Blog de Eugenio Saenz

El cielo puede esperar


Sí, puede esperar, porque ya he habitado cerca de sus dominios, durante cuatro sorprendentemente frescos días de finales de mayo en Jerez, una de las grandes capitales vinícolas mundiales. Sí señor, hablamos de Vinoble 2008, quizá el evento que más ganas tenía de visitar y que por fin pude hacerlo en esta edición que conmemoraba su décimo aniversario y que contaba con Grecia como país invitado.

Resulta complicado el poder redactar un resumen de lo acontecido, especialmente porque tras cuatro jornadas completas de catas y más de 200 vinos probados siempre es difícil esquematizar y más teniendo en cuenta el nivel de la feria y de los vinos presentados, pero vamos a intentarlo de la forma más amena posible.

En primer lugar debo destacar el entorno y la organización. La feria se realiza en el recinto del Alcázar jerezano, un lugar lleno de historia y belleza que no hace sino estar a la altura de los vinos presentados. El recinto se divide en tres espacios principales que son el Palacio de Villavicencio ocupado en su planta baja y en la primera y los jardines árabes de San Fernando y El Molino. Los amplios puestos, las copas catavinos Riedel, la profesionalidad de los representantes de las diferentes bodegas y DO´s presentadas y el perfecto ritmo del personal de limpieza y organización consiguieron un dinamismo en las catas realmente excepcional en un evento de estas características. Además el tiempo acompañó, ya que la temperatura diurna no subía de los 20 grados, algo ideal para poder catar este tipo de vinos que suelen tener unas gradaciones alcohólicas altas o unos niveles igualmente altos de azúcares residuales.

Así pues, el entorno, la organización y la presentación del evento me resultaron sencillamente perfectas. Muy pocos contratiempos reseñables. ¿Y los vinos? Pues vamos poco a poco y por tipos de vinos catados. Reflejaré todos aquellos que más me gustaron, que son prácticamente todos los que probé.

VINOS TRADICIONALES ANDALUCES
Son sin dudarlo la razón de ser de este salón. Sólo con los vinos presentados ya sería uno de los mejores del mundo, ya que pudimos catar todos, absolutamente todos los grandes vinos del marco de Jerez y de Montilla. Hubo una serie de bodegas que presentaban su propio stand, pero sin duda el más interesante fue el del consejo regulador, en el que en unas cuantas mesas podíamos probar decenas de los más grandes vinos de la zona.

- Pérez Barquero: catamos su excelente Fino Gran Barquero, con mucha frescura y carácter, al Amontillado Gran Barquero que es uno de los vinos con la mejor RCP del mundo, limpio, profundo, largo y excelente, el PX de añada 2007, muy sustancioso y que nos muestra como es un mosto de PX y el PX La Cañada, un vino de gran vejez y profundidad, tremendamente equilibrado.

La traca final llega con las Soleras Fundacionales de 1905, tres de los mejores vinos del mundo. El Oloroso muestra una concentración brutal, llena de fuerza y persistencia. El Amontillado es casi perfecto, con una concentración sápida sublime y una nariz complejísima y el PX es sencillamente impresionante, en especial en su paso por boca que es seda pura. Grandísimos vinos. Una pena que haya tenido que venir un tal Jay Miller a decirnos que son extraordinarios.

- Alvear: la bodega más antigua del marco presentaba su Fino CB que como siempre estaba excelente, lleno de frescura y fragancia. Probamos además el Amontillado Carlos VII, un amontillado delicioso, de corte muy biológico y salino y sus PX. De estos últimos probamos su PX de añada 2005, muy esencioso y frutal, el Solera 1927 de excelente equilibrio y siempre gratificante, el Cosecha 2004 que es el PX de añada con algo de paso por madera, un vino de gran interés y prestancia y por último el Reserva 1998, un excelente PX lleno de matices y equilibrio entre juventud y vejez. Una verdadera golosina.

