Vino abierto para una ocasión especial, y realmente merece la pena.

Vino con un color picota subido (capa media-alta): color precioso.

Abierto con un cierto tiempo (creo que lo necesita), en naríz es impresionante: fruta muy madura, muy mineral, sotobosque, vainillas y unos tostados muy finos (muy bien integrada la madera de mucha calidad), notas balsámicas.

En boca es redondo, carnoso, sin aristas (taninos muy pulidos), con buena persistencia, del que no te cansas de beber.

Un vino muy bien hecho, elegante, lo que viene a ser "una apuesta segura".

Color cereza intenso, ribete violáceo, capa media y ribete violáceo bien vivo. En nariz se muestra bastante cerrado debiendo aconsejar que se procediera a su decantación previa a la cata, en unos 15 minutos el vino se muestra más cercano y muestra una nariz elegante con toques de fruta negra madura, unos tostados finos con sutiles sensaciones avainilladas, pimientas negra y de Sichuán en granos, hierbas del monte, ligeros mentolados carnosos, regaliz negro y suave fondo mineral que le aporta un aire de frescura. Buena entrada y notable astringencia sin molestar ni mostrarse dura, suave en su recorrido con una fruta negra crujiente bien sabrosa, los taninos domados y ligeramente carnosos, muy buena acidez, ligera amplitud, sedosa textura y buena persistencia.
Elegancia.

Más información en: https://www.elvi.net/2019/06/08/ferrer-bobet-vinyes-velles-2015/

Color rojo cereza picota de capa alta con ribete amoratado, brillante. 

Nariz de intensidad media-alta, compleja, aromas de fruta negra madura, cerezas, ciruela negra, hierbas mediterráneas, tierra húmeda, especias, vainilla, toques de chocolate, sobre un fondo de notas de cedro y tostados. 

En boca es fresco, fruta negra en licor, corpóreo, tanino maduro, hierbas mediterráneas, final donde surge la tierra húmeda, cedro, especias, toques de pimienta y balsámicos de buena persistencia. 

  Le falta pulirse en botella, aun que los vinos de este bodega son del Priorat los que se pueden disfrutar siendo jóvenes.

   Nariz muy mineral y balsámica, con la fruta marcada y madura, la crianza con sensaciones de cacao y vainillas, toque de regaliz.

  En boca es sabroso, con cuerpo, excelente acidez, fresco. La fruta con sensaciones de arandano y moras. Especias dulces, toque floral, taninos por pulir, mineral. Final largo y sabroso.

Como siempre es un gran vino, elegante, suave y a pesar de su juventud es extraordinario, redondo. Color rojo picota con ribete violáceo. En nariz aromas a frutos diversos muy maduros, balsámicos, especias, vainilla, buenos tostados y minerales siempre presentes en los vinos del Priorato. En boca es muy fácil de beber, muy agradable, sabroso, expresivo y muy equilibrado. Chapeau!!! como siempre a estos vinos de Bobet