Blog de Eugenio Saenz

Un club muy especial

Las dos últimas entradas del año en el blog van a estar dedicadas al champagne, el vino con el que más identificados nos sentimos, el vino que más consumimos a lo largo del año y el vino con el que sin duda, más y mejor disfrutamos. Por supuesto que no renunciamos ni renunciaremos a nuestros otros vinos favoritos, como los tradicionales andaluces, los riesling alemanes y austríacos, los chenin del Loira, los blancos de la Côte de Beune, los Barolos y Barbarescos, los tintos del Ródano Norte y Sur, los de la Côte de Nuits, los Riojas o Vegas viejos, y por supuesto los Burdeos con años, pero sinceramente lo que más nos “pone” es el champagne. No nos cansamos ni nos cansaremos nunca de beberlo. En cualquier momento y a cualquier hora.

Y dentro del champagne, sentimos una especial admiración hacia esos “Recoltant-Manipulants” que tan buen trabajo realizan, a esos “vignerons” que trabajan su propia tierra, que recogen su propia uva y que la vinifican, ofreciendo en muchos casos una serie de vinos de gran calidad y enorme personalidad con el atractivo de un precio muy ajustado, al menos con respecto a su calidad. En la mayoría de casos sus vinos no alcanzan la grandeza de las mejores cuvées de los más importantes productores, pero sinceramente ni falta que hace. Todo cabe en un mercado que demanda este producto cada vez más y especialmente si son vinos de calidad, que expresan con trasparencia el terruño que los ve nacer y que además poseen una buena capacidad de envejecimiento.


Y uno de esos pequeños productores que buscan la calidad, la transparencia del terruño y la autenticidad es Pierre Gimonnet & Fils. La familia Gimonnet trabaja la viña en el pueblo de Cuis desde 1750, siendo en principio únicamente proveedora de uva a las grandes casas. La crisis de los años 30 forzó a las grandes casas a reducir su número de proveedores y a partir de aquí Gimonnet se decide a elaborar sus propios vinos. Sin duda era una época complicada, pues no era habitual el consumo de champagne de pequeños productores. La casa adquiere su madurez a partir de 1955 cuando Michel, hijo de Pierrre, toma las riendas y fija el estilo del productor, donde se busca la frescura, la pureza y el equilibrio como pilares básicos. Michel transmite el estilo a sus hijos Olivier y Didier y continúa al frente de la bodega hasta 1996, cuando los deja al mando. Hoy en día Gimonnet es una casa consolidada, con un estilo reconocible y definido y con una gama de vinos en los que la autenticidad y la expresión de esas fantásticas viñas de la Côte des Blancs son sin duda su bandera.

Y esas viñas son sin duda el tesoro de la casa. Poseen unas 30 hectáreas repartidas entre los pueblos más famosos de la zona, catalogados como Grand o Premier Cru y en su mayoría con más de 35 años de edad:

14 Has en el Premier Cru de Cuis, viñedos Croix Blanche y Les Roualles
5,5 Has en el Grand Cru de Cramant, plantadas entre 1911 y 1913, viñedos Buissons, Au Fond du Beteau y Grosmonts.
5,5 Has en el Grand Cru de Chouilly, viñedo Mont Aigu.
1 Ha en el Grand Cru de Oger, adquirida en 2005, viñedo Terres de Noel
2 Has en el Premier Cru de Versus, adquiridas en 2008

Vinifican de forma artesanal, no chaptalizando nunca las uvas provenientes de los viñedos más viejos. Además en ciertas añadas como 89, 90, 92 o 2002 no se chaptalizó ningún vino y solamente algunas parcelas lo fueron en el 96, 99 y 2003. El concepto de añada tiene mucha importancia para este productor, pues casi todos sus vinos son millesimé. Elaboran un total de 250.000 botellas repartidas en una serie de cuvées, todas ellas con la chardonnay como única uva base, salvo en la Cuvée Paradoxe que tiene un 50% de Pinot Noir:

Champagne Brut NV
Cuis 1er Cru: 68% de la producción, ensamblaje de 4 o 5 cosechas.


Champagne Millesimé
32% de la producción, ensamblajes de Grand Cru y Premier Cru y repartidas en los siguientes vinos: Cuvée Gastronome, Cuvée Fleuron, Cuvée Oenophile, Cuvée Special Club, Cuvée Paradoxe y Millesimé de Collection.

Y hoy vamos a hablar de la Cuvée Special Club, pues hace unos días tuvimos la oportunidad de participar en una cata vertical de 6 añadas de este vino, en un evento organizado por la UEC, coordinado por Natasha Mallory y auspiciado por Coalla Gourmet, importador de la casa en España. Los champagnes Special Club son una serie de vinos elaborados por pequeños productores de gran calidad y que nacen como respuesta a las cuvées de prestigio de los grandes elaboradores. En este caso se trata de una selección de los mejores vinos y de las mejores añadas, ya que no se elabora en todas. Se trata de un champagne austero, que envejece muy bien y que necesita de desarrollo en botella para mejorar, siempre sostenido por su poderosa y estructurada acidez.

