Los vinos de José Luis Mateo y el resurgir de una DO olvidada

Tras un periodo de descanso estival en nuestra actividad de catas de vino, a primeros de mes volvimos a lo grande con la ocasión de conocer a una persona que ha conseguido estar en boca de casi todos los buenos aficionados al vino de calidad y sin cuyo trabajo no puede comprenderse el buen momento enológico que estamos percibiendo en Galicia, de donde cada vez estamos probando vinos más interesantes y personales, en este caso en la que probablemente es la DO menos conocida de Galicia, la DO Monterrei.

Esta DO se encuentra al sureste de la provincia de Orense, cercana a la frontera portuguesa y climatológicamente es más continental que atlántica, con importantes oscilaciones térmicas entre día y noche. Hay muchos tipos de suelos mezclados, tanto arenosos como pizarrosos, graníticos y arcillosos y las variedades autorizadas son múltiples, con algunas de ellas que prácticamente son endémicas de esta zona. Los vinos que nos vamos a encontrar son casi más castellanos que gallegos, vinos más potentes y con más influencia del calor, además se trata de una zona que hasta hace muy poco no ha apostado por el vino de calidad sino por los graneles, algo que ha supuesto un lastre histórico y que viticultores como José Luis van tratando de cambiar.

José Luis nos pareció una persona reservada, algo tímida, que habla muy bajito, pero una persona que tiene claro que es lo que quiere y hacia dónde quiere ir. Es un apasionado del viñedo, que trabaja de forma casi estajanovista. Las personas que conocen de cerca su trabajo nos han comentado que es uno de los viticultores más meticulosos que existen en España, un auténtico “vigneron” a la gallega, que busca ante todo intentar plasmar en sus vinos el carácter de las viñas que cultiva, algunas de ellas pequeños majuelos de viñas muy viejas. Maneja unas 14 has trabajadas de forma orgánica y biodinámica, repartidas en un buen número de vinos, algunos de ellos de producciones microscópicas, inferiores a las 1000 botellas. Su trabajo en bodega es poco intervencionista e intrusivo y trata de no alterar el producto de la viña, que el fin y al cabo es la que debe otorgar todo su carácter al vino. Siempre se hablado de la colaboración de Raúl Pérez en sus vinificaciones y él es sincero con este tema en el sentido de que considera a Raúl como alguien muy importante en su vida como productor y pese a que actualmente no colabora directamente en las elaboraciones, el no tiene ningún problema en señalar al enólogo del Bierzo como una parte fundamental en sus vinos.  

Pero al final y como siempre son los vinos los que tienen que hablar y José Luis y los amigos de Alma Vinos – Latintorería, al fin y al cabo los organizadores de la cata y quienes han apostado por sus vinos, nos presentaron ni más ni menos que 12, doce vinos que vamos a comentar y desgranar en los siguientes renglones.

Alanda blanco 2010

Coupage de doña blanca, godello, treixadura y monstruosa, esta última una variedad desconocida para nosotros y que por lo visto recibe su nombre por el importante tamaño de sus bayas. Elaborado en inox y sin malolácticas. Un vino bien balanceado, con equilibrio, no muy intenso en nariz, mineral, con buena acidez y un marcado amargor final. Un vino interesante y bastante original. [8,5]

Quinta da Muradella blanco 2009

95% de treixadura y 5% de monstruosa. Elaborado con pastas y un 70% de raspón, mitad fermentado en barricas de 500 litros y mitad en inox, con 9 meses de crianza. Un vino poderoso, herbáceo, profundo, de boca densa y persistente, tánica en el final, dejando notas de frutos secos amargosos. Un blanco de mucho carácter necesitado de botella para integrarse. [8,3]

Gorvia blanco 2008

Varietal de doña blanca procedente de la finca homónima. Suelos pizarrosos. Elaborado en fudre oval de 1500 litros. Vino serio, original, lácteo, intenso, mineral, ahumado, de un paso por boca estructurado y potente, dejando una larga huella final herbácea y de frutos secos. Sin duda el más original de los tres blancos catados y un vino con un cierto recorrido en botella. [8,7]

Alanda Tinto 2008

Mencía, bastardo, garnacha tintorera y grau noir, esta última nos es desconocida en todos los sentidos, juraríamos que este es el nombre que nos dijo…en cualquier caso un vino de carácter ahumado e intenso en nariz, potente en boca donde todavía resulta algo tánico, dejando un final ahumado y mineral, un vino original que necesita algo de guarda. [8]

Berrande 2008

Varietal de mencía del viñedo del mismo nombre de suelos pizarrosos. Elaborado parte en inox y parte en barrica, con 14 meses de crianza. Quizá el tinto que menos nos gustó pues no nos aportaba mucho nuevo con respecto a otras mencías de prestigio, especialmente del Bierzo. Un buen vino, con profundidad y mineralidad, pero que no nos dijo mucho más. [7,5]

