Disfruto la última botella de la que disponia. El vino ha evolucionado relativamente y se mantiene en un estado de forma sobresaliente, ya sabemos que es un vino muy agradable de fácil beber y con muy buenos matices.

La nariz sigue muy similar a la cata anterior, es bastante compleja y tiene buenos toques de elegancia, ahora más destacables, dominan las frutas, también minerales y toques lácteos y licorosos.

¨La boca sigue igual de expresiva, compleja y sabrosa, muy equilibrada y con elegancia. Aqui ha ganado bastante, aunque ha perdido bastante viveza en nariz.

En conjunto sigue muy equilibrado y no deja de ser un vino sobresaliente.

Color picota con ribete granate.
Aromas de muy buena intensidad a frutos licorosos, minerales muy presentes, ahumados, lácteos, mentolados, regaliz, frutos negros con mucha expresividad, crema catalana, vainilla, buenos y finos tostados, mucha complejidad en la nariz y bondadosos toques de elegancia.
En boca es sabroso, el paso es largo, variado, estructurado y muy frutal, perfecto el equilibrio en todo el recorrido, también adornan las sensaciones de carnosidad, todo englobado por una potencia y elegancia destacable. Los taninos vivos y suaves, el retronasal magnifico y con toda la variedad de la extrordinaria nariz, el final muy largo y con singular persistencia.
Un vinazo, rico, rico de verdad.

Bellísmo color de Priorat con aromas que están ricamente centrados en un cedro exuberante, insinuandose algun mentolado, con un carácter marcado de grafito, fino y señorial, con frutas voluptuosas (ciruela); y en boca es suntuosidad, con delicioso toque frutal. Este 2006 está maduro y denso, como el 2005 (que recuerdo la impresión que me causó), es directo y accesible.
Cuenta con más intensidad y poder, un estilo más prolijo, con más taninos y peso que el mencionado 2005 que aunque mostraba un vino que iba a una evolución de contrastes, matices y complejidad, este lo borda todo, dando un toque fabuloso de grosella negra, concentrado, muy valiente con una acidez fresca y una tímida suavidad dulzona.
Multidimensional, largo, persistencia con recuerdos de suaves especias y una atractiva acidez que flota como una fragancia acrobática, una fruta masiva y un toque de vino escultural. Una gloria bendita de esta tierra que nos ha tocado.
No se qué me depará el 2007.

Deslumbrante a casi todos los niveles, comenzando por su color picota oscuro con tonalidades rubís y azuladas. Nariz potente, expresiva, compleja y equilibrada. Esencia Priorat, mineralidad compleja , diversa, grafito, carbón, lapiceros, tinta china, encuadrado en un fondo frutal compotado, poderoso, cremososo, avainillado, tostados, cacao, todo integrado en díficil y sorprendente equilibrio. matices apimentonados , herbáceos, que no verde. Sugiere un porcentaje de cabernet-s ( Miller, dice que tiene un 5% de la misma).Bosque , humus, tierra, múltiples registros , sobresalientes. Boca voluminosa, larga, con peso, pero sedoso, como esculpido en la contundencia, ceden ciertas sensaciones alcohólicas iniciales, un privilegio en sí , como su dueño

Magnifico color cereza oscuro, limpio, cubierto, con ribete violeta y destellos azulados. Nariz frutal, alcohólica y envolvente. En boca es tremendamente frutal, y predominan sabores a carbonera, grafito, lapicero, mineralidad no exenta tb de toques herbáceos y cierto grado de picante que parece que va tener algo de cabernet. "Ligero" y fresco para la contundencia que desenvuelve. Magnifica fruta y madera, vino de calidad muy Priorat

Color: Rojo picota con ribete morado de capa media alta.
Nariz: de buena intensidad, tarda en abrirse, pero cuando lo hace muestra primero tímidamente y luego con poderío frutas (algunas maduras y otras frescas), tostados sutiles y armónicos; y una estupenda mineralidad. También algo de herbáceo.
Boca: destacaría su frescor, de cuerpo medio, paso frutal y mineral con estupenda acidez, muy buena persistencia y agradable toque amargo delicado al final.

Rojo picota, ribetes amoratados, capa media-alta.
Nariz intensa, expresiva, de carácter muy mineral. Con algo de aire muestra una fruta negra, en especial ciruelas y moras en confitura, un ligero fondo especiado, un toque herbáceo y balsámico y mínimo recuerdo de cacao y tabaco. Pero destaca su profundidad frutal y mineral.
En boca es fresco, ligero, con cuerpo, redondo y muy accesible, pero a la vez serio y poderoso. Con una buena acidez, sorprende por su frescura siempre mostrado su alma mediterránea. Final frutal y mineral, con un tanino bien resuelto por su integración. Con persistencia. Mejorará en botella.
Este vino en su añada 2005 fue una de las sorpresas del último salón de los mejores vinos de España y ahora en una siguiente añada se confirma como uno de los nuevos tintos más interesantes del panorama nacional. Una cariñena de sorprendente frescura y noble potencia. No es barato (unos 45 euros), pero se trata de un magnífico vino que merece la pena descubrirse.