Blog de Eugenio Saenz

Las dos caras del “négociant”

El término francés de “négociant”, expresado en nuestra jerga vinícola puede poseer varias acepciones, pero las dos más utilizadas son sin lugar a dudas las que se refieren a aquellos elaboradores de vino que no trabajan con viña propia y que por tanto compran la uva o la que contempla la figura de una persona que comercia, elabora, aconseja y promociona el vino en toda su extensión. Hoy hablaremos de ambas vertientes a través de dos catas que realizamos hace unos días sobre la Borgoña del “négociant” y sobre un viaje vinícola global conducido por la persona que más puede responder a este concepto en España, como es Quim Vila. Ambas catas tuvieron lugar en las instalaciones de la UEC.

El concepto borgoñón del “négociant” en determinadas ocasiones sale del mero rol del elaborador y comerciante, ya que muchos son propietarios de viña con la que elaboran igualmente un vino que puede considerarse como de su propiedad, pero tampoco quiere decir que sea necesariamente mejor pues la uva comprada puede ser igualmente de una gran calidad. Hay incluso Domaines que tienen una labor de negociantes, ya que no toda la uva con la que trabajan es de su propiedad, hay veces que los costes y las superficies de los viñedos hacen imposible la compra de parcelas nuevas.  Por último existen también los “negociants” que comercializan un vino ya elaborado y que simplemente lo crían para darle un toque o estilo personal. Como vemos, se trata de un concepto algo difuso y que puede cubrir muchos casos diferentes.

Ahora vamos a repasar los vinos de la cata, ocho vinos tintos borgoñones de diferentes “négociants”, algunos de ellos de gran prestigio. La cata contó con la siempre inestimable colaboración de Luis Gutiérrez, de quien hemos hablado ya en otras ocasiones en este espacio y cuyos conocimientos y pasión sobre los vinos de Borgoña están fuera de toda duda.

Joseph Drouhin Côte de Beune 2006

Drouhin es uno de los nombres más importantes que responden a este concepto, ya que se abastece de uva de 90 AOC diferentes, aunque dispone igualmente de viñedo propio tanto en la Côte de Nuis, como en la Côte de Beune, Chablis y la Côte Chalonnaise.

Este Beune “villages” se elabora con uva procedente de un viñedo de 2,6 has de extensión con cultivo en biodinámica y se crió entre 12 y 15 meses en barrica, un 10% nueva. Se trata de un vino muy identificable por su carácter de pinot borgoñona, vino de bajo color, con intensidad aromática muy frutal y un paso por boca limpio, frutal, amable y redondo. Un vino de corte clásico y que responde a la calidad que suelen atesorar los vinos de este productor, que llegan a sus cotas más altas con su Montrachet “Marquis de Leguiche” o con su Musigny. [8,4]

Bouchard Pere & Fils Beune 1er Cru “Clos de la Mousse” 2006

La maison Bouchard pere & fils es otro enorme “negociant” fundado en 1731 y que en la actualidad está manejada por Joseph Henriot. Dispone de unas 130 has de viñedo en toda la Côte d’ or. Elabora unos 5 millones de botellas, lo cual da una idea de su tamaño.

El vino es un “monopole” de la bodega (viñedo propio) de 3,36 has de superficie y se elabora de forma tradicional borgoñona con una crianza de unos 15 meses en barricas, entre un 60% y un 85% nuevas. El vino está bien pero tampoco mucho más, tiene su tipicidad de pinot de Beune pero ya hablamos de un producto con menos personalidad, de corte más internacional, quizá por la madera o por la propia uva, pero no es uno de esos vinos que deja huella. Si además tenemos en cuenta su precio (unos 30 euros), nos parece totalmente prescindible. [8,1]

Laboure Roi Gevrey-Chambertin “Château de Gevrey” 2005

Se trata de una de las mayores compañías vinícolas de Borgoña, cotizando incluso en bolsa. Fundada en 1832 en Nuits-Saint-Georges por  los Sres. Laboure y Roi, es adquirida en 1974 por los hermanos Cottin. Tiene su base de producción en la Côte d’or y exporta una gran mayoría de sus vinos.

