila entre los 200 y 300 m. y la orientación es sureste y suroeste. Suelos de margas con arenas. Se vinifica en acero inxidable y las crianzas tienen lugar en los habituales toneles de roble, con 50 hl de capacidad en su mayoría. Existe, al igual que con el Barolo, una versión riserva elaborada con las mejores uvas y con más tiempo de crianza, solamente en los años que la bodega considera como excepcionales.


Ambos vinos se caracterizan por una serie de denominadores comunes. Son vinos de color apagado, cereza, con ribetes algo atejados, como anaranjados, y una capa más bien media. No son muy intensos aromáticamente, pero sí que son complejos, de encantadora fragancia. Abren con el aire. Son vinos muy estructurados, de finísima acidez, con cuerpo pero a la vez ligeros, sabrosos, largos y evocadores. De taninos siempre poderosos, presentes, que en algunos casos se mastican por su granulosidad, pero que a pesar de ello siempre se muestran con nobleza y sedosidad. Son vinos sin lugar a dudas para comer, para disfrutar en compañía. Vinos sin duda muy de nuestro gusto. Lástima de sus precios, muy elevados, que nos impiden poder tenerlos en nuestra bodega, pero si algún día tuviéramos la oportunidad, sin duda serían vinos fijos en ella.

Repasemos entonces los vinos objeto de la cata:

Bruno Giacosa Barbaresco “Asili” 1998

http://www.verema.com/vinos/44593-bruno-giacosa-barbaresco-asili-1998

El vino más veterano de la cata corresponde a una añada cálida, más bien madura. Fue quizá el único de los catados que podía considerarse como en perfecto estado de consumo, un vino ya maduro, redondo y perfectamente desarrollado. Su todavía fresca y marcada acidez y su tanino vivo hacen presagiarle un importante recorrido en botella, pero sin duda es un vino que puede consumirse en estos momentos. De carácter elegante, sedoso, no exento de cuerpo, es de esos vinos que van evolucionando como nos gusta, con clase, con misterio. Para recrearte en la copa absorbiendo sus cálidos matices y admirando su gran clase.

Bruno Giacosa Barbaresco “Asili” 2001

http://www.verema.com/vinos/44594-bruno-giacosa-barbaresco-asili-2001

Añada extraordinaria en la zona, sin duda una de las grandes, caracterizada por su homogeneidad, equilibrio y capacidad de envejecimiento. Este vino se encuentra ahora mismo en esa fase "tonta" que pasan los grandes vinos, pero es de tal calidad la materia que se le advierte, que nos atrevemos a decir que será una añada para la historia en cuanto adquiera una mínima madurez, quizá a partir de 2011. La estructura del vino es apabullante, así como su profundidad aromática, su acidez y su tanino salvaje perfectamente definido e integrado. Un soberbio vinazo.

Bruno Giacosa Barbaresco “Asili” 2005

http://www.verema.com/vinos/44595-bruno-giacosa-barbaresco-asili-2005

La última añada en salir al mercado. Añada fresca, con problemas de lluvias en agosto, con ciclos largos de maduración, por tanto de corte más bien clásico. Añada por tanto para el brillo de los buenos elaboradores y viticultores, con vinos tánicos, de largo desarrollo e importante longevidad. El vino se muestra obviamente muy joven, con toda su vida por delante, pero ya nos deja entrever la enorme clase de este viñedo y de este elaborador. Poderoso, estructurado, grande, con una finísima acidez, se trata de un vino para guardar muchos años, para poner en el fondo de la bodega y olvidarse de él. Pero sin duda sabrá recompensar la espera.

Bruno Giacosa Barbaresco “Asili” riserva 2000

http://www.verema.com/vinos/44596-bruno-giacosa-barbaresco-asili-riserva-2000

Palabras mayores. Hablamos de un "riserva", una selección de las mejores uvas, con un año más de crianza y que solamente ve la luz en las añadas excepcionales, como fue el 2000 en Barbaresco. Se trata de un vino de antología, realmente grande, uno de los mejores Barbarescos existentes. Todo en este vino es elegancia, fragancia, poder, profundidad y longitud. Su final es una auténtica caricia tánica, una unión imposible entre el poder y la suavidad. Se acerca a ese concepto de la perfección tan complicado de definir, pero que con este vino puede llegar a vislumbrarse. Quizá solo le falten unos años dentro del vidrio para lograrla. Tremendo vino.

