¿Por qué no tiene éxito el consumo de vino entre los jóvenes?

Es una pena pero esta dificil de conseguir... Mi hijo de 18 años no prueba apenas el alcohol pero si lo hace toma cerveza y jamas un vino. Dice que ademas no le gusta ni como huele... Ayyyy ¡¡¡¡

Mi teoría es la siguiente... hay varias causas. Para empezar, el vino tiene el doble de alcohol o más que la cerveza, con lo que no te puedes tomar 4 copas y quedar igual que con cuatro cañas/tubos de 20 ó 25 cl (si la copa es de 10 cl sí que el alcohol es casi el mismo pero si es de 15 ya no; además que si tomas cerveza sueles probar la misma marca y si alternas varias variedades de vino acabarás con más resaca seguro).

El precio es otro factor: una cerveza suele costar entre 1 y poco y 2,50 euros (a menos que sea un pub pijo o una trepense). Una copa de vino suele estar a partir de 2 y si es un poco bueno más bien 3.

Luego, sobre todo en verano, que la cerveza refresca más y quita la sed. Quizá un verdejo se puede comparar, pero no lo tragas con la misma avidez.

Otro factor: la gente joven es muy cómoda y a las 2 de la madrugada no va a empezar a buscar aromas o simplemente a paladearlo: que hay que pillar el puntillo y sale más barata la birra (los cubatas no y aquí el tema precio no se entiende porque te cobran mínimo 4 eur por 5 cl de ginebra o vodka de batalla con hielo y un refresco de 0,30 cents). Supongo que se busca lo práctico: es más fácil aguantar un vaso de tubo que una copa si bailas. Bueno, el tema discoteca descarta el vino directamente.

Y luego el tema cultural, aunque es verdad que un chaval de 20-25 por poco que se prepare queda como (un tuerto) en el país de sus ciegos (y con un buen ciego)amigos.

Para entrar en el vino yo recomendaría comenzar con vinos dulces, garnachas de Priorat, verdejos, Rieslings... Quizá no es lo más barato, pero igual gustan más que Riojas añejos.

Interesante tema.

Qué edad seria la de comienzo y la madura para jovenes que se inicien en el consumo?
Un dia empiezas a fumar o practicar el surfin'.

El tema es complicado
Los aromas del vino son intensos, a muchas gente el tema de la astringencia le resulta desagradable.

Un dato en contra del vino es que porcentualmente una botella de 25cl de vino supone aproximadamente 3 cervezas de 25cl, en cuanto a alcohol nos referimos

Yo creo que se está trabajando bien los últimos años, enoturismo, catas organizadas por bodegas, fiestas de las D.O,...
Pero por mucho que insistan elplacer por el vino no va a llegar a los jovenes de 18 años(salvo en contadas ocasiones como me sucedió a mi), pero si que despierta interés en los de 30.

Las bodegas están ya reaccionando, creo yo, buscando productos sustitivos de las cervezas. Hay una especie de invasión de vinos espumosos o de aguja de baja graduación.

Creo que antes de los 25 es difícil de que una persona se aficione a los vinos. Como mucho alguna copita de dulce o semidulce y fresquito que entra mas fácil. Con la variedad de bebidas que existen hoy en día se retrasa mas la edad de entrada en este mundo.

Sinceramente siento que con tanta parafernalia sobre el vino al final nos alejamos de lo que verdad importa que está en su disfrute.

El precio no creo que sea inconveniente, el inconveniente radica en que no les dejamos que se acerquen ya que en cuanto lo hacen, les decimos que no lo mezclen con nada o que se toma así o asao, a tal temperatura..etc. No me extraña que no lo prueben.

Si a mí me hubieran dicho lo mismo, sin duda me hubieran quitado toda la inquietud sobre el vino, afortunadamente no lo hicieron y pude disfrutar del Kalimocho y vino con casera. Después la propia inercia te lleva a probar cosas diferentes y más complejas.