El vino es un Gevrey “villages” que recibe uva de unos 28 viticultores de la zona. La vinificación dura 12 días con temperaturas no superiores a los 31º y se cría en barrica durante 15 meses, un 33% nueva. Después de catarlo la conclusión principal es que cuando vean un vino de Laboure Roi, lo mejor es que salgan corriendo. Vino oxidado, con notas maduras y lácteas, un paso por boca plano y sin acidez, además con un tanino bastante agresivo. Y encima cuesta unos 28 euros. Abrimos la otra botella a ver si estaba igual y lo cierto es que mejoró algo, pero siempre en una calidad muy baja. Muy flojo.  [2,5]

Château de Meursault Pommard 1er Cru “Clos des Epenots” 2006

El Domaine du Château de Meursault data desde hace varios siglos, pero no es hasta el siglo XIX cuando adquiere una cierta relevancia, a cargo de la familia Serre. En 1973 es adquirido por André Boussiesux. Disponen de unas 60 has de viñedos en 100 parcelas diferentes en especial de la Côte de Beune.

Este vino se elabora con uvas procedentes de uno de los mejores viñedos de Pommard, de una parcela de 3 has de extensión con viñas plantadas entre 1948 y 1978. La crianza tiene lugar en barricas nuevas durante unos 14 meses. Se trata de un fiel representante de Pommard, un vino de raza, serio, estructurado, tánico, con una rusticidad bien entendida. No llega quizá a la calidad de otros Pommard como los de Comte Armand o De Montille, pero sí que posee un cierto nivel y se trata de un digno producto de su zona. Por unos 30 euros está más o menos bien posicionado. [8,6]

Domaine Faiveley Nuits-Saint-Georges 1er Cru “Les Damodes” 2006

Este es otro Domaine de gran importancia, fundado en 1825 y que cuenta con 120 has de viñedo, con las cuales elabora casi 1 millón de botellas, una mayoría de la Côte de Nuits. En la actualidad es François Faiveley quien lleva las riendas de esta maison familiar.

El vino en cuestión es un premier cru de Nuits-Saint-Georges elaborado de forma tradicional y criado unos 14-16 meses en barricas nuevas al 66%. Nos parece un Nuits muy arquetípico, poderoso, estructurado, con fuerza y raza, pero excesivamente dominado por una madera que no sabemos si se integrará y que desde luego le priva de personalidad e identidad. Sinceramente nos ha parecido un vino más, cuyo precio (unos 38 euros) tampoco ayuda mucho. Prescindible. [8,3]

Jacques Prieur Volnay 1er Cru “Santenots” 2006

Este Domaine no es puramente un “négociant”, sí que lo es tras su “joint-venture” con Antonin Rodet, pero no en la casa propia, que se trata de un Domaine establecido en el siglo XVIII. Posee una 21 has de las cuales elabora en torno a las 21.000 botellas, cifras ridículas si las enfrentamos a los otros grandes negociantes de los que hablamos, por lo que quizá no era un vino y productor a introducir en esta cata.

En cualquier caso hablamos de un premier cru de Volnay y una parcela de 0,35 has más arcillosas que calizas. Vinificado en madera de forma tradicional con dos remontados diarios y criado 16 meses en barricas. Es un vino joven, con recorrido, personal, fiel reflejo de lo que debe ser un Volnay, vino fino y elegante, con clase. Este es un nombre bastante desconocido en Borgoña pero que produce vinos de una gran categoría muchas veces minusvalorados por su colaboración con el “négociant” Rodet, pero que merecen la pena descubrirse. Nosotros recordamos un Chambertin del 88 de Prieur como uno de los mejores tintos de Borgoña que hayamos probado. [8,7]

Louis Latour Chambolle-Musigny 1er Cru “Les Charmes” 2006

Hablar de Latour es hablar de uno de los nombres más prolíficos de Borgoña. Domaine fundado en 1797 y que maneja unas 50has de viñedo, con una producción total de 6 millones de botellas. En manos familiares a través de siete generaciones, se encuentra en la actualidad dirigida por Louis Fabrice Latour.

