Salón de los mejores vinos de España

Un año más y ya va una larga serie de ellos, tuvimos la ocasión de asistir a este evento, que probablemente se ha convertido en el más destacado de los que se celebran en Madrid con periodicidad anual. La posibilidad de poder catar todos los vinos puntuados con 94 o más puntos en la recién publicada Guía Peñín, amén de poder hablar con sus elaboradores es sin duda un oportunidad que no hay que dejar escapar. Y como otros años no dudamos en pedirnos un día libre en el trabajo, pues es la única forma de poder catar tantos y tantos vinos con una cierta tranquilidad, además siempre hay que tener en cuenta el carácter social de este tipo de eventos en los que la familia del vino se reúne y en los que hay mucha gente que saludar, gente que en muchos casos solamente tenemos la oportunidad de ver en este señalado día.

Al igual que el pasado año, el evento tuvo lugar en el antepalco del Estadio Santiago Bernabéu, un lugar amplio y perfectamente acondicionado para este tipo de citas. Hubo una importante afluencia de público, aunque en ningún momento tuvimos la sensación de agobio, además aprovechamos bien las “horas valle”, para poder catar con más tranquilidad. Como es habitual el coperío corrió a cargo de Riedel, con lo que este importante aspecto estaba totalmente cubierto. A diferencia de otros años no hubo catering de los patrocinadores, así que aguantamos toda la jornada sin comer, lo cual tampoco es problema habiendo desayunado convenientemente. Quizá el mayor inconveniente en este tipo de eventos es la temperatura de servicio de los vinos, habitualmente baja en los blancos y generosos y alta en los tintos, pero bueno, teniendo en cuenta que aquí el objetivo es catar y no beber, tampoco es un asunto de capital importancia, pero si se suministrasen pequeñas cavas a los bodegueros, al estilo de Vinoble, este asunto quedaría bastante subsanado.

Así pues y sin mayor dilación, vamos a repasar todo lo que nos dieron de sí las ocho horas que estuvimos en el salón, catando una cifra cercana a los 70 vinos. Como otros años separaremos la crónica por tipos de vino.

BLANCOS

Comenzamos un interesante y mineral Nora da Neve 2007 (95 pts), un albariño con la madera muy bien medida. Gramona acudió con sus magníficos cavas, destacando los Celler Battle, en especial el 98 (96 pts), un cava con una nariz espectacular, aunque un poco más apagado en boca. El 2000 se mostraba más poderoso. La gran sorpresa en blancos fue sin dudarlo el Edetària 2005 (94 pts), un vino complejo, de gran equilibrio, con peso, de corte “Ródano norte”. Muy buen vino, de verdad, de lo más interesante que catamos.

El siempre polémico Enate Uno 2006 (94 pts) se muestra pleno y poderoso, estructurado, es un chardonnay de estilo californiano que cuesta como un Montrachet. Un locura, vamos. No nos convence, pero tampoco está mal. Los Capellanía 04/05 (94 pts) de Murrieta son vinos de buena calidad, que representan un blanco riojano moderno, pero bien interpretado. Del “imperio Ordóñez” probamos dos vinos interesantes, el Albariño La Cana 2008, con cierta mineralidad y elegancia y el Avanthia Godello 2008 (95 pts) elaborado por un enólogo neocelandés, un vino con profundidad y hechuras, pero con un ligero toque maderil final que hay que corregir. El que nos encantó es el Botani 2008, un moscatel malagueño seco que resulta fresquísimo y ligero, ideal como aperitivo.

Otro clásico es el Ossian 2007 (94 pts), un vino que no termina de convencernos del todo, pero que sin duda muestra siempre la gran calidad del viñedo del que procede. El Vallegarcía Viognier 2007 (94 pts) es otra curiosidad manchega elaborado con esta curiosa uva rodaniense. Vino original y no exento de calidad. Rafael Palacios aportó el Louro do Bolo 2008 (94 pts), el segundo vino de As Sortes. Muy buen vino de alma mineral y fina acidez. Catamos también el recién embotellado As Sortes 2008, que sin duda tiene muy buena pinta. Este es un vino que año tras año va mejorando, situándose en el “top” nacional. Y otro buen verdejo es el V3 Viñas Viejas 2006, que nos dio la sensación de integrar mejor la madera que Ossian. Pero seguimos prefiriendo los verdejos sin madera.

En general no hubo mayores sorpresas entre los vinos catados, sin duda la mayor el Edetària y la gran progresión de As Sortes. Y entre las ausencias seguimos echando de menos los blancos de Can Rafols, el Tondonia Rv y GRv y sobre todo el Pedrouzos, un verdadero vinazo. Pero el elenco brilló sin duda a un buen nivel. Vamos mejorando.

TINTOS

Nada más entrar nos encontramos con la mesa de 4 kilos vinícola donde los ofrecen el 4 Kilos 2007 (94 pts), un vino muy interesante que contribuye a aumentar el cada vez mejor nivel de los vinos baleares. De Benjamín Romeo catamos La Viña de Andrés Romeo 2007 (96 pts), probablemente la añada que más nos ha convencido de este peculiar vino. El Contador 2007 (97 pts) estaba excesivamente cerrado como para poder evaluarlo, aunque mostraba un poderoso armazón, será un vino de guarda. Rafael Bernabé, a quien por fin pudimos conocer personalmente, aportó su Beryna Selección 2005 amén de Casa Balaguer 2006 (94 pts ambos), dos buenos vinos, de equilibrada alma mediterránea y no exentos de frescura en boca.

