La Despeña

Manzanilla Sacristía AB. Segundas partes fueron buenas.

Tratar el vino con seriedad no tiene porque disminuir su disfrute, es por eso que cuando se nos ofreció la posibilidad de catar junto con Antonio Barbadillo, artífice de la manzanilla Sacristía AB tratamos de acudir todos los que tuvimos ocasión.

Es este un vino que ya habíamos probado en La Despeña, justo después de la cata de vinos canarios, y puede que  la potencia de los tintos isleños no nos permitiera disfrutar de esta manzanilla con la intensidad que merece. Jaime, amigo de Antonio y firme defensor de este vino, nos animó a acercarnos. El tiempo demostraría cuanta razón había en sus argumentos.Sacristía

Nos cuenta Antonio que tenía una idea de manzanilla  que quería hacer realidad, y para ello fue de bodega en bodega por Sanlucar de Barrameda tratando de encontrar en alguno de sus vinos algo de realidad para llevarla a cabo. Después de muchas catas y de encontrar aquí y allá algunas de las características que buscaba, la labor casi de investigación dio frutos y en una de las bodegas encontró algunas botas con las que hacer realidad su idea.

No es la primera vez en su vida profesional que ha desarrollado esta labor. Hace unos años ya tuvo la idea y eligió de ente 4000 botas las 14 que forman nuestra  querida manzanilla en rama de Barbadillo.

Se vanagloria de que a Sacristía AB no se le ha quitado nada que no sea imprescindible por medio de filtrados o aclarados. Es por esto que es diferente a las manzanillas que podamos haber catado con anterioridad, y que en ocasiones puede aparecer ligeramente turbia. No es el caso de la que tenemos en la mano que es limpia y brillante, con un tono pajizo dorado que puede sorprender al consumidor habitual de manzanillas.

No hace falta que nos de pistas de su aroma, y aunque él sigue hablando nos desconectamos (un poco) y nos dejamos envolver por esos aromas de bajamar de las playas de Sanlucar, magníficamente acompañados por las avellanas tostadas que años ha se consumían en las tardes de toros, aromas de camomila y de tierra mojada. Nos dice Antonio que el aroma de la copa vacía es un espectáculo, la vaciamos (no nos costó demasiado) y en efecto salen aromas de manzana madura, de membrillo y una ciertas notas de arrope o miel silvestre.

Nos llenan la copa  de nuevo y nos conectamos a las explicaciones de Antonio. Esta manzanilla sorprende en boca, ya que entra con mucha suavidad, ganando poco a poco volumen y llenando la boca con aromas salinos y de frutos secos tostados, que perduran durante un buen rato. Una manzanilla  diferente, a la que en nuestra opinión merece la pena acostumbrarse.

Conviene beberla como único vino, acompaña perfectamente por su cuerpo una buena cantidad de platos, o para primer vino, ya que es muy susceptible de ser “apagada” especialmente por tintos. Es un vino que necesita expandirse en boca para expresarse.

Antonio BarbadilloDos o tres copas compartidas con Antonio nos van desvelando lo que buscaba en este vino, su autenticidad, su personalidad y lo cierto es que poco a poco hasta los más escépticos van encontrado en este un vino que merece la pena. También tuvimos ocasión de mantener una animada conversación con Isabel Mijares, gran conocedora y entusiasta del mundo del vino, que volvio la cabeza un par de veces ante las preguntas que se hacían con una cara que parecía decir: ¡Cuanto queda por difundir de la cultura del vino!

Hay veces en que para apreciar una gran obra tienes que volver a ella, porque no se deja descubrir en un solo encuentro, tal vez sea este el caso de la Sacrisitía AB, mucho mejor si es con dos personalidades de este calibre.

Acaparamos a Antonio Barbadillo  casi todo el rato, es una gozada hablar de vinos con él. Hasta que unas personas le reclaman y se marcha. Seguro que habrá otras ocasiones, el mundo del vino no es tan extenso. Nos comentaba antes de irse que hay muchos grandes vinos en Jerez y Sanlucar y que tiene intención de seguir descubriéndolos, amontillados, palos cortados y otros muchos. Será una maravilla que los descubra y los ofrezca. Estaremos atentos, y aprovecharemos si tenemos oportunidad para que nos los “explique”. ¡Qué enorme valor añadido da a un aficionado que un vino te lo “cuente” su elaborador!

  1. #1

    ramico

    Iría más allá del valor añadido, incluso desde mi punto de vista hablaría de lo imprescindible que se hace, en estos vinos artesanos, el hablar con quien los crea.

    De otra forma se corre el riesgo del borreguismo calificador, y nos podemos dejar arrastrar por apreciaciones ajenas a nuestros gustos. Aquí lo de “lo ha dicho Pepito, que cata un montón” no vale.

    No veo el entendimiento completo de quien cata sin la explicación de quien elabora, cada día estoy más convencido.

    En mi caso sigo disfrutando de la nariz prodigiosa que nos aporta esta manzanilla, espectacular se la mire por donde se la mire, sin embargo es en boca donde siempre he tenido mi desconcierto.

    Hablando con Antonio llegué a la conclusión de que debo quitarme de la cabeza el resto de lo que he catado hasta ahora y tratar esta creación de forma independiente y solitaria, ya que “esto es otra cosa”, así lo veré a partir de ahora.

  2. #2

    Vvidlan

    en respuesta a ramico
    Ver mensaje de ramico

    Desde luego la nariz de esta manzanilla es tremenda, muy compleja y elegante. En boca a mi me gusta mucho, precisamente por esa redondez que tiene y que es difícil de encontrar en la mayoría de vinos de este tipo.
    Hay que acrecarse a ella con apertura de mente, sin pensar que vas a encontrar una manzanilla típica.

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