Un vino clásico de crianza, con buena complejidad. Color Picota intenso con borde granate. En nariz aromas intensos, ahumados, tostados, canela, cuero. Complejo y expresivo. En boca sabroso, tanino muy maduro, final aromático con recuerdos de fruta roja ácida. Un crianza cuya mayor virtud es su regularidad año tras año, armónico.

Aunque me ha gustado más que la añada 2004 tampoco es para echar cohetes de entusiasmo puesto que se muestra bastante plano.
De color rojo picota bastante cubierto y brillante, de ribete anaranjado y capa media-alta.
Aromas de media intensidad con frutos rojos del bosque maduros, ligero toque licoroso, notas de vainilla, tostados, cueros, torrefacto y ligerás notas especiadas.
En boca se presenta suave y bastante agradable, de medio de cuerpo, sabroso y goloso, facil de beber, frutal, con un final de recorrido medio y persistencia donde se aprecia de forma excesiva la madera.

No sorprende y no defrauda, un vino correcto en todos los sentidos, un vino para acompañar una mesa sin que tengamos que prestarle excesiva atención, porque es honesto y franco, se muestra por igual de principio a fin. Aromas terciarios bien soportados por una añada que ha transmitido muy bien la fruta, huele y sabe a frutillos rojos con ligero toque licoroso, las notas de madera mojada y ligeras especias se hacen notar en boca, taninos pulidos, elegante y suave.

Color picota madura, brillante y con ribetes algo mas oscuro asemejando teja.

En nariz tiene buena intensidad con fruta roja madura junto a tostados y resto de detalles típicos de madera.

En boca es sabroso, con buena acidez, con taninos muy agradables y detalles de fruta de nuevo.

Tiene un final largo con características típicas de los riojas de hace años

Comentario

Cata