Suele estar elaborado con uvas de los Grand Cru de Cramant y Chouilly además del 1er Cru de Cuis, en porcentajes que cambian con los años. La vendimia es manual y se realiza un suave prensado de la uva en prensa neumática. La fermentación alcohólica tiene lugar en depósitos de inox a temperatura controlada de entre 18º y 21º, vinificándose cada parcela por separado. Se realiza maloláctica y una crianza de 6 a 8 meses en depósito. Se estabiliza en frío y se realiza un filtrado antes del ensamblaje. El envejecimiento en rimas oscila entre los 5 y 7 años dependiendo de la añada, 18 años en el caso especial de 1990. El dosage es bajo y suele estar entre los 5 y 6 g/l, inferior al de otras cuvées de la casa. Repasemos ahora los vinos de la cata:

Pierre Gimonnet & Fils Special club 2000

Ultima añada en salir de este vino, se muestra sorprendentemente estructurado y mineral, austero y con mucha vida por delante. De fina y presente acidez y con mucha carga de terruño, es un vino que puede consumirse ahora y que además posee capacidad de mejora. Hasta el momento esta es una añada que nos ha sorprendido en champagne, con vinos de muy buena calidad. Se puede beber y mejor guardar.

Pierre Gimonnet & Fils Special club 1999

Esta es quizá la cuarta o quinta botella que probamos de esta añada. Y probablemente algo le pasaba a esta, pues nos dio la sensación de estar más cansado que las anteriores, como más maduro y triste. La vez anterior que lo probamos nos gustó mucho y confirmó su indudable clase, así que vamos a pensar que nos tocó una botella “tonta”.

Pierre Gimonnet & Fils Special club 1998

Añada algo más cálida y que se muestra en el vino, ofreciendo menos acidez y frescura que otras. Aquí el atractivo son las notas más maduras y oxidativas, así como la amplitud vínica que ofrece en boca, pero sin embargo pierde algo del santo y seña de este vino, la acidez y la frescura que le define, así como su trasparente expresión del terroir. No es una añada por tanto recomendable en este vino.

Pierre Gimonnet & Fils Special club 1996

La añada 96 es una de las grandes del Siglo XX en la zona y los champagnes de la mejor calidad comienzan a vivir en estos momentos. Y este es un caso claro, se trata de un vino de enorme equilibrio, que comienza ya su fase ideal de consumo y que se caracteriza por su tremendo esqueleto ácido y profundo que posee. Un vino fantástico que sin duda hará las delicias de quien posea una botella.

Pierre Gimonnet & Fils Special club 1995

Esta es otra gran añada, quizá algo menos completa que el 96, pero igualmente atractiva, que ha dado vinos de un enorme nivel. Nos pareció algo menos austero y directo que el anterior, pero probablemente más equilibrado en estos momentos, más listo para beber y por tanto con, quizá algo menos, potencial de envejecimiento. Magnífico vino que se encuentra en su momento ideal.

Pierre Gimonnet & Fils Special club 1990

Un vino de concepción totalmente diferente a las otras añadas. Con 18 años de crianza en rimas y recientemente degollado, sus registros tiran más hacia lo maduro y complejo que hacia lo nervioso y rectilíneo, y por tanto no es un reflejo del estilo del productor. Pero es desde luego un vino muy curioso, ya apenas sin burbuja a la vista, con notas complejas y misteriosas en nariz y una mayor amplitud y carácter vínico en boca. Es otro tipo de champagne que, aunque nos gustó, carece de la tipicidad del inconfundible “estilo Gimonnet”.


Bien, pues esto es lo que nos dio de sí esta magnífica vertical, una cata que no hizo sino confirmar en magnífico nivel de esta casa, una de las mejores de su categoría, esa categoría de los pequeños productores de champagne que tantas y tantas gratísimas sorpresas nos ha deparado en los últimos años. Sin duda los vinos que más bebemos y que más disfrutamos. Y la semana que viene cita con el más grande entre los pequeños: Jacques Selosse.



(*) La fotografía de la sede de Gimonnet en Cuis ha sido extraída de http://www.premiumwines.com.br/



Un saludo,
Eugenio Sáenz de Miera Arnau
(EuSaenz)
  1. #1

    CarlosGonzalez

    Felicidades por tu entrada Eugenio. Muy instructiva. Ayer precisamente comentaba con Oscar la añada 99. Qué te parece, está para tomar,guardar...?
    Saludos

  2. #2

    EuSaenz

    Gracias Carlos.

    El 99 lo vengo siguiendo desde hace un tiempo y pienso que está más para tomar ahora que el 95, 96 o 2000. Creo que igualmente puede guardarse un tiempo, pero se encuentra ahora en un buen momento. Así que si tienes alguna botella puedes abrirla y disfrutarla sin problemas.

    Un saludo y felices fiestas!!!
    Eugenio.


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