Tres años y medio después volvemos con este rico vinito manchego, monovarietal de tempranillo del gran maestro Alejandro Fernández. Lo abrimos y dejamos respirar por espacio de unos 45 minutos antes de proceder con su valoración a 17°C. Tapón largo y tintado en un 25% de su longitud.
VISUAL: Su color es rojo picota de capa alta y cierta turbidez, con el ribete en tonalidades rubí-ocre y algunas notas atejadas ya. Su lágrima es densa, gruesa, escasa y ligeramente tintada (92).
OLFATIVA: Vino intenso, potente en nariz, con aromas de fruta madura, a compota de moras e higos secos. Al agitar asoman frescas notas de montebajo mediterráneo, a romero y tomillo. También aparecen unos exquisitos balsámicos de regaliz y eucalipto mentolado acompañados por apuntes especiados de fenogreco, pimienta negra y vainilla. Por último aparecen recuerdos de cuero curtido, de chocolate negro, de tabaco de liar y de roble, bastante marcado. Fantástico en nariz, complejo e intenso (93).
GUSTATIVA: Un vino sabrosísimo, gran ataque, mucho más domado que en 2018, con los taninos muy dulcificados pero manteniendo una gran carnosidad y amplitud. Paso por boca amable, sedoso y corpulento, con un retronasal de cierta mineralidad (arcilla húmeda) aderezado con notas herbáceas y pimentosas. Post-gusto delicioso. Vale la pena dejar este vino en botella pues se redondea magníficamente, óptimo en este momento e incluso un par de años creo que le quedan para alcanzar su clímax. Sedoso al tacto, frutoso y licoroso, con apuntes amaderados marcados de roble y duela envinada y con un puntito de chocolate negro al final. Grandioso el trabajo de Alejandro Fernández con su hija, qué vinazo y cómo evoluciona. En cata a ciegas saldría victorioso frente a otros vinos de más renombre, no tengo ninguna duda. Tremendo!! (94).
La RCP es sin duda excelente pues por 9 euros tenemos un vino sobresaliente y de gran capacidad de guarda.
MARIDAJE: Abrimos la botella con un exquisito solomillo de cerdo a la salvia en salsa de frutos rojos. Otro día acompañó unas lentejitas con costilla y nos lo terminamos con un espectacular y jugosito Porterhouse steak (de 1 Kg!!) al tomillo con all-i-oli y papas al horno. Nos quedamos con el último maridaje pues semejante pieza de carne requería de un vino con contundencia, carnosito y sabrosote, lo cual cumplió con creces nuestro criancita manchego. Por Dios, de llorar amigos!! ):
VIDEOCATA: https://youtu.be/vyLvDdY9Cpc
Salud-os!!
Visual: capa alta, brillante, con lágrima lenta.
Nariz intensa, a fruta negra madura, compotada. Especiado: notas de vainilla, canela, ahumado… Potente y complejo.
En boca, es mucho más pulido, a la vez fresco con buena acidez, y frutal, de fruta madura con toque amargoso. Final persistente, con retrogusto de fruta negra, balsámico y notas tostadas. Su frescura lo hace adictivo.
Botella bordelesa con etiquetado típico de este vino. Corcho largo, de calidad y buen grosor muy poco bañado en vino rojo picota-granate. Huele muy bien.
Visual
Rojo picota-granatoso de capa-alta, ribete cereza-granate-transparente, limpio, brillante y con buena lágrima, abundante, fina y de lenta caída en copa. (9,2)
Nariz
De elevada intensidad a fruta negra madura, ciruela compotada, regaliz, especias dulces, balsámico-mentolados, buen fondo tostado de maderas de calidad, recuerdos de toffee, chocolate, vainilla, algo de canela en rama, coco, herbáceos de monte bajo y un cierto punto mineral que recuerda incluso a mina de lápiz y tinta china. Muy buena nariz, intensa y de notable complejidad. (9)
Boca
Ataque frutal, de notable poder y contundencia, con cierto peso, de buena frescura (a pesar de su peso) gracias a una buena acidez, densidad media plus, expansivo en boca (la llena), cuerpo medio-alto y muy buena estructura. El paso por boca es agradable y firme, con taninos poderosos, con mucho nervio y margen de pulido en botella pero, a la vez, tan bien trabajados, que son dulces y sedosos.
El final es largo, con fruta negra madura casi compotada, especias, mentolados, herbáceos, toffee, chocolate y un punto mineral en un retrogusto excelente; en vía retronasal reaparecen esos tostados, frutos negros y balsámicos que lo redondean fenomenalmente bien. (9,1)
Una vez más, estupendo vino este El Vínculo Crianza en añada 2013. No falla. Está muy bueno ya, pero seguirá creciendo en botella y estando en óptimas condiciones, como poco, otros 4-5 años más.
Su PVP rondaba hace unos años los 14€. Ahora ha bajado y ronda los 8-11€ según tienda. Excelente RCP en cualquier caso.
Color cereza picota de capa media con ribete violáceo, brillante.
