Rojo cereza de media capa y ribete teja. Nariz muy compleja y terciaria, con aromas ahumados de la crianza sobre notas de café y torrefactos, hay una frutilla del bosque ahumada bajo notas de la serie animal que recuerdan a la carne a la brasa ( Bacon ). También salen aromas intensos de algarrobo, cueros, pimienta, caza de pluma en faisandé, especias dulces, hinojo, anís, hierbas aromáticas y de monte bajo. Con la aireación la fruta se vuelve más madura, especiada y vegetal. Notas cárnicas y tostadas que definen muy bien el perfil de este vino. En boca es robusto, tánico, abigarrado, con sensaciones de maderas tostadas que dejan sabores dulzones unidos a los de la fruta roja madura. Buena acidez y en la evolución la fruta se arropa con los tostados para dejar un carácter maduro y “ quemadito “  en el posgusto, muy agradable, alicoradito y de caramelo tostado. Un vino al mejor estilo español y de una de las bodegas más importantes de la Ribera del Duero. Hay que meditar sobre el uso generalizado como factor de calidad de la barrica francesa, que encaja mejor con el coupage de vinos de diferentes variedades y que cada añada suele dar vendimias diferentes, en definitiva, son vinos que hay que mezclar. A la barrica americana se le anotan las notas ahumadas, de coco, Bacon, pero con la tempranillo y los años en botella da vinos espectaculares, quizás este tipo de barrica sea el mejor traje para tomar el tempranillo español criado, a costa de poder saborear su cremosa juventud recién embotellado, que al parecer te lo da la francesa. Este vino para mi es un autentico Perez Pascuas, una maravilla y que está está en perfecto estado para continuar su crianza en el cristal.

Precioso color rojo rubí de menisco ligeramente atejado.
En nariz se muestra algo cerrado, dando unas ligeras reducciones. Cuando estas se disipan muestra una gama de terciarios donde los ahumados, cueros y humedades destacan sobremanera. La fruta apenas se distingue. Hay también aromas tostados y especiados.
En boca se muestra redondo y muy elegante manteniendo la acidez y resultando muy agradable por su equilibrio. Final persistente sonde vuelven esos recuerdos terciarios. Esa redondez final le hace muy apetecible.
Esta botella no procedía de bodega sino de un importador extranjero y se le notaba algo cansada sobre todo en nariz, aunque en boca si mostraba la elegancia de un vino maduro y redondo. En el momento límite de su consumo, no lo guardaría más.

Visual: color precioso, muy intenso y vivo.
Nariz: Complejo, notas primarias, licor de grosella y regaliz fundido, diversidad de especias y toques minerales Boca: gran amplitud, voluptuoso y equilibrado a la vez. Taninos maduros, amplios y firmes.

Rojo cereza con ribete anaranjado, limpio y con abundante lágrima. En nariz la intensidad es alta. Se aprecian notas de reducción en botella que se atenúan con la aireación. Aromas animales (cuero), fruta roja, cítricos, torrefacto y especias. En boca es concentrado, de cuerpo medio, equilibrado - con una acidez refrescante-. Goloso. El vino nos dice muchas cosas en su postgusto, persistiendo bastante tiempo. Afortunadamente, se trata de un vino alejado de la moda.

Color cereza intenso con ribete rubí. En nariz se pueden apreciar aromas a fruta roja, madera, notas animales (cuero), cacao, notas tostadas y algunos matices de especias. En boca es potente, equilibrado, estructurado y bastante largo. He de reconocer que se trata de un gran vino, pero que quizá se aleje del tipo de vinos que me atraen mayormente a mí, jóvenes y potentes. Aún así me parece que es un muy buen vino, bien elaborado, pero con un precio que no pagaría, pues en ese rango encuentro otros que sean más de mi agrado. Pero, insisto, es un vino muy bien realizado