Bernkasteler bratenhöfchen riesling eiswein, kerpen 2009.
Juan Cuatrecasas
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Su Majestad de la Mosela germana, la uva Riesling, sirve de cimiento a este vino dulce eiswein, nacido en una valle fértil y escarpado.
La familia Kerpen intenta endulzarnos la vida con un vino inteligente, agradable y que surge de la vendimia gélida, dejando helar los racimos de riesling por debajo de los seis grados bajo cero y realizando una posterior recogida manual llena de mimo. Los granos de uva, aún congelados, se prensan y a partir de ese momento se procede a una fermentación en pequeños depósitos. El resultado es un concentrado de uva pleno de efectos golmajeros.
Siete grados y medio para un vino que me dejó las siguientes impresiones:
Color amarillo dorado con ambarinos reflejos. Nariz limpia y ligera. Fruta blanca en grado de maduración y muy ligeros recuerdos a flor de azahar y miel. En boca gana todo su esplendor. Rambután maduro, garrapiñada fina, elegante final a miel y caramelo. Muy logrado en el punto de acidez, que contrarresta cualquier atisbo de empalago. Fino y elegante. Entre medio y alto recorrido. Sublime persistencia. Mejor boca que nariz. La primera intensa, la nasal ligera.
Impacta y no cansa.
Recomendable.
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Amigo Gaston :
Ante todo gracias por tu comentario en forma de pregunta. Me resulta interesante decir que siendo la cata de este Eiswein ciega, la sensación es que agradó a todo el mundo. Pero llevas razón en el sentido de que a mi, la nariz me resultó más simplona que la boca. Es probable que un 2009 sea demasiado joven para esperar más resultado nasal. También es un hecho que los Eiswein no tienen la fuerza de otros vinos dulces blancos.
En fin, no resuelvo tu duda, como verás, pero me inclino más a darte la razón.
Me voy a leer tu blog que a simple vista me ha parecido francamente interesante.
Si se puede me hago seguidor.
Gracias y un abrazo,
Juan Cuatrecasas