Lo interesante es empezar por el consumo básico, es decir consumir vino

Me he alargado demasiado

saludines

Me viene esta entrada pintiparada para presumir de que hoy acudiré a un acontecimiento sobre "El vino y la cultura en Galicia" con mi hijo pequeño (30 años) Un profesor de la USC dará una breve charla y una afamada actriz gallega declamará algunos poemas relacionados con el vino y Rosalía de Castro. Se cerrará el evento con una cata dirigida por el Director de las Bodegas Terras Gauda, Señor Fonseca Moretón y unos pinchos con sabor a Galicia.
Después de la publicidad, es de ley que comente el tema que nos proponen. No hay una sola razón por la que la juventud no beba vino. Creo que son varias; las prisas, las risas, la levedad del ser...En serio; un escritor francés decía que el vino es la parte intelectual de la comida. Eso es lo que dificulta que los jóvenes, más ansiosos en todo, no se paren, no quieran pararse a pensar, a saborear, a discernir. Y que no les quita la sed. Aún así todo depende del ejemplo que reciban, cosas de costumbre y hoy en día ya hay jóvenes que saben mucho de vino. Otro de los motivos es que ellos son más francos, menos propensos a la poesía y a las formas y el vino sin poesía y sin formas pierde olor y sabor.
Mi hijo mayor no bebe vino, pero en las comidas toma la copa, la mira al trasluz, la mueve con estilo, la lleva a la nariz y se queda un rato pensando......y todo para reírse de mí.

Me ha encantado tu intervención, ojalá mucha gente tuviese la cabeza tan bien amueblada. Y sin embargo ya ves, tu nene desprecia el vino.
Haces varios apuntes relevantes, pero quiero centrarme en uno, el de Terras Gauda, tanto con Chema Fonseca como con Enrique Costas, dos magníficos gestores que han apostado siempre por la cultura y el arte y a quienes hay que agradecer mucho su esfuerzo por la promoción de vino. Quizá ahí esté el quid de la cuestión. ¿Cuantos bodegueros invierten ALGO en promocionar el consumo de vino entre los jóvenes? Te avergonzarías. Todos lloran y piden subvenciones, pero apenas media docena invierten un mínimo porcentaje en divulgar la cultura del vino. Solo hacen publicidad inmediata, en muchos casos enmascarada, pero encima ahora te responden "No quiero saber nada de España, yo exporto el 70% y no me interesa ya el mercado español".
Te aseguro que en este momento ya me importa un bledo que los jóvenes beban vino o Coca-Cola. Si el sector se hunde le echamos la culpa a la globalización y listo. Como pasó con las tiendas de ultramarinos.

Uffff, a ver, no dramaticemos. No todos los que estamos en Verema empezamos a tomar vinos a los 15, algunos si, incluso antes, pero no todos.
Yo tengo 32 y empecé a los 25 a interesarme por el vino. Lo primero que descubrí fue que de "poteo" en Barcelona sólo sirven vinos malos/reguleros en general y que si quieres empezar con buen pie hay que especializarse, ir a bares de vinos, tiendas especializadas, etc. Si empiezas en restaurantes y supermercados tienes más opciones de equivocarte porque no hay nadie que te asesore.
En un país donde, en general, hace calor, la cervecita entra mejor y el verdejo es un mal sustituto, es ácido para un cervecero. Cuando vas de fiesta, vas a lo que vas, no quieres chapas sobre crianzas, ribetes, etc, vas directo al pedo.
Dejad que beban a lo loco, ya veréis como poco a poco buscarán bebidas de calidad, beber menos y mejor y ahí compañeros de Verema es cuando una persona joven (sin influencia de padres o amigos aficionados al vino) empieza a interesarse por su cuenta.
Otra forma, comunicación, de la buena, no de consumo. Hacer vino es apasionante y se puede explicar con la misma pasión. Una buena historia engancha, hay que explicar la "aventura" de hacer vino.