Pasamos a las Bodegas Hermanos Sastre, de quien catamos un siempre convincente Viña Sastre 2006 (94 pts), su Regina Vides 2005 (95 pts), muy bien estructurado, además de su obra magna, Pesus 2006 (95 pts), todavía algo cerrado, pero mostrando el gran potencial que lleva escondido. Curiosamente no estaba evaluado su vino que más nos suele gustar, Pago de Santa Cruz. Otro clásico en estos eventos es Roda, de quien probamos sus 2005 (Roda y Roda I) que sin duda prosiguen la estela de calidad de los magníficos 2004 y su vino “top”, Cirsion 2007 (96 pts), primario, profundo y delineado. Un gran vino. En la mesa de Vega Sicilia, Xavier Ausás nos hizo el recorrido por cuatro vinos, Pintia 2007 (96 pts), un vino que nunca ha terminado por convencernos, Alión 2005 (96 pts), más abierto que el pasado año y ofreciendo mejores maneras, Vega Sicilia Unico 2000 (96 pts), muy cerrado y todavía pendiente de eclosionar y por último el Unico Reserva Especial (98 pts) mezcla de las añadas 90, 94 y 96 que sin duda promete muchísimo. Estos vinos hubo que catarlos con mucho tiento debido a la poca cantidad que suele servir Xavier. Nosotros no pedimos que se nos sirva media copa, pero sí un poco más de generosidad, al menos para poder catar convenientemente. Y por desgracia en Vega Sicilia esta generosidad no es la norma de la casa. Una pena.

Otra cosa desde luego es Artadi. Juan Carlos llevó a su familia consigo y ocupó una esquina llena de entusiastas dispuestos a catar sus vinos. Comenzamos con El Sequé 2007 (94 pts), vino rico y pleno, lleno de fuerza mediterránea. La garnacha de Santa Cruz de Artazu 2007 nos gustó mucho por su frescura y definición. Y culminamos con un Artadi Pagos Viejos 2007 (95 pts) lleno de equilibrio y elegancia, además de El Pisón 2007 (98 pts), quizá el mejor tinto catado en el salón, un Pisón que según Juan Carlos, será muy atlántico y mineral y que pese a su carácter primario, nos muestra una elegancia arrolladora. Grandísimo Pisón. Otro riojano ilustre es Contino. Chus nos ofreció Viña del Olivo 2007 (94 pts), que ya probamos en Vitis Vinífera y nos encantó. Ahora sigue por su camino de vino grande.

Los tintos que más nos sorprendieron, aunque ya los conociéramos, fueron los de Ferrer Bobet. Tanto el Ferrer Bobet 2006 como el Selecció Especial 2006 (94 pts) son muestras de Prioratos frescos y delineados, pero sin perder un ápice de tipicidad y expresión. Esta bodega y el proyecto Terroir al limit han puesto al Priorato en nuestra lista de compras. De Marqués de Murrieta catamos el Castillo de Ygay 2001 (97 pts), un vino del que ya hemos hablado anteriormente y que sinceramente no nos convence. Este “nuevo estilo” no es lo que nosotros asociamos a un Ygay. Aún así, la calidad sigue estado ahí. Y del Orowines volvimos a catar y volvimos a no entusiasmarnos con sus vinos “top”, Aquilón 2006 (95 pts) y El Nido 2007 (95 pts), procedentes de Campo de Borja y Jumilla respectivamente y demasiados hiperbólicos para nuestro gusto.

Otro clásico de los vinos mediterráneos es Casa Castillo Pie Franco 2006 (95 pts), otro de los tintos que más nos gustaron. Podemos incluso notar un cambio de estilo hacia una vertiente más elegante y refinada, pero sin perder un ápice de su carácter. Gran vino que seguro compraremos. De Raúl Pérez, una de las nuevas estrellas del firmamento vinícola patrio, catamos Ultreia de Valtuille 2007, vino bien delineado y con expresión de terruño, aunque adolece algo de esa frescura que tanto nos gusta en los mencías.

Nos dejamos algunos vinos en el tintero, algunos porque no los vimos (Eguren-Sierra Cantabria), otros porque los íbamos a catar unos días después (Pingus) y otros porque a priori no nos interesaban tanto. En cualquier caso la selección no tuvo apenas desperdicio y echamos en falta muy pocas referencias, quizá Alvaro Palacios en sus vertientes prioratina y berciana además de alguna referencia más de Raúl Pérez, así como algún tinto gallego, que son sin duda los tintos nacionales que últimamente nos sorprenden más.

GENEROSOS

Como no ocultamos ni vamos a ocultar nunca nuestra preferencia por los generosos, no tenemos problema en afirmar que, una vez más, llegamos al éxtasis con la cata de alguno de estos vinos. La lista es siempre corta y hay grandes bodegas fuera de ella, pero las que están son de la máxima calidad.