Por desgracia no pudimos catar su excelso PX Solera 1830, pero tengo una botella en casa para cuando la ocasión lo requiera. Para mí es el más grande de todos los PX catados hasta el momento.

- González Byass: una de las grandes bodegas de Jerez presentaba toda su gama de vinos, aunque nos dedicamos a probar los más exclusivos comenzando por las añadas. Presentaban el Palo Cortado 1978 y 1979. Si ya el 79 me parece casi perfecto, el 78 debo decir que lo es, porque me pareció incluso mejor. Vinos que se acercan a la perfección por su equilibrio entre fuerza y delicadeza. Fuera de cata, presentaban la añada 1986 que también es un Palo Cortado y también sigue las excelsas directrices de sus antecesoras. Puede que se la próxima en comercializarse.

Como vinos todavía más exclusivos presentaban el Oloroso Millenium que es una mezcla de las 10 mejores añadas del siglo XX que fueron 1902, 1917, 1923, 1935, 1946, 1957, 1962, 1977, 1983 y 1992. Un vino sencillamente estratosférico. Y en la exclusiva cata de los vinos más viejos de Jerez, sacaron una de las mayores rarezas existentes, el Amontillado 4 Palmas Solera 1871. Recomiendo fehacientemente la cata de estos vinos a todos aquellos que creen que la perfección no existe.

- Pedro Romero: de esta gran casa de Sanlúcar probamos su Manzanilla Aurora Pasada y en Rama, un pequeño tesoro que por desgracia es complicado de encontrar y su gama Prestige 50, sus vinos más viejos todos ellos con una media de edad de unos 50 años. El Amontillado es fantástico, con una gran persistencia y una enorme nariz, el Palo Cortado es mi favorito, un vino de enorme concentración y potencia y por último el oloroso, que resulta un vino de tremendo carácter. Excelente serie de vinos viejos.

Además y debido a su reciente adquisición de Gaspar Florido catamos un 25-GF Jerez Viejísimo, vino sin catalogar y que me recordaba más a un oloroso. Es un vino muy viejo que se muestra con toda la fuerza y complejidad que esperas de estos vinos. Una copa de meditación, aunque no resulta un vino en absoluto sencillo. Para la galería de los más grandes.

- Paternina: para mí una de las sorpresas en cuanto a vinos de Jerez sobre todo por su tres vinos VORS, enormes los tres. Hablo del Amontillado Fino Imperial, una verdadera maravilla de amontillado. Profundo, fino, elegante, persistente. Buenísimo. No le anda a la zaga el Oloroso Victoria Regina. Un oloroso de fábula. Y el PX Vieja Solera resulta igualmente fabuloso, con una nariz de enorme complejidad y una boca realmente encantadora. Gratísima sorpresa en especial el amontillado que no tardaré en incorporar a mi bodega.

- Hidalgo – La Gitana: otra gran casa de Sanlúcar, de la que obviamos la manzanilla Pasada Pastrana que ya le hemos probado en múltiples ocasiones. Catamos sus vinos viejos comenzando por un Jerez Cortado Wellington VOS, un Palo Cortado de 20 años que muestra una gran redondez y estructura. Continuamos por una verdadera sorpresa que es un Oloroso de Añada 1986, embotellado en 2007. Redondo, sabroso, largo y complejo. Me gustó mucho. A pesar de que el presente y el futuro de Jerez pasa por el método de soleras y criaderas, este vino junto con los de González Byass o las míticas añadas de Williams & Humbert hacen que los generosos de añada sean un mundo cada vez más a descubrir.

