Preciosa botella con una etiqueta muy "vintage", negra, con grandes letras blancas y doradas y con su redecilla. Botella sin mención de la añada, pero el suministrador aseguró que se trataba de la cosecha de 1.970. Al intentar abrir la botella (incluso con el abridor de lamas y pese a arduos esfuerzos) el tapón se fue al fondo entero, así que lo decantamos y dejamos respirar durante 90 minutos. Lo servimos a 18°C.
VISUAL: Presenta un tono rojo cereza de capa más bien alta, con escasa diferencia de color con el ribete aunque éste algo atejado. Lagrima densa, transparente y gruesa. Bonito e intenso color para su edad.
OLFATIVA: A copa parada se presenta floral, con apuntes de violetas y con un sorprendente y ligero toque a betún, curioso. De intensidad media-alta. Al agitar y con el paso de los minutos, se abre mucho más y se aprecia la hojarasca mojada, el moho, el bosque umbrío con unos herbáceos frescos de romero y orégano, aromas a setas silvestres y un recuerdo alcanforado...es un no parar de aportar información en nariz! La fruta aparece pero en segundo plano, moras negras y grosellas mezclándose con notas minerales, mina de lápiz, incluso recuerdos a caucho, dejando unos apuntes finales pimentosos y un suave fondo avainillado. Exquisita, compleja y placentera nariz!! Bastante alejada de los clásicos riojanos, DIFERENTE sin duda y que es un placer oler y seguir oliendo porque el sinfín de matices es enorme. Una nariz "extravagante" diría yo, pero deliciosa y especial sin duda, como bien indica la etiqueta. Tras 44 años tenía muuuuuuucho que mostrar...y vive Dios que lo ha hecho.
GUSTATIVA: En paso por boca es muy fresco, con alta acidez y los taninos bastante pulidos, pero aún apreciables. En retronasal me sorprenden unas notas cítricas de pomelo y de frutas exóticas, de maracuya en concreto. La persistencia es alta, de más de un minuto. Tiene una acidez fantástica, está hecho un chaval...y lo que le queda al chiquillo... Un vino sobresaliente sin dudarlo. Excelsa nariz y joven en boca, increíble con 44 primaveras, con una acidez pasmosa...maravillas de los maestros riojanos y de su buen hacer. Esas largas crianzas dieron sus frutos, vinos únicos que no dejan de sorprenderme.
Esa estabilidad en el color, su complejidad en nariz y esa acidez en boca, me confirman que estamos ante la gran añada que fue 1.970. Enorme!!
Decir que he tomado prestados los datos de elaboración y de sus varietales de la información disponible en el blog de Vinos Clásicos en donde se valora y comenta un Honorable Gómez Cruzado 1964 Gran Reserva. No creo que difiera mucho la añada de 1970 de la de 1964 en cuanto a crianza y varietales tratándose en este caso de un "Reserva especial". No obstante si alguien lo sabe a ciencia cierta, que no dude en corregir la ficha, por supuesto.
La RCP fue excelente pues lo saqué en subasta por menos de 10 euros...un chollo visto lo visto (catado lo catado, je,je...). Nos queda otra botella que dejaremos para ver su evolución de aquí unos años.
Fue maridado con unas chuletas de cabrito a la plancha que maceramos previamente durante dos horas en un delicioso majado de aceite de oliva, orégano, almendras y pasas. Como disfrutamos de de esas chuletas y de este genial vino...una auténtico descubrimiento y todo un placer. Vaya si lo fue...y más estando lejos de casa.
Este vinazo del 70 disfrutado en la India es como una inyección de adrenalina en vena, nos llena de vida y buen rollo!!
Viña Dorana reserva especial 1970
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