Pero buneo, como otras, esta es mi opinión. Nos preocupamos demasiado por el consumo de los jóvenes en base a precios y diseños cuando lo que necesitamos es darles un margen e intentar engancharlos con la misma pasión que nos enganchamos nosotros.

Un saludo !!!

De acuerdo con lo que comentas, este tema de los jóvenes y el vino ya aburre un poco de tantas vueltas que se le da y la única realidad es que todo tiene su tiempo, yo con los 25 años que dices que tenías cuando te iniciaste en el vino lo único que hacía era beber whiscola, cerrar discotecas y perseguir faldas, hasta los 30 y alguno no comencé a consumir vino más o menos en serio. Con el tiempo vas sustituyendo cantidad por calidad y ahí está el reto del vino, creo que hay que volcarse en un público de 30 para arriba. Y no nos engañemos, con un 50% de paro juvenil, el menor problema que tienen los jóvenes es que no consuman vino….

Saludos,
Eugenio.

Tiene éxtio pero en determinados momentos y no de la manera correcta, en el ejemplo el rebujito y el calimocho. Como comenté en otro foro en la feria de Málaga se ve el Cartojal como el agua, y en ferias de Jaén, Granada, Almería y Córdoba tambien se bebe Pilycrim como agua.

Estuve en la feria de Málaga hace 2 años y la verdad que el Cartojal me gustó mucho. Está muy fresquito y dulce. Deberían de venderlo en más ciudades porque yo que vivo en Valencia nunca lo he visto y es una pena.

Agradezco tus palabras, Pepe.
Despreciar es un término demasiado extremo para definir lo que siente mi hijo por el vino. Digamos que lo disfruta en silencio cuando le corresponde sin aceptar todavía que ciertos gestos, ciertos rituales, como en el deporte, como en la danza, como en la vida, son necesarios para extraer las máximas sensaciones de una activad; el vino como bien sabes no está exento de parafernalia que pudiera asustar a un espíritu tímido. Su teatralidad supone una complicidad entre ambos.
Pero tienes razón, a veces los empresarios (más a menudo los malos) únicamente ven el beneficio inmediato y no se preocupan de atraer a nuevo público o confían en el esfuerzo de otros para su provecho. Esto también es debido a que en algún momento se puso de moda el mundo del vino y cualquier aficionado se convertía en viticultor. En la diferenciación puede estar el futuro. Otros opinan que en la Parkerización. Siempre habrá motivo de controversia. Yo opino que el vino debe ser fiel reflejo del lugar, del terruño, de su clima y de sus castes propias. No se puede hacer de Galicia una Rioja pero si (Ya) se pueden beber unos vinos excelsos tanto blancos como tintos, conservando su carácter propio y el buen hacer de sus vitivinicultores.
Por cierto, el La Mar blanco que catamos ayer de Terras Gaudas, es una sorpresa. Un casi monovarietal de Caíño blanco, sedoso, balsámico, suavizado su carácter atlántico que me recordó por momentos a otros lares más allá del Pirineo.
Saludos.

Mucho se ha hablado de la parafernalia de la cata, pero hay que explicar que no es un folklore sino una necesidad. La cata es un tipo de analítica y por tanto deben respetarse ciertos pasos, es como cuando un cirujano se tira diez minutos cepillándose las uñas, manos y antebrazos, aunque luego vaya a enfundarse en guantes herméticos. Imagínate como nos ponían hace treinta años cuando apenas eramos cuatro gatos los que andábamos metidos en esto.
Respecto a la personalidad de los vinos yo soy un defensor del terruño y de los perfiles del entorno, en muchos casos incluso por encima de la calidad, pero sin exagerar. Durante estos años hemos tenido que luchar mucho para convencer a los consumidores, e incluso a muchos bodegueros, que algunos rasgos, como la madera vieja, no eran tipicidad sino defectos, y eso debía desaparecer. No sé cuantos años llevas en esto, pero te aseguro que en los ochenta, cuando cataba unos 2.000 vinos al año para la Guía Gourmets, el espectáculo era desolador. Había que forzar las puntuaciones para que alguno superase los 80/100. Hoy tenemos que apretar las clavijas para que los sobresalientes no rebasen el millar.