Este Chambolle, procedente de unos de los premier cru más prestigiosos, resulta decepcionante. No dice nada, está plano, como falto de expresión. Si bien los blancos de Latour sí que gozan de un cierto prestigio, los tintos carecen de identidad, de fuerza y de carácter, son vinos pasteurizados para evitar problemas de botellas pero que con ese proceso pierden toda su gracia. Si además tenemos en cuenta su precio (unos 50 euros) no resulta nada recomendable. [4,0]

Nicolas Potel Vosne-Romanée 1er cru “Les Petit Monts” 2006

Nicolas Potel es un “négociant” propiamente dicho ya que no posee viñedos y se abastece a través de 40 viticultores y tres propiedades. Preciso en la selección de uvas y seguidor de los principios de la biodinámica, Potel se ha convertido en poco tiempo en un negociante de prestigio en toda la Borgoña.

El vino es un premier cru de Vosne elaborado sin despalillar en depósitos de acero y criado durante 12 meses en barricas nuevas. Su nariz, intensa y exótica, está llena de especiados, nos hace recordar que es todo un Vosne, además en boca es un vino pleno, sabroso, con acidez y recorrido en botella, con un tanino final todavía presente pero que muestra calidad y nobleza, sin duda el mejor vino de la cata que muestra a un productor que habrá que seguir más de cerca y la calidad de un gran viñedo del corazón de la Côte de Nuits. En torno a los 50 euros no hablamos de un vino barato, pero cuando menos responde a la calidad esperada. [9,0]

Así pues y como vemos, una cata de resultado irregular y en la que los vinos de Potel, Prieur y Château de Meursault nos convencieron, gustándonos también el sencillo Beune de Drouhin. Este mundillo de los “négociants” resulta complicado para comprar a ciegas, ya que los precios no son más bajos en general que los ofertados por los Domaines y la calidad y/o la personalidad de vinos y terruños puede verse en algunos casos mermada por elaboraciones demasiado industrializadas. En cualquier caso todo es probar y ver, pero cuando menos nosotros comentamos nuestra experiencia con estos vinos, que no nos ha terminado por conquistar.

Al día siguiente cita en el mismo lugar con Quim Vila, que se encontraba en Madrid con motivo del Salón de Peñín y el evento Essentia. Joaquim Vila Betriu no requiere mayor presentación. Comerciante, distribuidor, mecenas vinícola, organizador de eventos de tanto prestigio como La Música del vi o el concurso de cata por parejas, es un personaje sin el cual no puede construirse el guión del vino en la actualidad nacional. El objeto de la cata no era otro que compartir un tiempo con él, hablar de vinos y catar una serie de ellos de su selección y que corresponden a un concepto que ha bautizado como “vinos en la fragancia”, vinos que según su criterio deben imponer su estilo de amabilidad, elegancia y autenticidad para ser los que triunfen en los mercados en los próximos años. Los vinos fueron los siguientes:

Felton Road Pinot Noir 2008

Bodega fundada en 1991 que dispone de 32 has de viñedos en una subregión de Central Otago y trabaja bajo auspicios biodinámicos. Cuando hablamos de Central Otago debemos reseñar que se trata de una región de vinos de clima atlántico, con una baja humedad y tasa de precipitación y que disfruta de muchas horas de sol.

Este Pinot Noir procede de unos viñedos de orientación norte con altitudes en torno a los 200/300 metros y rodeados de altas montañas. Como curiosidad reseñar que la latitud de estos viñedos es similar a la de Oregon o a la de Borgoña, solo que obviamente en el hemisferio sur. Despalillado parcial (un 20% de racimos enteros) y crianza de 12 meses en barricas de roble francés. Lo cierto es que es un excelente Pinot Noir, con todas las características de fragancia, elegancia y equilibrio que esperamos de los mejores vinos de esta variedad. Buena acidez, paso muy redondo y final realmente amable, con un tanino más que bien integrado. Sin duda la sorpresa de la cata y el mejor Pinot que hemos catado del hemisferio sur hasta el momento.  [8,8]

Domaine d’ Eugénie Vosne-Romanée 2007

Domaine surgido tras la compra por parte François Pinault (Château Latour) de la propiedad de René Engel, un gran productor clásico borgoñón. Situado en Vosne, cuenta con una superficie de viñedos de 7,5 has en las comunas de Vosne-Romanée, Vougeot y Flagey-Echézeaux, produciendo un Vosne village, el 1er Cru “Aux Brulées”, Echézeaux, Grands-Echézeaux y Clos de Vougeot.