Nariz de buena intensidad, aromas iniciales de cueros, fruta roja y negra madura, cedro, suaves especias y tostados.
En boca es fresco, fruta roja, tanino algo verde, cedro, final seco con toques tostados, especiados y balsámicos de buena persistencia.
El Vínculo crianza 2013
Otro de los vinazos tremendos de Alejandro Fernández... creo que poco más que decir.
La nariz es un canto a su tierra, con una tempranillo madura, que te muestra picotas, ciruelas, moras, flores marchitas, tierra húmeda... Es dulce, con esos toques avainillados y amaderados, con bombón licoroso muy suave, matorral, ahumados y esas notas balsámicas que le dan tanto frescor. Hay mina de lápiz, tabaco y notas sutiles de cuero. Nariz con cuerpo, potente.
La boca es carnosa, intensa, con esa fruta bien madura y jugosa, con ese toque dulce, pero acompañado por notas amargosas y mentolados, por flores y monte bajo, por tabaco de pipa y cueros, champiñones y notas trufadas, con ese toque de chocolate tan delicioso. Los ahumados y las notas de madera, se vuelven cremosos, con un tanino jugoso y rudo aún, que junto con su buena acidez hacen que este vino sea sápido y tenga una buena vida por delante.
Vinazo espectacular. De lo mejor que se puede encontrar en este rango de precios. Y cómo no, de Alejandro Fernández. Lástima que la bodega parece que se va a ir al garete, porque joyas como estas no se encuentran fácilmente.
Si tenemos en cuenta sus poco más de 11 euros estamos ante una relación calidad precio única. Un vino que se puede definir con elegancia y complejidad, Alejandro Fernández saca lo mejor del Tempranillo manchego en un vino que se viste de picota von tonos granates. Nariz excelente con fruta en sazón, higo, ciruela, especias dulces como la nuez moscada, la vainilla y el clavo, balsámicos de regaliz rojo, notas de tabaco rubio, finos cueros, cedro, aromas de trufa, cacao y fondo terroso.
En boca sigue el espectáculo con un vino muy pulido y equilibrado, carnoso, sedoso, con una acidez que se funde con la fruta en un final muy largo en el que vuelven por retro mucho de lo ya percibido en nariz. Otro Vinazo de Alejandro.
Nos han traído como regalo este crianza manchego elaborado por el gran maestro Alejandro Fernández. Leo que "La bodega manchega El Vínculo es el particular homenaje de Alejandro Fernández a su padre, quien tuvo su propia bodega con el mismo nombre en tierras del Duero." Pues veamos qué nos depara. Lo abrimos y lo dejamos respirar por espacio de una hora y media y lo atemperamos hasta los 16°C para su valoración. Corcho de calidad, compacto y con la base tintada aproximadamente un mm.
VISUAL: Presenta un color rojo picota de capa alta con un amplio ribete cardenalicio. Su lágrima es tintada, esbelta y muy abundante (92).
OLFATIVA: A copa parada emana aromas a pan de higo y a compota de ciruelas. Al agitar surgen notas herbáceas de mucho frescor (hierbabuena y menta), balsámicos de eucalipto así como unos finos especiados de nuez moscada y clavo. Si seguimos acercando la copa aparecen apuntes tostados, recuerdos minerales arcillosos, fúngicos de níscalos así como terciarios de cuero curtido, tabaco de pipa, chocolate negro con unos sutiles toques finales amaderados de ebanistería. Tremendo en su complejidad y con una intensidad media-alta (93).
GUSTATIVA: En boca se presenta carnoso, amplio y con mucho cuerpo. Cremoso, de acidez media-alta y con los taninos presentes aunque bastante pulidos. Vinazo con una estructura poderosa, pétreo y de cierta mineralidad. En retronasal se nos antoja balsámico con recuerdos licorosos y amaderados. Post-gusto carnoso y acompotado, persistente durante dos minutos y 50 segundos con un final bastante secante. Un vino que categorizaríamos de "parkerizado" sin dudarlo. Tremendo poderío el de este vino, con vida por delante, con toda seguridad estará en todo lo alto al menos 5 años más. Vinazo! (91).
La RCP la considero excelente. Sobresaliente tempranillo del maestro por debajo de 10 euros la botella.
MARIDAJE: Pues nos tomamos este vino en tres ágapes. En el primero acompañó un suculento entrecotte a la salvia en donde las notas herbáceas y balsámicas fueron el contrapunto perfecto a la jugosita carne. En el segundo round se vio las caras con un "lomaco" de albacora al eneldo y unas gambas al ajillo. Acierto pleno pues la combinación de apuntes minerales con los salinos del pescado fue toda una delicia. Y para terminar no podía faltar nuestro surtido de embutidos, jamón y queso. Armonía absoluta entre las notas acompotadas y licorosas con los recuerdos especiados y cárnicos del embutido y como no, excepcional con el queso añejo manchego. Disfrute de los "güenos" de verdad, ):
Salud-os!!
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