Podría hablar de su rojo cereza, de capa baja... Decir que su nariz está llena de fruta roja, toques minerales, especias, cacao, pimienta jamaicana, flores moradas... Que en boca es una maravilla, pura seda, con esa fruta roja, esos toques florales y minerales... incluso salinos, recordándome a un La Mar. Fruta en licor, potencia, pero envuelto en una suavidad increíble.
Podría decir eso, pero lo que de verdad quiero decir es que esta garnacha madrileña es una pasada.
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