De color amarillo pálido con destellos dorados, limpio y brillante.

La nariz es muy fresca y de buena intensidad, cítricos, fruta blanca, hierbas de tocador y notas salinas.

En boca es muy fresco, amplio, con buena acidez que estructura un paso en el que destacan las sensaciones cítricas y salinas. Final amargoso de buena persistencia. 

Conseguimos este albariño en Ecuador a un precio más o menos razonable en nuestro supermercado de confianza. Tuvimos la botella en la nevera por espacio de 35 minutos y la abrimos para proceder con su valoración a 11°C. Tapón un tanto poroso y más bien corto.

VISUAL: Bonito color amarillo pajizo con reflejos dorados, muy cristalino. Presenta una lágrima escasa, gruesa y lenta (88).

OLFATIVA: Los primeros aromas que asoman son cítricos (corteza de limón). Al agitar encontramos fragancias de fruta tropical, a piña y algo de maracuyá, así como notas de fruta blanca (pera conferencia). Con recuerdos florales de jazmín, frescos atisbos herbáceos de hinojo y un toquecito de espárragos blancos. Muy bien en complejidad y de intensidad media (90).

GUSTATIVA: En boca tiene un buen ataque, con una acidez media-alta y bastante amplio. El paso por boca tiene un puntito cremoso pero de inmediato se torna secante y mineral. Los aromas retronasales nos traen recuerdos cítricos y florales. Y en el post-gusto se nos antoja frutoso con notas de piña y caramelo de limón. Un vino fresco y jovial, agradable de beber con ese rico puntito ácido y un fondo salino y mineral intrigante. Persistencia de un minuto y 40 segundos. Un albariño muy conseguido con sus dos años largos en botella que le han sentado fenomenal (89).

La RCP la dejaremos en buena atendiendo al precio de Ecuador, unos 13 euros al cambio. En España ronda los 10 euritos.

MARIDAJE: El primer día lo abrimos para celebrar una deliciosa caldereta de langosta al estilo menorquín, y nos la terminamos con un jugosito wahoo al tomillo en salsa caramelizada de papaya, maracuyá y tomate de árbol. La verdad es que con la langosta alucinamos en colores. Qué maravilla de armonía entre las notas frutosas, cítricas y minerales de nuestro albariño y los intensos sabores marinos y salinos de la espectacular caldereta. Lo disfrutamos de lo lindo amigos.

Salud-os!!

Un clásico...con lo que tienen que tener los albariños para presumir de varietales, cítricos, herbáceos y ligeras notas de fruta tropical sin invadir el vino ( no soy muy amante de excesivas notas tropicales).

 A eso se le añade la fruta blanca y la fruta con hueso además de la frescura en boca y tenemos un buen clásico de albariño con ligeros amargores en el final de boca.

Color amarillo pálido, brillante, limpio.
En boca destacan la manzana y las notas salinas. También las notas cítricas y a florecillas, lavanda.

En boca es fresco de buena acidez. Persistente. Retro cítrico.

Color amarillo pajizo muy claro, limpio y brillante.

En nariz tiene buena intensidad con notas a fruta blanca (manzana verde, pera), también matices florales y cítricos.

En boca es muy salino y fresco, con una acidez alta, cítrico, con buena longitud y final amargoso y persistente.

Color amarillo reflejos amarillo limón, limpio, brillante.

Color amarillo limón brillante y limpio.

En nariz destacan los aromas a fruta de blanca, notas florales y herbáceas(lavanda) y con un fondo balsámico.

En boca es un vino con buena acidez, algo salino, fresco, algo amargoso, y  con un final largo y persistente que nos hace recordar el mar.  

Amarillo palido, con destellos verdosos, limpio y transparente.

De intensidad media, con aroma a cítricos, manzana. En boca aparecen notas salinas, tiene buena acidez, mineral y final amargoso  y persistente.

Color amarillo pajizo, limpio y brillante.

En nariz tiene buena intensidad con marcadas notas cítricas y fruta blanca, también matices florales y herbaceos.

En boca es muy fresco, con una acidez alta, salino, cítrico, con buena longitud y final persistente.