Visual: Color rojo cereza picota ribete púpura.

Nariz: buena intensidad, elegante, maduro, cereza, fruta negra y frutos del bosque, torrefactos, cacao, especiado vainilla, pimientas, balsámico, barrica integrada. 

Boca: Con cuerpo, tanino integrado, bien de acidez, fruta en sazón, especiado, rico.

Un toro bien afinado y  con recorrido.

Casi 7 meses han trnanscurrido desde la última botella disfrutada de este vino. ¿Que me he encontrado?. Botella nº 12.474 de 18.500. Esta vez la he abierto con un sacacorchos de espiral. Corcho en perfecto estado, tintada la cara que está en contacto con el vino y muy ligeramente impregnada.

     Su color permanece muy parecido, quizas con un ligero tono rubí, limpio, muy brillante y sin precipitación.

     En nariz, se ha abierto muy rápidamente y he podido percibir sus abundantes frutas negras en sazon, ligeras rojas, integrada madera y débiles notas balsámicas, cacaos y de pimienta negra.

    En boca muy, muy elegante, con caracter, volumen, aterciopelado, carnoso, equilibrado y con mucha fruta. Retornan con muchísimo agrado las abundantes y maduras frutas percibidas en la fase olfativa. Elegante madera de su crianza sin destacar.  Mineral, seco y fino. Con los taninos bastante domados y manteniendo una fresca acidez que invita a beber y que le dará más años de vida. Elegante, sabroso y potente paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,45 minutos muy agradables y llenos de caracter.

    He encontado esta botella mejor que la anterior, de ahí mi mejorada puntuación.

Casi 20 meses han transcurrido desde la última botella disfrutada de este vino. Botella nº 12.456. Abierta con sacacorchos de láminas. Vino que en bodega está agotado y comprado en la bodega durante la feria del Vino de Toro del 2018.

     ¿Qué me he encontrado?. El corcho, que como comenté anteriormente, se merecía significar la añada, está en buen estado y tintada la cara que está en contacto con el vino.

      A la vista un color rojo picota de capa alta. Limpio y brillante. Muy buena, gruesa, abundante y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa al que débilmente tinta. Ribete granatoso , débil violeta e incipiente rubí.

      En nariz mantiene sus abundantes, ricas, frescas y sazonadas frutas rojas y negras del bosque. Moras silvestres, ciruelas pasas, débiles cacaos y notas balsámicas. Madera de su crianza integrada y sin destacar.

      En boca está muy cerrado. Necesita una buena aireación. A medida que se oxigena va ganando en aroma y bouquet. Elegante, potente, con mucho volumen, muy frutal, equilibrado, mineral, sigue siendo atlántico, fino y los taninos domándose. Madera de su crianza en segundo término. Mantiene una acidez que le da frescor y vida. Grato, elegante, frutal, y también, mineral y voluminoso paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,45 minutos.

       La permanencia en botella le afinará. Lo podré comprobar. Tengo existencias.

Cerca picota, granatoso de gran capa, casi opaco. Nariz intensa, muy toresana con fruta en confitura, notas terrosas, cacao, especias dulces, balsámicos y toques tostados.

En boca es un vino potente pero contenido, carnoso, frutal y con una frescura que se insinuaba en nariz y una acidez sostenida que le imprime un carácter peculiar dentro de Toro y con un final amargoso y mineral. 

Botella  12.454 de 18.000. Es un vino conmemorativo de la fundación de la bodega en Casaseca de las Chanas que está encerrado en una botella borgoñona, vestido con una elegante, oscura y moderna etiqueta en su diseño. Corcho que la cierra correcto, personalizado con el nombre de la bodega y sin reseñar la añada. Un vino de esta categoría lo merecía.

       A la vista un color rojo picota, granatoso y violáceo de capa alta. Limpio y brillante. Abundante, densa y lenta lágrima en su discurrir por el cáliz de la copa al que tinta. Ribete granate y violáceo.

      En nariz abundantes frutas rojas y negras del bosque que están madurando. Elegante madera de su crianza integrada y en segundo plano. Recomiendo  abrir la botella con tiempo para un mejor disfrute de la misma. Notas balsámicas y de mineralidad.

      En boca le encuentro atlántico. Se sale de los esquemas de los vinos de Toro. Es elegante, opulento, fino, con volumen, con una viva acidez que invita a beber y que le puede otorgar infinitos años de vida. Equilibrado y con mucha carga frutal. Con la elegante y sutil madera de su crianza muy bien integrada.Siempre en segundo plano y con el transcurso de los años se convertirá en  más frutal. Los taninos por domar. Gratísimo, seco, mineral y frutal paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,30 minutos.

      Estamos ante un original y gran vino de Toro en donde su caracter atlántico le da una excelente frescura y equilibrada acidez.

Un vino al que le falta botella y que dentro de 4-5 años estará excelente. Lo promete.

El Fariña 75 Aniversario es un vino conmemorativo elaborado por la tercera generación de la familia que rinde homenaje a las raíces de la casa. Único y de serie limitada, se presenta en botella estilo borgoña, tal y como sucedía con los primeros Colegiata en la década de los 70.  

A la vista se muestra con un oscuro color rojo picota de capa muy alta, limpio y brillante. En nariz dominan los aromas primarios de frutos negros muy maduros (ciruela, mora), frutas compotadas y en licor, especias dulces, regaliz, cacao, sensaciones balsámicas y de hierbas aromáticas y un toque floral. En boca es potente y con buen equilibrio, con los taninos dulces y bastante pulidos, con un final vinoso bastante largo con recuerdos de las notas frutales. Buen vino para un acontecimiento tan importante y a un precio muy interesante.