Este Vosne “village” procede de viñedos comunales de entre 30 y 50 años en la parte inferior de la colina. Y lo cierto es que no termina por convencernos pues representa un estilo más moderno en Borgoña, donde la madera se hace notar más de lo deseable y la tipicidad que siempre esperamos de un Vosne no termina por aparecer. Es un vino con calidad indiscutible pero con un estilo que no termina por ser el que nos gusta. Como curiosidad todos comentamos que en cata ciega hubiéramos situado el Felton Road en Borgoña y este Vosne en Nueva Zelanda o USA. En fin, que no somos nada. [8,4]

L’Equilibrista Garnacha 2008

Ca N’Estruc comienza su andadura en 1990 y tiene una finca situada en Esparraguera de 22 has, con un motón de diferentes variedades plantadas sobre sus suelos aluviales, resguardados de los vientos fríos del norte por la montaña de Montserrat.

Esta garnacha procede de viñedos de entre 18 y 40 años de edad. Fermentado parte en barricas abiertas de roble y parte en depósitos de inox y criado 14 meses en barricas francesas, se trata de un vino interesante, con carácter varietal y mineral, fácil de beber y comprender y que resulta un vino amigable, ideal para gastronomía, al fin y al cabo no se va a comercializar y se va a destinar para el consumo en restauración. Una más que correcta garnacha del Penedés. [8,3]

Paisajes Cecias 2007

Este proyecto se inicia en 1998 y surge a través de la idea de Miguel Angel de Gregorio de sacar partido a esas magníficas cepas de garnacha que encontramos en la Rioja baja. Cada año cambian las parcelas seleccionadas y se trata de elaborar vinos heterogéneos que traten de respetar la identidad de su zona.

Cecias es el nombre de un viñedo situado en el término de Aguilar, en el sureste de Rioja. Son 2,4 has de extensión y viñas de 85 años de edad media, con suelos de marga caliza y pizarra. Criado 14 meses en barricas de roble francés. El vino no nos convence mucho, muy tostado, mucha madera nueva, mucho balsámico. ¿Dónde está la garnacha? ¿Dónde está el terroir? Solo una buena acidez hace al menos el vino amable en boca, pero…no sabemos si conseguirá integrar esa madera. [6,5]

Tardieu-Laurent Chateauneuf-du-Pape  v.v 2004

Bodega fundada por dos prestigiosos “negociants” de la zona, Michel Tardieu y Dominique Laurent. Pequeñas producciones y riguroso control del viñedo son sus principales premisas en la producción vinícola. 

Este Chateauneuf se elabora a partir de cepas de garnacha en su mayoría, con algo de syrah y mourverdre. La garnacha es muy vieja, con medias de edad de 80 años. Criado durante un año en barricas de roble. El vino no termina por llenarnos excesivamente, es muy reducido, muy animal en nariz y excesivamente maduro, potente y amargoso en boca, notándose en exceso el alcohol. Un estilo que sinceramente nos gusta más bien poco, además no resulta un vino nada barato. Prescindible por tanto. [6,5]

Comando G Las Umbrías 2008

El Comando G es un grupo formado por tres de los vitivinicultores más destacados de Madrid y alrededores en los últimos tiempos como son Fernando García, Marc Isaart y Dani Jiménez Landi. Su objetivo no es otro que rescatar esas viejas viñas al pie de la sierra de Gredos, situadas en poblaciones como Cadalso de los Vidrios y Rozas de Puerto Real. Son garnachas plantadas en suelos graníticos y su aventura ha comenzado con un vino básico (La Bruja Avería) y con este Las Umbrías.

