Taittinger comtes de champagne blanc de blancs 1998.

Un auténtico champagne vintage se debe a una serie de condicionantes de origen que los elaboradores deben tener muy presentes. Por eso la bodega Taittinger, segunda documentada más antigua de Francia (1.734) después de Ruinart (1.729), enclavada en el Reims de los champañas; elaboró esta joya en la Abadía de Saint Nicaise, con una cosecha primorosa de chardonnay blanca, usando vinos de primera prensada y envejeciendo un 5% del fruto de la mezcla en barricas de roble nuevo. Cinco meses en cava previos al desgüelle, con seis meses más posteriores. El resultado es un champaña de doce grados, que en nariz se presenta con toque de bollería y con leve recuerdo a trufa blanca. Burbuja fina y persistencia en boca, con un color brillante oro verdoso haciendo gala de su condición de blanc de blancs. Fresco y con sensaciones de miel y cítricos. La fama que precede a este tesoro de la firma Taittinger es, sin embargo; exagerada. Al menos a mi juicio la relación calidad-precio queda desbordada en un champaña sabroso, pero lejos de la literatura que atesora su producción. Es evidente que cuando se presenta la botella, nos viene a la memoria la amplia selección de uvas que se efectúa en bodega, el tratamiento especial que recibe su elaboración y cuando procedemos a su cata y ó degustación, siendo un producto de interés, termina resultando poco vintage, pese a su innegable intención de complejidad.