Buaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh!!!! Cómo me gustan las bobales de esta bodega.

Nariz mediterránea 100%, con esa fruta roja y negra en sazón, con tomillo, romero y espliego que te llevan a los bosques que nos rodean. Salen notas de tierra húmeda, de flores, de café y tinta china, con balsámicos y tabaco. Potente, marcada, mineral y floral. Es larga, con la madera y los tostados bien integrados, con notas suaves de vainilla, con especias picantes y suave guinda en licor. Ahumados, notas salinas... y muuuucha fruta. Gran y fresca nariz.

En boca entra con cuerpo, con un tanino rugoso, pero nada molesto. Es largo, ancho y eterno... Vamos, un vino 3D, jajajajaja. La fruta explota en la boca, con una acidez excelente y unos amargores y balsámicos que te hacen repetir y encontrarte un vino fresco. La mineralidad se masca, con esas notas tostadas suaves y apuntes salinos, que se mezclan con el matorral mediterráneo y la tierra húmeda. Notas de tabaco, con una madera que está casi integrada, con flores azules y esas especias picantes mostrándose juguetonas. Las notas dulces aparecen de fondo, dándole un punto más de cremosidad y fundiéndose con los apuntes ahumados. El postgusto es largo, frutal y mineral. Tiene un esqueleto extraordinario para seguir creciendo y creciendo, para mostrarse más complejo y sosegado.

Es un vinazo que se bebe ya muy bien, pero que en un par de años o tres, empezará a encontrarse en toda su plenitud.

Estamos en un restaurante de Artana en Castellón invitados por nuestro buen amigo Julio y nos pedimos este vinito para la paella. Habíamos probado las añadas 2014 y 2015, veamos qué nos depara ésta. Nos lo sacan atemperado de la vinoteca a 16°C. Esperamos unos 20 minutos que se airee un poco antes de proceder con su valoración.

VISUAL: Presenta un bonito color rojo picota, brillante, de capa media-alta con un estrecho ribete agranatado y reflejos rubí. Su lágrima es densa, lenta, fina y transparente (94).

OLFATIVA: En primer término se muestra muy frutoso con aromas acompotados de grosella negra y arándanos. En movimiento surgen fragancias balsámicas de eucalipto, especiados de pimienta negra, herbáceos de montebajo y té negro con un fondo terciario interesante: cacao en polvo, café en grano, caja de puros y unos finísimos tostados, delicados y muy elegantes. Sobresaliente complejidad con una intensidad media (91).

GUSTATIVA: En boca una añada más se muestra poderoso, de alta acidez, carnoso y opulento. Los taninos a medio pulir favoreciendo un paso por boca ligeramente astringente y vinoso, potente. Los aromas retronasales vuelven a ser de fruta roja y negra muy madura. Post-gusto secante, con las notas balsámicas emergentes y con un punto licoroso importante a duelas envinadas. De fondo se aprecia la madera con unos delicados tostados muy bien integrados. Nos da una persistencia de tres minutos exactos. Tremendo Bobal, en plena fase ascendente. Muchísimo por mejorar, esos taninos deben dulcificarse en botella sin duda, un par de añitos más y alucinaremos. No obstante ahora es un vino de notable alto, corpulento, elegante y frutoso en grado sumo (88).

La RCP atendiendo a su precio en tiendas (en torno a los 23 euros) la considero muy buena teniendo el cuenta su gran potencial.

MARIDAJE: Acompañó una paella de leña con pato y caracoles. Exquisito maridaje pues tanto el arroz de pato como nuestro bobal se necesitaban mutuamente. Sabores intensos y grasos bien domados con un vinazo corpulento y sabroso. Deliciosa paella, gran vino e inmejorable velada.

Salud-os!!