Seguimos con el Amontillado Napoleón VORS, de gran elegancia, muy seco y persistente, el Oloroso Faraón Viejo VORS, vino de gran carácter, potente y amargoso y por el Palo Cortado Wellington VORS, un enorme vino lleno de fuerza y elegancia, con múltiples matices. El ínclito Jay Miller le otorgó 97 puntos. Me parecen muy pocos. ¿Está mejor el Contador 2005 -100 puntos y por cierto un gran vino- que esta maravilla? Rotundamente no. Magnífica gama de vinos viejos

- Toro Albalá: la tercera gran casa de Montilla-Moriles (junto con Alvear y Pérez Barquero) presentaba una gran selección de sus PX que catamos concienzudamente. Comenzamos eso sí con su Fino Eléctrico del Lagar, uno de esos finos que hay que conocer. Fresco, rico, largo y profundo, uno de los mejores. Completamos los vinos secos con el excelente Amontillado Solera 1922, un tremendo vino de gran complejidad y finura, con una inmejorable RCP. Su gama de PX la iniciamos con el Don PX 2005, un PX de añada que se muestra esencioso y largo, rico y muy denso. Seguimos con el Don PX Gran Reserva 1979 que al igual que otros anteriores se muestra como el más equilibrado de la casa. Tiene vejez y complejidad, pero no está exento de un ligero frescor.

De sus PX de más alta gama catamos lo que no conocíamos previamente, que fueron el Don PX Convento Selección 1959 y el Don PX Ginés Liébana 1910. Dos impresionantes vinos por su tremenda singularidad, ofreciendo una nariz única en un PX. Aromas de sacristía y boca realmente armónica y profunda, con un dulzor casi inexistente. Me recordaron ambos al increíble Marqués de Poley 1945 que caté hace ya un tiempo. Incluso el Ginés Liébana me resultó superior, a la altura de los más grandes PX que he catado.

- Emilio Lustau: esta es desde siempre una de mis casas favoritas tanto en su faceta "normal" como en la de almacenista. Comenzamos con uno de mis finos preferidos, el Puerto Fino. Un fino con profundidad y complejidad pero sin perder un ápice de frescura. Continuamos con el Amontillado VOS, un vino potente, poderoso, largo y difícil, pero con mucho misterio. De esta serie VOS catamos también el Oloroso y el Palo Cortado. Ambos muy poderosos, tremendamente secos y profundos, vinos de una enorme seriedad y estructura.

Por último probamos el Oloroso Pata de Gallina de Almacenista, un fantástico vino lleno de matices y fuerza. Magníficos vinos los de este productor.

- Barbadillo: la más grande bodega sanluqueña nos presentaba una enorme gama de vinos. Elegimos primero la Manzanilla Solear que venía fantástica, llena de frescura y notas biológicas. Nada comparado claro con la enorme Manzanilla en Rama saca de Primavera 2008. ¡Grandísima! Una de las mejores manzanillas que podemos encontrar en el mercado. Salina, profunda, fantástica. De sus vinos viejos catamos el Palo Cortado Obispo Gascón que en numerosas ocasiones he señalada que tiene una de las mejores RCP del mundo, el Palo Cortado VORS, uno de los mejores que podemos encontrar, lleno de matices y finuras y el Oloroso Dulce VORS con el punto justo de PX para que fuese sólo ligeramente abocado. Realmente bueno.

Pero uno de los mayores momentos de Vinoble para mí fue cuando pude catar las cuatro Reliquias. ¡Vaya vinos! El Amontillado era el único que conocía. Enorme amontillado, largo y profundo, pero con una finura que conquista. El Oloroso es su contrapunto, vino de gran poder y potencia, quizá al límite de su vejez. Y el Palo Cortado, ¡ ay el Palo Cortado! Un vino realmente estratosférico que continúa el viaje iniciado con Obispo Gascón y seguido por el VORS. Un vino que si no representa la perfección, se acerca muchísimo a ella. Y por último el PX un grandioso PX, personal, largo, voluptuoso y sustancioso. Uno de los grandes sin duda.

Como siempre impresionante la gama de Barbadillo, una de mis favoritas.

