Botella borgoñona de vidrio bastante grueso y de peso.

Etiquetado típico de este vino, de corte moderno y divertido.

Cápsula de calidad, de color negro y amarillo abajo con lunares blancos y el sello de la bodega arriba. Sale a presión con la mano sin problemas.

Corcho de buena longitud para la tipología de vino y de muy buena calidad. Apenas bañado 1-2 mm por el interior. Huele muy bien.

Visual

Amarillo dorado pálido con alguna irisación verdosa ya muy leve, limpio, brillante y de fina lágrima de lenta caída.

Muy buena presentación y visual para sus 3 años y medio. (9,3)

Nariz

De buena intensidad desde el inicio a fruta blanca de hueso y cítrica (lima) de cierta madurez, abundantes flores blancas y amarillas, heno, anisados y ligeros herbáceos.

Muy buena nariz en intensidad y de cierta complejidad para ser un vino con crianza en lías pero sin crianza en madera. (8,9)

Boca

Ataque frutal y de cierto peso y contundencia, seco, de buen volumen y sapidez, fresco y con buena acidez, de cierta expansividad, densidad apreciable, con enjundia y chicha, de buen cuerpo y buena estructura.

El paso por boca es amable y agradable, redondo, graso, algo cremoso y con muy buen equilibrio e integración.

El final es de buena longitud, con fruta blanca de hueso amargosa, herbáceos y ligeros anisados en un retrogusto muy grato; en vía retronasal aparecen notas ligeramente balsámicas, especiadas y florales que lo rematan estupendamente bien.

Muy buena boca la de este vino que, sin tener crianza en madera, hace destacar esa frutosidad, floralidad y esa crianza en lías que dan tanta estructura, volumen y cremosidad en el paladar (lo cuál lo hacen bastante gastronómico). (9)

Muy buen vino blanco de uva Merseguera este Mestizaje Blanco 2016. Con 3 años y medio está en un momento fabuloso y, EMHO, en momento óptimo de desarrollo en botella, frutosidad, todavía juventud, integración y equilibrio.

Su PVP ronda los 9-10€. Tremenda RCP para lo que ofrece y lo bien que evoluciona a 3-4-5 años desde su cosecha.

Botella que tenía olvidada en la bodega y que para sorpresa mía no había colgado en Verema ninguna cata después de beber varias botellas.

      Vino que está encerrado en una botella borgoñona y vestida con una moderna, original y elegante etiqueta en su diseño. El corcho que la cierra de calidad.

      A la vista un color amarillo pajizo. Limpio y brillante. Muy buena, densa , abundante y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa.

       En nariz frutas blancas, de hueso y cítricas en sazón. Complejidad y frescura.

       En boca es elegante, untuoso, equilibrado, complejo, mineral, con volumen y frescura. Mantiene una fresca, elegante y alegre acidez que invita a beber y que le otorgará 1,5-2 años en forma. Muy grato, untuoso, fresco y elegante paso de boca. Es un vino largo. Me da una permanencia de 2,45 minutos.

      Ha perdido algo de frescura pero ha ganado en untuosidad y complejidad.

Buenísma combinación de uvas que han dado como resultado un vino fresquísimo, muy rico, sápido y delicioso.

En nariz es muy floral, con fruta blanca (manzana verde), suave melocotón, pera, pero sobre todo FLORES. Es tremendo, perfumado y con un toque mineral y de polvo de talco que le dan ese punto complejo. Los herbáceos y un suave toque cítrico cierran el círculo en este vino.

La boca es muy sápida, con esas flores mandando, con la fruta blanca de hueso acompañándolas en un segundo plano. La merseguera domina el conjunto, pero la viognier la escolta muy bien y le da unos toques diferentes a lo que había probado. Una acidez muy rica y esos amargores, flores y mineralidad le dan un toque muy agradable. Es de postgusto medio y su recuerdo es tremendamente floral, con toques cítricos y herbáceos.

Muy muy fresco y rico, con ese toque cremoso que da gusto.