Vitis Vinifera 2011: catando, que es gerundio

La Vitis Vinifera, con el paso de los años, se ha erigido como una de las citas ineludibles para los que habitamos el planeta vino, al menos en España. Con periodicidad bienal y celebrada en los años impares, se trata de la presentación y cata de un buen número de los productores nacionales y foráneos con los que trabaja Cuvée 3000, una de las importadoras y distribuidoras de vinos más importantes de nuestro país. Con respecto a la edición 2009 hubo una serie de diferencias, lo primero el lugar de celebración, en este caso el Teatro Nacional de Cataluña, justo al lado del Auditorio donde tuvo lugar la anterior, y después el hecho de que en tiempos de profunda crisis como los actuales, el número de expositores y vinos fue algo inferior, pero las ganas de todos por dar a conocer sus productos compensaron indudablemente todas las vicisitudes y dieron pie a una jornada de lo más apetecible y aprovechable, a pesar de la paliza que nos supuso tener que desplazarnos hasta Barcelona y volver a casa en el mismo día. Llegamos un poco antes de comenzar el evento y pudimos al menos poder catar los vinos de la presentación sobre la garnacha que se realizó previa a la Vitis, saludando a alguno de los ilustres participantes en la misma. Y a partir de ese momento…a catar y a disfrutar de una jornada que les vamos a contar resumidamente en los próximos renglones.

VINOS ESPUMOSOS Y BLANCOS

En cuanto a los vinos espumosos solamente catamos los champagnes de Billecart-Salmon, uno de nuestros productores preferidos. Antoine Billecart trajo este año consigo sus vinos digamos básicos, el Brut Reserve, Extra Brut, Blanc de Blancs, Rosé y Vintage 2004, vinos que ya habíamos probado en otras ocasiones y que confirman su habitual calidad. Echamos muy de menos las cuvées superiores como NFB, Grande Cuvée o Elisabeth, pero…qué le vamos a hacer. Esperamos impacientes ese Elisabeth 2002.

Buena representación de blancos borgoñones, comenzando con los Meursault de Ballot-Millot y François et Antoine Jobard. De los primeros probamos los Villages, el “lieu-dit” Criots y los Premier Cru Charmes y Genevrières, todos de la añada 2009. Ricos, amplios y con clase, destacando ese mineral Genevrières. Y de Jobard, que muestra ahora una imagen renovada en las etiquetas y un estilo algo más “moderno”, pudimos catar sus “lieu-dits” Tillets y En La Barre, además de su poderoso premier cru Poruzots de la 2009 igualmente. Esta parece una añada algo más madura que sus predecesoras, aunque esperamos que los Jobard sigan siendo esos Meursaults austeros y con buena capacidad de envejecimiento que han sido siempre. Un productor que habitualmente mantiene un buen nivel es Château de Beauregard, del cual probamos su Saint Véran, su Mâcon-Fuissé y su Pouilly-Fuisée “villages” del 2009, vinos todos muy bien resueltos y de precio ajustado, además de sus Pouilly-Fuissés “Les Insarts” y “Grand Beauregard”, ambos de la añada 2006. Estos últimos vinos nos gustaron mucho, vinos profundos y complejos, con muy buena estructura. Y cerrando la Borgoña blanca, un productor que descubrimos hace dos años y que nos encanta es Guillemot-Michel, que elabora un magnífico Mâcon-Villages “Quintaine”, del cual nos ofreció el 08 y el 09. Biodinámica radical y muy buena calidad, además de un precio muy aquilatado. Vinos francamente recomendables.

De Alemania y Alsacia teníamos dos magníficos representantes en las figuras de Schlossgut Diel y Schoffit respectivamente. El primero es un productor de Nahe que siempre nos ha convencido por su buena regularidad y sus vinos bien definidos, catando su básico Nahestein 2009, su profundo GG Burberg 2009, además de un Kabinett 2009 de un nivel destacable. La diva es siempre la diva. Los alsacianos de Colmar son un domaine que elabora vinos serios, con mucha carga de terroir y respeto varietal. Su riesling “Caroline Hart” 2001 es un vino que ahora mismo se encuentra en un perfecto estado de consumo y su soberbio Clos de Saint Théobald GC Rangen de Thann 2008 es una de las cumbres de la riesling alsaciana en calidades secas, especialmente bueno en esta añada.