- Rey Fernando de Castilla: junto con Barbadillo y Valdespino fue una de mis visitas el pasado diciembre y por tanto estuve unos buenos ratos con Andrés Soto y Jan Pettersen. Probamos su Fino Clásico que nos pareció excelente por su frescura y matices casi frutales. Un verdadero zumo de flor. De su gama Antique ya hemos hablado en otras ocasiones. Su calidad está fuera de toda duda. El Fino es uno de los mejores, un fino de los de antes, corpulento y poderoso pero con gran elegancia. El Amontillado es una delicia por su carácter biológico y suave. El Oloroso es un punto perfecto de equilibrio por su balance entre frescura y complejidad. El Palo Cortado es mi favorito y uno de los grandes. Profundo y complejo. Y el PX es seguramente el mejor en su rango de precios. Un encanto de vino.

Esta es sin duda una de las bodegas que mejor trabajan en la actualidad en la zona.
- Garvey: la bodega de Ruiz Mateos presentaba también una completa gama que iniciamos con el Fino San Patricio que nos gustó mucho por su frescura y carácter, nada que ver con algunos embotellados anteriores que han sido decepcionantes. ¿Un salto de calidad? Esperemos. De su serie especial de Sacristía probamos el Palo Cortado Jauna, vino de gran profundidad y redondez, el Flor del Museo Cream, uno de los mejores creams que he probado, de gran elegancia y con un toque ligeramente abocado y por último el PX Gran Orden, un PX limpio, complejo y sustancioso, uno de los buenos PX jerezanos. De gran nivel los vinos de esta serie.

- El Maestro Sierra: una pequeña e interesante bodega familiar de la que tenía ganas de probar sus vinos viejos. Comenzamos con el Fino El Maestro Sierra, un fino de corte comercial pero elaborado con la máxima calidad. Con carácter y frescura. Continuamos con su extraordinaria serie de vinos viejos con el Palo Cortado, vino de excelente equilibrio gustativo y organoléptico. Después probamos un extraordinario vino, el Amontillado 1830 VORS, un pequeño tesoro que merecía la pena disfrutar con la máxima concentración.

Completamos esta fabulosa serie con el Oloroso Viejo 1/14, un vino redondo y realmente encantador, el Oloroso Extra Viejo 1/7, que sin duda pertenece al reducido grupo de los grandes vinos mundiales, un verdadero torrente de complejidad y misterio y por último el PX Viejísimo El Maestro Sierra, uno de los PX más fascinantes que podemos encontrarnos, porque con sus 10º de alcohol es de una suavidad máxima en boca pero sin perder un ápice de concentración y fuerza. En nariz, una verdadera joya.
Una bodega familiar con una serie de vinos de primer nivel. Figura en mi calendario de próximas visitas.

- Vinos del stand del consejo regulador: aquí pudimos catar varios vinos de bodegas que no contaban con puesto propio. Entre ellos destaco el Amontillado Quo Vadis de Delgado Zuleta, quintaesencia del amontillado viejo sanluqueño, los vinos de Emilio Hidalgo comenzando por el monumental Fino Especial La Panesa, y continuando con el Amontillado El Tresillo 1874, de una de las soleras fundacionales de la casa, pura finura, elegancia y distinción y finalizando con el Palo Cortado Privilegio 1860, otra de sus soleras fundacionales y un Palo Cortado brutalmente complejo y organolépticamente salvaje.

Aquí también probamos los VORS de Valdespino que ya tuvimos la suerte de catar de la solera el pasado diciembre. Y aunque los embotellados no llegan al mismo nivel, este sigue siendo estratosférico. El Amontillado Coliseo es uno de esos vinos que estremecen. Fuerza, complejidad y persistencia. Algo similar ocurre con el Palo Cortado Cardenal. El Oloroso Soleras de su Majestad es una cumbre en estos vinos y el PX Niños es otro de los más grandes. Su nariz es legendaria. Su paso por boca escalofriante. Cuatro enormes vinos, aunque nos faltó la gran estrella, el Moscatel Toneles, para mí el más grande de todos los vinos que he probado.
De Gil Luque y su extraordinaria serie "De Bandera" catamos el PX que es el que me faltaba. Sigue la línea de gran calidad de sus hermanos de gama. Excelente vino.

