El Alma del Vino

Conocí este vino recién salido de sus cepas madre, cómo un orgulloso bebé con ganas de expresar sensaciones y agradar. Fue una copa magistral, sabrosa, digna de ilusión por parte de sus creadores, los responsables de Bodegas Ontañón, Raquel y Rubén Pérez Cuevas.

Crianza de doce meses en roble francés y americano, para un coupage de tempranillo con pequeña aportación de garnacha de viñas viejas. El resultado es un vino fácil de beber, redondo y franco. Denota con claridad la frescura propia de un joven, mezclada con la madurez de la madera que le sirve de continente durante la fase de crianza. Ontañón mide bien sus productos, y garantiza en este crianza

Bodegas Ontañon, empresa familiar cuya premisa es la calidad de los vinos que elabora; ha tenido la ingeniosa idea de acercarnos más a la fase de la producción y crianza del mosto de uva fermentado, a través de un enlace en su página web principal. Se trata del 2.