Opiniones de Aster Finca El Otero
OPINIONES
5

Color rojo granate bastante cubierto. El ribete con inicios de un cierto color anaranjado es el único leve signo de la edad de este vino. En nariz muestra todo su esplendor, con notas especiadas, mentoladas (que se suelen repetir en otras añadas), frutas negras muy maduras y en sazón, grosellas, polvo de chocolate. Boca con muy buena estructura y tanicidad, pero con un paso muy amable, con los taninos muy pulidos, vinoso y con un final largo y fresco, con los recuerdos de la fruta muy madura. La evolución de este vino ha sido fantástica y me atrevería a decir que está en su momento óptimo de consumo si bien, por su color, estructura y tanicidad, también augura capacidad de guarda.

Catado en Cata Vertical de cuatro añadas de Finca El Otero (7/7/2016)

Este vino ha demostrado con el paso de los años, ser, en esencia, un gran vino. Cinco años después de la grata sensación que nos ofreció había que ver como ha sido su evolución.

Y lo cierto es que no esperábamos esta excelente evolución. Demuestra estar al nivel de esos pocos caldos que son capaces de mejorar en botella con el paso de los años.

Visualmente, poco ha cambiado, y sorprende aún con reflejos de juventud. La nariz sigue soberbia, y ahora, además de mostrar fruta y notas sándalo, destaca una franca ciruela negra pasificada, con notas de brandy.

Su paso por boca es opulento, con una acidez todavía excelsa, masticandose las frutas y con una persitencia eterna.

Rojo cereza de ribete granatoso. Capa media-alta. Gran brillo y lagrima fina e incolora.
Nariz de media intensidad a fruta negra, vainilla, tostados y suaves ahumados. Suaves cueros a copa movida, leves notas a pegamento, ceniza, café y trufa.
Entrada intensa, serio e impactante. Sabroso, acidez suficiente, tanino marcado pero bastante pulido. Va creciendo en su recorrido por boca. Muy concentrado, intensísimo en fruta negra que es capaz de aguantar los potentísimos tostados. Un punto amargo hacia el final prolonga el vino en boca dejando tras salir excelente recuerdos a trufa. Con todavía más vida para evolucionar en botella.

Buen vino concentrado y potente, marcado por su crianza en madera. Matices animales, caluroso, se integra en copa. Tostado, madera , carpintería. Boca larga, afinado, postgusto madera y café. Cierta aspereza

VISTA: Picota muy cubierto, de excelente capa, con reflejos amoratados, brillante y lágrima imponente.
NARIZ: Excelente intensidad , complejidad y equilibrio. Aromas de fruta negra sobre un fondo de sotobosque. Trufa, boletus, cerezas muy maduras, frambuesas, arándanos, regaliz, café, lácetos, bombón y excelentes maderas.
BOCA: Sedosidad, elegancia y elevada persitencia. La fruta aquí es la protagonista. Retronasal de altos vuelos que evidencia furta madura y trufa.

Novedad de altura. Gran vino. Personalidad y equilibrio. La perfección en la copa.
No se lo pierdan. A pesar de los 40 leuros, encandila.

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