Quinta da Muradella Sousón 2008

Varietal de sousón, una uva autóctona que da mucha acidez y color. Esto ya es otra cosa, registros mucho más personales, en efecto se trata de un vino de mucha acidez, que casi hace salivar y que deja su huella mineral en un largo final mostrando un tanino fino y bien integrado. Un vino enormemente original y que mejorará en botella, autenticidad al poder sin duda. [8,8]

Quinta da Muradella Albarello 2008

Varietal de albarello, una variedad que José Luis considera como la más completa de la zona y que probablemente resulta su preferida. Vinificado con algo de raspón y macerado 3 meses en post fermentativa. Ahumado, mineral, personal, salino, reductivo, uno de esos vinos que desbordan personalidad por los cuatro costados. Acidez marcada y fresca, tanto o más que el propio sousón, aunque aquel nos gustó incluso un poco más. Muy bueno. [8,7]

Quinta da Muradella 2008

Mencía y otras, vinificadas por separado y parte con raspón. Vino potente, de largo recorrido y marcado carácter, profundo en nariz, frutal y floral, con acidez y estructura y un marcado tanino final, quizá el vino con más desarrollo pendiente en botella. Muy buena pinta, pero hay que esperar un tiempo. [8,4]

Lugar de Grou 2007

Mezcla de variedades en una viña muy vieja podada en vaso, de unos 80 años. Vinificado con algo de raspón. Sin duda el tinto más poderoso y estructurado de la tanda, un vino potente y serio, profundo en nariz y persistente en el final, donde deja su huella ahumada, tánica y mineral. Un vino de mucho carácter. [8,3]

Gorvia tinto 2008

Mencía en su mayoría, con algo de bastardo y caíño redondo. Muy joven todavía pero mostrando buenas maneras, es un vino potente, largo y tánico, menos personal que otros (quizá marca demasiado el carácter de la mencía), pero satisfactorio. Otro vino que deberá mejorar con el tiempo en botella. [8,1]

Quinta da Muradella Caíño Redondo 2008

Curioso esto de los caíños “a cualquier uva que tiene acidez se la llamaba caíño” nos decía José Luis. Se trata de un vino frutal, intenso, elegante, pero que destaca por su enorme acidez en el paso por boca, una acidez que limpia y otorga enorme frescura y originalidad al vino, hace salivar tras su paso y resulta mineral y ahumado. Fantástico tinto para finalizar la tanda. [8,8]

Quinta da Muradella Verdello 2010

Varietal de verdello (godello) de suelos graníticos y todavía no en el mercado. Vino pleno, rico, algo cerrado en nariz pero enormemente expresivo en boca, equilibrado y con acidez, de paso limpio y mineral. Magnífico ejemplo de su variedad. Se puso al final pues todavía no está comercializado y además limpió el paladar tras la larga tanda de tintos. Un vino a tener en cuenta cuando salga al mercado.

Así pues y como vemos, nos encontramos ante vinos auténticos, originales, vinos que ni mucho menos podemos clasificar bajo el paraguas de comerciales, dada su baja o bajísima producción y unos precios tampoco bajos, pero vinos que si se encuentran deben ser sin duda catados y apreciados por quien busque autenticidad y terruño, que dignifican a una DO bastante olvidada. Hablamos también de su vino más conocido y buscado, A Trabe, un viñedo que dicen quienes lo conocen que es uno de los más espectaculares de España por su situación y características. Viñas muy viejas mezcladas y un vino que José Luis solo embotella cuando de verdad le satisface y eso ha ocurrido en muy pocos años, el último comercializado fue 2005, al menos pudimos probarlo hace unos meses y lo cierto es que nos pareció algo muy especial, además se elabora en tinto y en blanco, nosotros catamos el primero. Ya veremos cuando vuelve a salir, aunque de este hay poco más de 500 botellas…

No son vinos sencillos ni de de encontrar ni de comprender, tampoco son vinos baratos, pero los vinos de José Luis hacen pensar y desde luego no pasan desapercibidos. Y eso es algo muy importante para nosotros a la hora de evaluar el trabajo de un productor. Así pues, recomendados quedan.

Ah, y no queremos terminar este artículo sin felicitar a nuestros amigos de Latintorería por ese nuevo espacio de catas llamado La Trastienda, que tuvimos el placer de inaugurar con esta sesión que esperamos sea solo la primera de muchas otras tan buenas o mejores. Y que lo sigamos viendo y disfrutando.

Un saludo,

Eugenio Sáenz de Miera Arnau

(EuSaenz)

(*) La fotografía de José Luis es del blog “Descorche”, de Paco Berciano