Otros vinos blancos de interés que pudimos probar fueron el Contino blanco 2010 en muestra de barrica, un vino que año tras año va mejorando sustancialmente, el Do Ferreiro Cepas Vellas 2009 de Gerardo Méndez, una de las cumbres de la variedad albariño en Galicia, el Château de Pibarnon blanc 2010, un coupage de clairette, burboulenc y garnacha blanca de Bandol muy equilibrado, además de su Rosé 2010, de mourvedre y cinsault, que es uno de los mejores rosados del mundo y el siempre interesante Tricó 2009, un albariño muy recomendable y más en su estrato de precios.

VINOS TINTOS

La mejor Rioja estaba representada por tres excelentes productores como Artadi, Contino y CVNE. Juan Carlos López de Lacalle delegó en su hijo la responsabilidad de servir los vinos y se dedicó a disfrutar un poco del evento, algo que nos parece perfecto, pues nos explicó muy bien las novedades aportadas. Los viñedos que forman parte del Pagos Viejos ahora van a comercializarse por separado y son La Poza 2009, Valdeginés 2009 y El Carretil 2009, parcelas que van aumentando en carga mineral, estructura y complejidad respectivamente. El Pagos Viejos 2009, mezcla de las tres, muestra igualmente su clase, aunque obviamente necesita seguir completando su recorrido. Chus Madrazo y sus siempre encantadores Continos tampoco faltaron a la cita, con una interesantísima Garnacha 2008 que habrá que seguir, además del elegante y mineral Gran Reserva 2004 y del cada vez más asentado Viña del Olivo 2007. Estos vinos siempre son referencia en calidad. Por último, María Larrea (CVNE) nos presentaba su Viña Real Gran Reserva 2001, vino de corte clásico puesto al día y que habrá que ver cómo evoluciona, en cualquier caso siempre un valor seguro.

Interesante igualmente la representación borgoñona, comenzando por Mugnier, que nos proponía dos interesantes “miniverticales” de sus Nuits-St-Georges Clos de la Marechale y Clos des Fourches, en añadas 2006, 2007 y 2008. Ambos vinos con el carácter siempre recio de un auténtico Nuits, pero mostrando su indudable nivel, siempre encontrando mayor profundidad en el Marechale, dada su condición de premier cru. Para tomar ahora, los 2006 estaban más accesibles. Pena que no aportase sus Chambolles, ya que son sus vinos más destacables. Confuron-Cotetidot es un productor quizá demasiado “moderno” para nuestro gusto, como se demostró con el Vosne Romanée “Les Suchots” 2009, donde pensamos que la elaboración se impone al viñedo, pero sin embargo logró sorprendernos con un Chambolle-Musingy “villages” 1996, exótico, maduro, muy redondo, un vino en perfecto momento de consumo. Quizá lo que necesiten sus vinos sea tiempo. Un magnífico productor de Pommard es Domaine de Courcel, que nos ofreció sus premier cru “Clos des Epenots” y “Les Rugiens” ambos de la añada 2009. Auténticos vinos de su comuna, serios, estructurados, tánicos y con futuro en botella. Muy buenos ambos.

El Ródano, la Provenza y el Rousillon fueron otras zonas francesas con peso en el evento. Jean Michel Guerin nos presentó su excelente Côte-Rotie “Champin Le Seigneur” 2008, un vino que nos gustó mucho por su magnífica definición, como siempre nos convencen igualmente los Crozes-Hermitage de Combier, de los que catamos su versión “normal” y la cuvée Clos des Grives, de la añada 2009. Vinos que nunca defraudan. Sí que nos defraudaron algo, en cambio, los Cornas de Domaine de Coulet, con un marcado carácter “bio”, demasiado extraños para lo que nos gusta. En cuanto a las zonas de la Provenza y el Roussillon había una notable representación de la que catamos una “minivertical” de 3 añadas de Château de Pibarnon, un fantástico Bandol donde sobresale una magnífica mourvedre en un clásico coupage pleno de esencia mediterránea. Catamos 2007, 2006 y 2004 y lo cierto es que es un vino que nos convenció sobradamente. Otro interesante productor que no conocíamos es Domaine de Nidolères, del que catamos un par de vinos de mourvedre que nos llamaron la atención, La Raphaelle y La Pierrune, ambos del 2008.Muy auténticos.