Se trata de un viñedo de 0,5 has a 1000 metros de altura con cepas de 60 años. Se fermenta en tinos de roble francés y la crianza tiene lugar en barricas de 500 litros. Apenas salen 1000 botellas. Es un vino en el estilo biodinámico, algo turbio, con unos aromas necesitados de aire para limpiarse, pero que muestra tipicidad de garnacha vieja, algo que ninguno de los dos vinos anteriores conseguían. En boca es frutal, redondo, fácil de beber, con un tanino presente pero siempre noble. Un buen vino sin duda, aunque los casi 60 euros que cuesta se nos antojan una barbaridad. Seguiremos el proyecto. [8,5]

Charme 2007

Dirk van der Niepoort no requiere mayor presentación pues ya hemos hablado mucho de él anteriormente en este blog, sin duda es una de las referencias vinícolas del país vecino y con prestigio mundial, tanto por la historia que su apellido supone en Oporto como por su aportación a los vinos del Douro y de otras regiones portuguesas, a través de sus múltiples colaboraciones.

Uno de sus mejores vinos tintos, o cuando menos uno de los más originales es Charme, elaborado con el típico coupage multivarietal del Douro y de viñedos situados en los valles de Mendiz y Pinhão, con cepas de 70 años de edad media.  Se vendimia pronto, no se despalilla y se fermenta en lagares de granito, terminando la fermentación en barricas, donde realiza la maloláctica. La crianza dura unos 16 meses. En 2007 es un vino elegante, directo, muy fragante, con una boca frutal, de marcada acidez, sabrosa y con un tanino fino y perfectamente integrado. Siempre nos ha gustado mucho este vino y continúa por senda de calidad, originalidad y distinción. El mejor de la cata de largo. [9,1]

Cayuse En Chamberlin Syrah 2006

Bodega situada en el valle de Walla Walla, en el estado de Washington. La francesa familia Baron descubrió unos terrenos en la zona de composición similar a los de Chateauneuf y a partir del año 1996 los plantó con variedades francesas. Fue la primera bodega de la zona que practicó la biodinámica.

El vino en cuestión es un syrah procedente de un viñedo de 10 has con cepas de 10 años de antigüedad. Vino oscuro, reducido, muy balsámico, con una nariz intensa y desconcertante. Personal y sabroso en boca, fácil de beber, sin una acidez muy marcada y con un tanino bastante bien integrado, resulta una curiosidad que si no se conoce sería prácticamente imposible de ubicar en cata ciega. Eso sí, a 100 euros la broma no creo que lo vayamos a catar muchas más veces. Una locura americana. [7,8]

Lo cierto es que la selección presentada por Quim nos pareció demasiado comercial, de una calidad heterogénea y tampoco de una enorme originalidad, pensamos que un alguien como él debería haber apostado por otro tipo de vinos, pero bueno, aquí estamos para hablar de los vinos que bebemos y eso hemos hecho. Los cierto es que ninguna de esta dos catas van a pasar al recuerdo, pero para aprender hay que probar de todo y alguna sorpresa positiva hemos sacado en un nivel general por desgracia bastante oscuro. Así que a seguir bebiendo, que estos últimos días lo estamos haciendo y con algunos vinos para el recuerdo. Y como siempre, lo contaremos en este espacio.

Un saludo,

Eugenio Sáenz de Miera Arnau

(EuSaenz)

  1. #1

    Vinsimes

    Sin Pelos en la lengua y sin grandes sorpresas... apuntados quedan los que han sacado buena nota...

  2. #2

    EuSaenz

    en respuesta a Vinsimes
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    Quizá la gran sorpresa de los 16 vinos fue el Felton Road, si te quieres quedar con la concurrencia ponlo en una cata ciega, a no ser que alguien lo conozca perfectamente y además sea un avezado catador, todo el mundo lo colocará en Borgoña. Un vino muy interesante.

    Saludos,
    Eugenio.