Bruno Giacosa Barolo “Rocche del Falletto” 2005

http://www.verema.com/vinos/44597-bruno-giacosa-barolo-rocche-del-falletto-2005

Pasamos ahora a Barolo, a los vinos de este mítico viñedo de Serralunga. Recién salido al mercado, este 2005 se encuentra ahora mismo en pañales. Tremendamente primario, muy poderoso, denso y tánico, nos muestra la maravillosa materia que tiene por detrás y que debe sin duda ir redondeándose pasando por diferentes etapas, unas más cerradas que otras como debe ocurrir en los grandes vinos. Magnífica expresión de viñedo. Será un vino de largo recorrido, que debe dejarse descansar durante una larga temporada. No parece tan homogénea como 2004, pero promete mucho esta añada.

Bruno Giacosa Barolo “Rocche del Falletto” riserva 2001


http://www.verema.com/vinos/44599-bruno-giacosa-barolo-rocche-del-falletto-riserva-2001

Y para finalizar la cata, los fuegos artificiales. Un Riserva 2001, que como sabemos se trata de una selección de los mejores granos con un tiempo de crianza superior. Este vino es la auténtica cuadratura del círculo, un vino imposible. ¿Cómo se pueden conjugar de esta manera los conceptos de potencia y elegancia? Pruébenlo y verán. Todavía joven, casi primario, pero mostrando ya mucho de lo que tiene. Es muy grande y quizá dentro de unos años se convierta en un Barolo de época. De los que hacen historia. Y mucho ojo porque en la bodega señalan al 2004 como todavía mejor. ¡Mamma mia!

Mientras disfrutábamos de los vinos surgieron los comentarios comparativos con los de Roberto Voerzio que habíamos catado en Enero igualmente con Juancho:

http://www.verema.com/blog/eugenio/2009_01_25_archive.html

Cierto es que los dos son grandes y que tienen dos formas de entender los vinos, pero ambos parten de la misma filosofía común: la trasparencia del terruño en la personalidad del vino. Nosotros de todas formas preferimos el estilo de Giacosa, nos pareció más cercano a lo que consideramos como la expresión más perfecta de los vinos de Barolo y Barbaresco. Preguntado Juancho por sus Barolos preferidos no lo dudó: "Cerequio de Voerzio, Rocche del Falletto de Giacosa y Monfortino de Giacomo Conterno".

Nos falta este último, algún día lo cataremos, seguro. Pero de momento le damos la razón. Los vinos de Giacosa nos han conquistado para siempre. Y que siga así por muchos años.

Un saludo,
Eugenio Sáenz de Miera Arnau
(EuSaenz)

Fotografías: la fotografía de Bruno Giacosa ha sido extraída del blog de la Enoteca Barolo (http://www.enotecabarolo.gourmetstore.es/) y las dos de los viñedos objeto de la cata, de la web de la bodega (http://www.brunogiacosa.it/).

  1. #1

    JaimeJ

    Me siento un afortunado habiendo sido parte de ese plural que usa Eugenio. Puede parecer en algunos momentos del relato que son vinos de "alta expresión". Nada más lejos de lo que así llamamos .

    La elegancia sobrevuela sobre todos y cada uno de los caldos catados sin quitarles un ápice de potencia.

  2. #2

    EuSaenz

    En efecto Jaime, lo que impresiona de estos vinos es su conjunción casi perfecta entre potencia y elegancia, con una sutil expresión de sus viñedos de procedencia. Pero siempre prevaleciendo una elegancia suprema, que llega a límites insospechados con los reservas.

    Ahorrado estoy para cuando salga el Rocche del Falletto Riserva 2004. A ver si es posible hacerse con una botella.

    Saludos,
    Eugenio.


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