Blog de Jordi Melendo

Pierre Gimonnet, el champagne que se atreve a descubrir sus orígenes


Una de mis últimas experiencias, que no descubrimientos, ha sido con la casa Pierre Gimonnet. Y digo que no es un descubrimiento porque leyendo sobre el Champagne es difícil no percibirse de que Pierre Gimonnet es una de las más ilustres casas de la Côte des Blancs en particular y de la Champagne en general. Grandes chardonnays de nobles orígenes como Cramant o Chouilly, desde siempre, Oger desde 2005 y Vertus desde 2008… Sus viñedos abarcan 28 hectáreas clasificadas Grand Cru y Premier Cru. Viejas cepas en un terroir único, las más antiguas fueron plantadas en 1911 y 1913 en el corazón del Grand Cru de Cramant. El 80% de las viñas tienen más de 30 años y el 55% fueron plantadas hace más de 40.


Con una historia que se remonta a 1750, la casa Pierre Gimonnet destaca, entre otros aspectos, por su destreza en el arte del assemblage. El excepcional aprovisionamiento con el que cuenta la familia Gimonnet le permite perpetuar un estilo propio, en el que queda la imprenta de la vivacidad, una gran pureza, una mineralidad extraordinaria, magnificando los sutiles aromas de los grandes chardonnay de Champagne.



Cuis, el primer village de esa columna vertebral de vértigo a la que siguen Cramant, Aize, Oger y Le Mesnil-sur-Oger, es donde se encuentra situada la casa Pierre Gimonnet. Allí me recibió Didier Gimonnet, quien junto a su hermano Olivier, está al frente de la firma familiar. Me hicieron esperar en una sala señorial y poco después llegó Didier, en cuyas manos se podía apreciar que procedía de la bodega. Un buen rato de amena conversación, estas gentes de la Champagne son personas acogedoras, quizás imbuidos por el espíritu del vino que tienen entre manos, símbolo de inequívoca fraternidad.



Con Didier Gimonnet pude degustar diversos champagnes atento a sus precisas explicaciones: El Brut Cuis 1er Cru, una cuvée para el aperitivo, 100% de los viñedos de Cuis, extremadamente ligero y con una gran frescor; el Gastronome Millésimé 2005, un Blanc de Blancs con la frescor que aporta siempre el terroir de Chouilly (40%), la frescor de Cuis (30%), aunque la cuvée gana con la profundidad de Cramant (15%) y Oger (15%); el Fleuron Millésimé 2004, puro, mineral, elegante y con el gusto de la craie que se impregna en el paladar; el Extra-Brut Oenophile 2002, sin licor de expedición y con una remarcable textura salina y mineral; la cuvée Spécial Club 2000, 50% Cramant, 35% Chouilly y 15% Cuis, con una gran estructura, delicado, fino y elegante; y la cuvée Millésimé de Collection Vieilles Vignes de Chardonnay 2002, un champagne elaborado con una selección de las mejores uvas de la propiedad, con una base procedente de dos parcelas de Cramant plantadas en 1911 y 1913, completadas con una decena de uvas de parcelas en su mayoría de Cramant, pero también de Chouilly y un punto de Cuis, un espumoso soberbio para los amantes de los grandes terroirs de chardonnay.


Una experiencia inolvidable esta visita a la casa Pierre Gimonnet, degustando sus champagnes con Didier mientras detrás de los cristales del salón observas como invernan los viñedos cuyos frutos retienes en la boca, en el lugar de su origen. Como se publicó en Le Figaro: “El champagne que se atreve a descubrir sus orígenes”.

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