Color marrón de capa media baja y ribete ambar dorado. Aspecto limpio, con buena presencia de precipitados al fondo, dada su avanzada edad.
En nariz es complejo y con gran presencia de notas terciarias, encontramos frutas secas de hueso y cerezas confitadas envueltas en abundantes tonos especiados de canela, nuez moscada y pimienta, tabaco rubio de liar, flores secas, cueros viejos muy curtidos y caza de pelo. Con algo de aire y tiempo en copa empiezan a aparecer ligeras notas de olivada, cacao, higos secos y bebida de cola, y un levísimo velo de brett. Más tarde incluso atisbos de almibar y caramelo del flan.
En boca mantiene muy buena frescura gracias a una acidez considerable, ligeramente afilada pero bien integrada en el conjunto. Aparecen recuerdos de papilla de frutas, galleta, especias dulces, cuero, tabaco y dulcedumbre de confitura de tomate. Su paso es sedoso y delicado, goloso y elegante, muy afinado, con taninos dulces, cuerpo medio y final de postgusto medio-largo.
Mantuvo el tipo durante hora y media aprox que duró la cata, empezando a caer en picado a partir de este momento, nada reprochable dada su avanzada edad. Cumplió con creces su cometido.
Abierto con una hora de antelación con un sacacorchos bilama y mucho cuidado. Con todo, el corcho no aguantó y se rompió. Afortunadamente, no cayó apenas nada en el vino.
Caramelo con ribete amarillo anaranjado. Capa baja. Ligero poso.
Muy buena intensidad. Complejo y cambiante. Licor de mandarina, anisados, cuero, frutos secos, madera vieja, laca, balsámicos, hojas secas, canela, fruta roja en licor, comino, tabaco, notas de cacao y refresco de cola. Al cabo de una hora aprox., mucho azúcar quemado, chocolate con leche, membrillo.
Buen ataque. Ligero, envolvente, muy estructurado, frutos secos, fruta roja en licor, excelente acidez. Paso muy sedoso. Muy buena amplitud. Post-gusto muy largo a fruta roja en licor y balsámicos.
Como reza el dicho: "Este muerto está muy vivo".
Gracias a Maresme por facilitarme esta botella, que hizo disfrutar a todos los componentes del grupo de cata.
(Se trata del Campo Viejo 1970 Tinto Reserva. Copio la nota)
de color rubí atejado de poca capa, borde teja, brillante y muy limpio, reflejos rojizos y anaranjados. Nariz limpia y brillante. Va ganando en potencia a los minutos de ser abierto, tiene un perfil muy clásico con las notas de crianza riojana, cuadra, fruta roja muy madura, cuero mojado, especias. Un tinto impecable, limpio, con finos apuntes de hojarasca, pétalos marchitos, duelas envinadas, vainilla, nuez moscada, pimienta negra. En boca es graso y concentrado, muy seco. De una gran redondez, equilibrado, sabroso y dotado de una excelente acidez. No parece tener más de 40 años a sus espaldas. Los antiguos Campo Viejo no tienen nada que ver con los actuales. Éste viejuno lo atestigua. Enoooorme!!!
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