De Italia había dos productores procedentes de las dos zonas vinícolas más prestigiosas del país transalpino, Piamonte y Toscana. Luciano Sandrone presentaba cuatro vinos, su fresco Dolcetto 2009, un profundo Nebbiolo d`Alba Valmaggiore 2008 y su gran Barolo Le Vigne, añadas 2002 y 2006. Ya hemos comentado en otras ocasiones que su estilo no es el que más nos gusta en su zona, pero la calidad de sus vinos está fuera de toda duda y se muestra de forma especial en este soberbio Barolo, con un 2002 fiel a su añada, frío, algo austero, complicado, pero tremendamente solvente y especialmente en un 2006 apabullante, quizá el tinto que más nos gustó de todos los catados. Un productor en el que iremos indagando más. La Massa presentaba dos IGT de Toscana, La Massa 2008 y Giorgio Primo 2008, con sangiovese y variedades francesas (merlot, cabernet y petit verdot) en un impecable trabajo de ensamblaje y calidad. Los IGT no son quizá los vinos más originales de la zona, pero cuando el trabajo es bueno, los resultados están ahí. A seguir.

De otras zonas debemos destacar vinos como La Viña Escondida 2008 de Canopy, una garnacha de Méntrida muy seria y mineral, el siempre impecable monastrell de Casa Castillo Pie Franco 2008, los frescos y equilibrados “Riberas” de Pagos de Matanegra, en especial su Vendimia Seleccionada y los vinos de Dao de Alvaro Castro, con sus Quinta da Pellada a la cabeza, vinos austeros, estructurados y fieles representantes de su región.

VINOS DULCES, GENEROSOS Y DESTILADOS

En esta categoría destacamos los vinos de Gutiérrez Colosía, en especial sus Soleras Familiares, vinos de enorme calidad y vejez. Nuestro preferido, el Palo Cortado. Gutiérrez de la Vega se presentaba con su arsenal de excelentes moscateles alicantinos, pero nos decantamos por su salvaje Fondillón Solera 1987, uno de los grandes vinos nacionales, un Fondillón poco ortodoxo, pero ante todo un vino de meditación, una especie de Porto Vintage alicantino. Schoffit aportó su siempre excelente Clos de Saint Theobald Vendages Tardives 1998, una tremenda pinot gris que va entrando en su apogeo poquito a poco.

Novedad este año era la presencia de destilados, y qué mejor que terminar la jornada con dos maltas del nivel de un Springbank 12 years Cask Strength y de un Hazelburn 8 years Sauternes Wood finished, dos maltas de Campbeltown llenos de encanto y mostrando una fantástica calidad de destilación y de crianza.

Imposible nos fue catar más, en estos eventos el carácter social es muy importante y la oportunidad de saludar a gente que no veíamos desde el salón de Peñín o desde Vinoble y charlar un rato con ellos no podía desperdiciarse. Nos dejamos en el tintero productores del nivel de Gauby, Matassa, Mustigullo, Ferrer-Bobet, Terroir al limit o Trío Infernal, unos por tenerlos más recientes en nuestras catasy otros porque sencillamente, fue del todo imposible probarlo todo. Para la siguiente ocasión los pondremos antes en la lista.

Así pues, una nueva Vitis más que creo aprovechamos como se merece un acontecimiento de este nivel. Y como siempre decimos en estos casos, nos conformamos con volvernos a ver en la edición de 2013. ¡Hasta la próxima!

Un saludo,

Eugenio Sáenz de Miera Arnau

(EuSaenz)