  3. #3

    Álvaro Cerrada

    Muy buena crítica Eugenio. Puede ser que el Louis Latour estuviera mareado? he probado algo tinto de esa bodega y sí me daba la talla. Me ha extrañado su falta de expresividad que comentas.

    Por otro lado, el equilibrista es una joya. Lo descubrí el año pasado en la fiesta de Quim y me pareció una cosa a tener en cuenta. Veo que sigue en la línea. Lo de Paisajes sí que me ha chocado porque, aunque no es santo de mi devoción el vino, reconozco que otras añadas han sido buenos vinos.

    Lo del "Comando G" me ha gustado, algo había oído hablar, pero desconcía el nombre. Me encanta. Pero no me gusta el precio, como a tí.

    Gracias por tus crónicas!

    Un abrazo

  4. #4

    EuSaenz

    en respuesta a Álvaro Cerrada
    Ver mensaje de Álvaro Cerrada

    De nada majo, a mandar. ;-)

    Los tintos de Louis Latour están pasteurizados para evitar botellas malas y eso tiene sus consecuencias, los blancos suelen tener un buen nivel pero los tintos no. Ten en cuenta que Charmes es una de las mejores parcelas de Chambolle y el vino debería ser un torbellino de fragancia. Y nada de eso era.

    L'Equilibrista garnacha está rico, buen vino, pero me parece que solo se podrá disfrutar en restaurantes, va a ser un vino de cabecera en el próximo bar de tapas que Ferrán Adriá abrirá en Barcelona. El Paisajes era madera con un poco de vino. Una pena. Y los del "Comando G", entiendo que G de garnacha, bueno, están empezando y saben hacer las cosas pero con estos precios deben tener cuidado porque igual el vino se lo beben ellos. De todas formas su vino básico "La Bruja Avería" está por debajo de los 10 euros. A ver si me acerco un sábado a ver los viñedos, que creo que son muy bonitos, hace mucho que no voy por Cadalso de los Vidrios.

    Un saludo,
    Eugenio.

  5. #5

    Álvaro Cerrada

    en respuesta a EuSaenz
    Ver mensaje de EuSaenz

    Ya me contarás si vas de paseo el sábado! un abrazo

  6. #6

    Cachina

    Muchas gracias por ilustrarnos en el tema, ni idea tenía del concepto de "négociant". En cuanto a los del Comando G, la verdad se han subido un poco a la parra, creo que ayudados por el boom que ahora está habiendo en la zona de las "Garnahas de Gredos" como le gusta decir a Daniel Jiménez-Landi, entre los vinos de Méntrida, San Martín de Valdeiglesias y Cebreros. Recuerda que El Reventón de Jiménez-Landi consiguió 97 puntos Parker y todo el mundo se puso a hablar de las garnachas viejas de Cebreros y alrededores y en honor a la verdad, yo ya he probado varios vinos de la zona, se está haciendo buen trabajo y consiguiendo grandes vinos, y la mayoría de ellos elaborados por "négociants".

  7. #7

    EuSaenz

    en respuesta a Cachina
    Ver mensaje de Cachina

    Sí, pero El Reventón o The End son algo más baratos que Las Umbrías y creo que mejores, desde luego El Reventón 2008 me gustó mucho más que Las Umbrías 2008. Está claro que es una zona de moda y de la que pueden salir (y ya están saliendo) muy buenos vinos, pero es que ya nos metemos en precios de Rayas o Gramenon Pascal, que para mí son dos cumbres mundiales de la garnacha…

    Saludos,
    Eugenio.

  8. #8

    Cachina

    en respuesta a EuSaenz
    Ver mensaje de EuSaenz

    Pero están subiendo. Ámbos los podías encontrar por 40 € pero si tienes la suerte de encontrar alguno, hay muy pocos, ya están a 50 €, casi a precio de Las Umbrías. No voy a entrar en el tema de si lo valen o no, más que otros por supuesto, porque ojo para conservar y trabajar esas viñas viejas con las que están hechos.
    En resumen, me gusta que salgan cosas nuevas de esa zona, que la gente hable de ello y que se de a conocer.


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