El Equipo Navazos se ha convertido en los dos últimos años en una de las estrellas de evento. Dos de los vinos presentados (Manzanilla Navazos Nº 16 y Palo Cortado “Bota Punta” Nº 17) han sido las máximas notas de la guía con 99 pts. Como ya los conocíamos sobradamente, volvimos a catar el Navazos-Niepoort 2008, que poco a poco se va asentado más, amén de la nueva Bota de Cream Nº 19 “Bota NO” (94 pts), un vino de verdadera antología, la quintaesencia del Cream. Hubo además dos vinos (un Palo Cortado y un Fino Amontillado) que pueden constituir dos futuras botas y que sin duda marcaron huella entre los asistentes. Lo que tenemos claro es que nuestro equipo favorito (mientras el Real Madrid no cese de darnos disgustos) no para. ¡Y que no pare!

Bodegas Barbadillo es otro clásico del evento del que probamos su Manzanilla en rama saca de otoño (94 pts) recién embotellada, de corte ligeramente oxidativo y llena de complejidad y misterio. El soberbio Amontillado VORS (94 pts), un amontillado lleno de equilibrio y profundidad nos dio paso al siempre brutal Amontillado Reliquia (96 pts), un vino realmente viejo que no gusta a todo el mundo por lo que supone esa gran vejez, pero que sin duda es algo muy especial.

El potente Grupo Caballero se presentó con dos magníficos finos como son el Puerto Fino Lustau (96 pts), un clásico que siempre convence y con un extraordinario Fino La Ina (94 pts), fresco y enorme, que sin duda nos tranquiliza con respecto a su futuro, ya que siempre lo hemos considerado como uno de nuestros finos comerciales de referencia. Además aportaron la siempre convincente Manzanilla Papirusa (94 pts) de Lustau.

Y capítulo aparte merece Valdespino, que como en otras ocasiones aportaron su enorme batería de Vinos VOS y VORS amén de mítico Toneles. Un reencuentro con el Palo Cortado Cardenal (96 pts), con el Amontillado Coliseo (94 pts), con el Oloroso Don Gonzalo (97 pts), con el Oloroso Solera 1842 (97 pts) y con el Oloroso Soleras de su Majestad (96 pts) es siempre un fiesta. Por no hablar de Toneles, claro. Valdespino supone quizá el summum del vino de Jerez. La cumbre de todos estos vinos. Y a las pruebas nos remitimos.

Por último es justo destacar la completa gama que aportó una interesante bodega portuense como es Gutiérrez Colosía, cuyo Amontillado Solera Familiar (95 pts) era la estrella, aunque a nosotros nos convence algo más su soberbio Palo Cortado de la misma gama. Una bodega muy interesante, con una profunda gama de vinos.

Por un momento nos veíamos en Vinoble, en el mismísimo paraíso. No desesperemos, todavía nos quedan unos meses.

DULCES

En este apartado debemos destacar el cada vez mejor nivel de los vinos canarios, algo que certificamos en el pasado Vinoble y que ahora no hemos hecho sino confirmar. Bodegas Insulares aportaron sus siempre convincentes Humboldt, tanto el Blanco Dulce 2005 (94 pts), como el Tinto Dulce 2001 (95 pts). Dos vinos de gran calidad, largos, con estructura y enormemente personales. Y las Bodegas Stratvs aportaron su Malvasía Dulce 2006 (94 pts) y su Moscatel Dulce 2006 (94 pts), dos vinos de gran limpieza y perfecta definición varietal, amén de esa expresión del terruño volcánico lanzaroteño. Insistimos una vez más en el buen nivel de los vinos dulces canarios y eso que faltaban muchos de los grandes.

Otros favoritos personales son los moscateles de la Axarquía malagueña, una zona donde esta variedad adquiere una mineralidad y un grado de acidez sorprendentes. El Molino Real 2006 (97 pts) de Telmo Rodríguez estaba fantástico, tremendamente mineral. Y de la completa gama de Ordóñez catamos el que habitualmente es nuestro preferido, el Nº2 Victoria 2007 (96 pts), mucho más equilibrado bajo nuestro punto de vista que el demasiado esencioso Nº4 Esencia 2004 (95 pts). Fantásticos vinos, aunque a ver si algún día Peñín cata nuestros preferidos, los de Ariyanas.

Por último citar a otro clásico de este eventos, el Chivite Colección 125 VT 2007 (95 pts), un estilo de moscatel diametralmente opuesto al malagueño, pero igualmente atractivo. Un gran vino siempre.

Bueno, pues a grandes rasgos esto nos dieron las 8 horas que pasamos en el evento, creemos que no mal aprovechadas. Posteriormente nos sentamos en El Quinto Vino, una clásica taberna de vinos madrileña donde dimos buena cuenta de su cocina casera con un Redoma blanco 2002 de Niepoort interesante, pero ya en el límite de su evolución. Más días como estos y no llegamos a los 40...

Un saludo y hasta la próxima,
Eugenio Sáenz de Miera Arnau (EuSaenz)