Y de Osborne, pudimos catar con la tranquilidad y el respeto que merecen los cinco vinos que integran la inigualable serie "Rare Sherry". Son el Amontillado Solera AOS, un tremendo amontillado pleno de fuerza y carácter, el Oloroso BC200 para mí el mejor de la serie, un vino brutal, uno de los mejores olorosos secos que existen, el Palo Cortado P triángulo P, una maravilla de Palo Cortado ligeramente abocado y profundísimo, el Oloroso Dulce Solera India un vino de antología por su equilibrio y garra y por último el PX Viejo, uno de los PX jerezanos más grandes, denso, potente, sustancioso, largo y ante todo delicioso.

Cinco vinos que sin duda están entre los más grandes mundiales por derecho propio.

Como vemos la selección de vinos tradicionales andaluces no tuvo ningún desperdicio y fue de verdadero nivel, dejando pequeño el elenco de vinos dulces y fortificados que se presentaron a parte. Cada vez me confirmo más en que estos vinos en el cuerpo a cuerpo destacan sobre todos los demás. Son inigualables. Pero afortunadamente hubo mucho más y muy bueno que probar. Vayamos con ello.

OTROS VINOS FORTIFICADOS

Fuera del ámbito de los vinos tradicionales andaluces, el mayor grupo de vinos fortificados correspondía a los Oportos.

- Instituto dos vinhos do Douro e do Porto: el instituto se presentaba en un amplio salón del Palacio de Villavicencio. Durante los cuatro días pudimos catar una serie de vinos de los cuales los de mayor interés fueron el Vintage 2004 de Caves Vale Rodo, un vintage muy accesible y con clase, iniciando ya su período de cerrazón. De Niepoort cabe destacar un Colheita 1998, un vino lleno de finuras y potencia, aunque un poco alcohólico en nariz y el Vintage 2005, un vino que ahora es un potro desbocado pero que dentro de 20 años será enorme y compensará la paciencia de su poseedor. Catamos también un LBV 2001 de Quinta do Infantado muy equilibrado, con fuerza y frescura.

Capítulo aparte merece Quinta do Noval, quizá el más grande productor de Oporto. Catamos un interesante y ligero Tawny de 10 años, un maravilloso Colheita 1995 redondo y profundo y el Vintage 2003, un vino enorme, el mejor vintage presentado en Vinoble y que será un vino muy grande. También añado a la lista un Kopke Colheita 1996, de un productor que no conocía y que resultó extraordinario, en la línea de los buenos colheitas.

- Sogrape Vinhos: de este gran productor se presentaron vinos de Sandeman y Ferreira. De esta última probamos los Tawnys de 10 y 20 años. Muy buenos los dos, en especial el segundo, donde ya se advierte una clase enorme. Catamos también un Vintage 2000 muy accesible y redondo, un vino que ya puede consumirse y que seguirá evolucionando durante muchos años más.

De Sandeman probamos los Tawnys de 10 y 20 años, ricos, profundos y equilibrados, en especial el segundo que me pareció excelente. Además probamos un Vintage 2000. clásico y accesible, de muy buena calidad. Sorprendentemente, los vintage del 2000 como pude comprobar en una reciente cata, se muestran ahora muy redondos, aunque todavía debería esperarse unos años para ser abiertos.

Hubo buenos oportos en general, aunque esperaba algo más, sobre todo algún vintage o colheita con más años y algún tawny de 30 o 40 años.

VINOS DULCES NACIONALES
Muchos y destacables los representantes en esta categoría donde observamos que cada vez se van haciendo las cosas mejor en España.

- CRDO Málaga y Sierras de Málaga: de esta DO catamos varios moscateles de la Axarquía. Comenzamos con los vinos de Bentomiz, el Ariyanas Dulce 2006 que está espléndido y fresco, mostrando una fina mineralidad y el Ariyanas Dulce 2004 que nos mostró lo bien que evolucionan estos vinos en botella con su curioso tapón de cristal. Después catamos el fabuloso Ariyanas Terruño Pizarroso 2005, un vino lleno de terroir y finuras, sin duda uno de los grandes moscateles nacionales.