Coincido contigo y así lo hago ver, que el ritual del vino es necesario por todo lo que dices.
Es de cortesía que conteste a tu pregunta; estoy en esto desde siempre, pero no lo sabía; provengo del valle de Monterrey en donde desde hace cientos de años en casa se ha hecho vino. En la época de las vendimias dormía con su olor literalmente debajo de la cama ya que la bodega estaba justo debajo y se me ha quedado impregnado. Bebo vino desde que recuerdo y cuando tuve que salir de casa para estudiar como era obligado hacer en aquel tiempo, durante años lo he echado de menos tanto como a la familia. No obstante ahora, abandonadas las viñas, soy un humilde aficionado que mantengo mis gustos en relación a mis ancestrales costumbres y opino en esto de una manera parecida a como lo haces; mucha madera o mala entierra el vino.
Lamento estas pinceladas íntimas, pero simplemente es para aclarar que para mí en el vino cuantos menos artificios mejor. Aunque acepte los valores añadidos y el I+D+I.
Eso sí, la tortilla con huevos y si son caseros mejor.
Saludos.

Coincido totalmente con Pepe Iglesias: me ha encantado tu escrito. Respecto al consumo de vino, ya hace un tiempo que tomé la decisión de inhibirme en este tema. Me da igual que la gente, en general, sin entrar en edades, beba o deje de beber vino. Yo no soy parte interesada: ni lo elaboro, ni lo vendo, ni vivo de él. Sólo intento disfrutarlo. Y tan solo contesto si me preguntan. He desistido de intentar que la gente se interese en el tema, salvo mis hijos y mi mujer, aunque tampoco es que haya hecho grandes progresos. Me importa un pimiento si la gente me considera esnob, pijo, raro o frikie. Se acabó dar consejos y servir buenos vinos a las visitas, con su consiguiente plúmbea explicación, interesante para nadie. Me limito a sacar algo más o menos aparente, muchas veces botellas que me han regalado o que llevan abiertas varios días en la nevera, a servir una copa y a dejar la botella encima de la mesa cual restaurante de medio pelo. Y si el vino no me convence, lo que quede va al pollo ;-P

Por cierto, me ha encantado eso de que "El vino es la parte intelectual de la comida". He buscado la frase y es de Alejandro Dumas 8-)

Gracias, Francesf. Efectivamente la frase es de Alejandro Dumas, aunque a mí me la regaló Julio Ricarte, enólogo de la Cooperativa de A Rúa en una magnífica parodia de cómo hacer un buen vino.
También coincido contigo en lo de hablar lo menos posible de vino; lo suyo es elogiarlo en silencio.
Pero hombre, atiende bien a los amigos, no le tires la botella a la cabeza!
Saludos.

César L.

Te aseguro que los trato infinitamente mejor que ellos a mí. Por citar sólo un ejemplo, nos invitaron a casa de los padres de una amiga de mi mujer. Sacaron una botella de Rioja de una marca de supermercado muy conocida, de a unos 2 euros la botella, y lo sirvieron en la terraza a temperatura ambiente de un mediodía de verano en unos vasos tipo Duralex que estaban teñidos por el uso. Mi mujer me miraba sin dar crédito cuando vio que me llevaba el vaso a los labios... He llegado a colar el vino en un cazo porque la anfitriona tenía un sacacorchos de diseño que no servía para su función principal. No sé de quién es la frase aquella de "tiran más dos te...", pero cuánta razón lleva :-D