Sigue Grande.

Casi 20 meses han transcurrido desde la última botella disfrutada de este vino. Botella nº 12.456. Abierta con sacacorchos de láminas. Vino que en bodega está agotado y comprado en la bodega durante la feria del Vino de Toro del 2018.

     ¿Qué me he encontrado?. El corcho, que como comenté anteriormente, se merecía significar la añada, está en buen estado y tintada la cara que está en contacto con el vino.

      A la vista un color rojo picota de capa alta. Limpio y brillante. Muy buena, gruesa, abundante y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa al que débilmente tinta. Ribete granatoso , débil violeta e incipiente rubí.

      En nariz mantiene sus abundantes, ricas, frescas y sazonadas frutas rojas y negras del bosque. Moras silvestres, ciruelas pasas, débiles cacaos y notas balsámicas. Madera de su crianza integrada y sin destacar.

      En boca está muy cerrado. Necesita una buena aireación. A medida que se oxigena va ganando en aroma y bouquet. Elegante, potente, con mucho volumen, muy frutal, equilibrado, mineral, sigue siendo atlántico, fino y los taninos domándose. Madera de su crianza en segundo término. Mantiene una acidez que le da frescor y vida. Grato, elegante, frutal, y también, mineral y voluminoso paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,45 minutos.

       La permanencia en botella le afinará. Lo podré comprobar. Tengo existencias.