X Salón de los vinos de Madrid
De la Bodega Real Cortijo de Carlos III (Aranjuez) probamos un interesante vino llamado Homet Reserva 2003, elaborado con Tempranillo, Merlot, Syrah y Cabernet. Con profundidad y cierta elegancia. Buen vino, con hechuras.
Destacables de igual modo resultaron los vinos de Bodegas Bernabeleva (Pelayos de la Presa). Su Villamil 2006 se reveló como un descubrimiento. Un Albillo fermentado y criado en fudres de madera muy bien elaborado. Con las limitaciones de esta uva (falta de acidez), pero a pesar de ello muy satisfactorio, al igual que el Navaherreros 2006, una garnacha limpia y frutal. Novedad destacable.
Capítulo aparte merece el vino sorpresa de la cata, el Licinia 2006 de Morata de Tajuña. Producto de una joven enóloga con las ideas muy claras es un vino de Tempranillo, Cabernet y Syrah muy bien redondeado, con frescura y carácter frutal. Rico. Creo que este vino dará que hablar en los próximos tiempos siempre con el lastre de su escasa producción. Intentaré visitar esta bodega pues el vino y su filosofía me han parecido realmente interesantes.
Otra novedad a destacar fue el 750 2004 de Bodegas Nueva Valverde, un tempranillo interesante, con poder en boca y buena definición frutal.
De las Bodegas Ricardo Benito (Navalcarnero) catamos sus dos vinos más conocidos, el Asido 2004, un equlibrado y estructurado vino de Tempranillo, Merlot y Cabernet y el Divo 2006, el vino más caro de Madrid. Ante todo es un excelente Tempranillo de viñas viejas seleccionadas. Su precio es una locura, aunque responde a una estudiada gestión de marketing. Pero ante todo estamos delante de un gran vino, profundo, con estructura y con capacidad de guarda.
Bodegas Tagonius (Tielmes) es una de las estrellas de la DO, en parte responsable del actual auge de los Vinos de Madrid a nivel nacional. De la amplia gama que llevaron probamos el Reserva 2004, vino con buenas hechuras aunque todavía algo corto de botella, el Mariage 2005, la nueva referencia del productor, un reserva de Tempranillo y Merlot, vino de gran finura y magnífica presencia, de lo más destacado del evento. Por último probamos un ligero y frutal Syrah 2006, con una conseguida definición varietal en nariz y una fina acidez en boca. En esta bodega se están haciendo las cosas bien.
Vinos Jeromín (Villarejo de Salvanés) es otra de las grandes madrileñas. Su Grego Garnacha Centenaria 2007 es un vino limpio y frutal, con una gran ligereza en boca. Muy rico. Y el Félix Martínez Cepas Viejas 2001 es todo un clásico. Es un tempranillo de aromas y sabores de siempre, elegante y con cierta prestancia. Me gusta más que su Manu “Vino de autor” 2004, de corte más moderno aunque siempre bien elaborado.
Destacar finalmente de Viñas El Regajal (Aranjuez), El Regajal 2006 y 2007, este último no comercializado todavía. Este vino es sin duda uno de los más notables de la denominación. Con estructura y no exento de elegancia y profundidad, se bebe muy bien y va mejorando año tras año. Un buen vino que muestra a las claras el potencial actual de la DO Vinos de Madrid, cada vez más destacado y destacable.
A seguir así.
Un saludo,
Eugenio Sáenz de Miera Arnau (EuSaenz)
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anonimo
Eugenio, ¿Dirías que los vinos de Madrid tienen personalidad? Algunos de ellos me parecen bien hechos, pero que podrían ser de cualquier otro sitio.
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Difícil respuesta. ¿Cuál sería la personalidad de un vino de Madrid? ¿Madrid se parece climatológica y edafológicamente más a Castilla y León o a Castilla La Mancha? ¿Sería posible ubicar un vino de Madrid en cata ciega? Muy difícil.
Con lo de la personalidad me refiero más que a tipicidad, al hecho de encontrarte con vinos que reflejan de una manera fiel sus variedades y su estilo de vinificación, teniendo en cuenta que salvo unos casos contados (quizá ese Albillo de Bernabeleva) prácticamente cualquier vino podría ubicarse en numerosos lugares de la geografía nacional.
Pero sí que creo que vinos como el Licinia, El Regajal, Félix Martínez Cepas Viejas o el Grego Garnacha Centenaria tienen una cierta personalidad. ¿Tipicidad? ¿Cuál sería la tipicidad madrileña? Difícil, difícil…
Saludos,
Eugenio. -
anonimo
Coincido contigo Eugenio. Sobre todo en lo difícil que serían de localizar en una cata a ciegas.
Quizá el único camino sea el de El Regajal, hacerlo muy bien con lo que hay, sin esperar que el vino deje huella en la memoria.
Gracias Eugenio,
Carlos. -