De Jorge Ordóñez catamos sus 3 cuvées, a saber el Nº 1 Selección Especial, el Nº 2 Victoria y el Nº 3 Viñas Viejas. Realmente buenos los tres, cada uno incrementando la concentración de azúcares. Para mí, el Nº 2 representa el equilibrio perfecto. Nos dieron a catar también su última joya, un Nº 4 con más de 500 g/l de azúcar. Un TBA malagueño que se mostraba muy accesible por su buena acidez. Este vino dará que hablar.

Por último probamos también los vinos de Telmo Rodríguez, el MR 2006 y el Molino Real Mountain Wine 2005. Más equilibrado el primero. El segundo es muy bueno pero en mi opinión no llega al nivel de los anteriores.

Sin duda, la Axarquía malagueña es la comarca donde mejores vinos dulces de moscatel se elaboran en España. Se trata de un fantástico terruño que todavía tiene que dar mucho más.
- Gutiérrez de la Vega: este fantástico productor alicantino presentaba su gama de moscateles, de los que sólo probamos La Diva 2006, una excelente expresión del moscatel mediterráneo. Además probamos tres vinos tintos que resultaron excelentes, el Recóndita Armonía 2006, un tinto dulce de monsatrell muy redondo y fresco, el Fondillón 1998, un vino fantástico, de los mejores fondillones que he probado, y sobre todo un Fondillón 1987, una pequeña maravilla que me recordaba a un Oporto Vintage por su fuerza y profundidad.

No tenía dudas sobre la calidad de los moscateles de este productor, pero sus tintos me fascinaron, siendo de los mejores vinos presentados. El problema es que los fondillones están muy caros sobre todo comprándolos con otros similares.

- Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria: buena representación de vinos dulces canarios, como destacable la Malvasía Clásica de Domínguez, muy floral y con buena acidez, la Malvasía dulce El Grifo, un vino siempre redondo, fresco y varietal, el Humboldt Tinto Dulce 2001 de Insulares Tenerife, con un gran balance entre dulzura y acidez y el Humboldt Vendimia Tardía 2005, un curioso vino de la variedad Listán Blanco, muy cítrico y mineral.

Dos curiosidades más, un Bermejo Malvasía elaborado por el método de soleras y criaderas realmente bueno y sustancioso y el Mozaga Solera 75, un moscatel licoroso que ha pasado 33 años de crianza y que se mostraba profundísimo. Todo un mundo los vinos dulces de Canarias, todo un mundo a descubrir.

Nos dejamos algunos vinos en el tintero pero más que nada por el gran número de bodegas extranjeras presentadas, vinos que siempre son más difíciles de poder catar. No obstante y como he dicho, creo que cada vez se van haciendo las cosas mejor. Hay grandes vinos dulces en España.


VINOS DULCES EXTRANJEROS


Gran representación extranjera en Vinoble, imposible catar todo así que nos ceñimos a vinos de calidad contrastada y a otros curiosos y que resultaron en casi todos los casos excelentes.

- Suiza: el país helvético presentaba un buen número de vinos valesanos, donde la botritis hace de las suyas, obteniéndose vinos realmente interesantes. Lo más destacable fue un Ermitage Grain Noble 1999 de Denis Mercier, quizá el mejor productor suizo, un vino realmente bueno y muy personal. Otro gran vino es el Assemblage Grain Noble 2005 del Domaine des Monzuettes, un delicioso néctar con un gran balance entre dulzor y acidez. Destacables además el Assemblage Poliymnie 2005 de Domaine des Musses, elaborado con Malvasía y Marsanne y muy agradable en la boca y un Malvoisie Fletrie Grain Noble 2000 de Philippoz Frères, una fragante malvasía llena de encanto y equilibrio.

Una sorpresa estos vinos suizos por su excelente balance entre dulzor y acidez y por sus notas de botritis muy controladas, que no predominaban sobre las varietales. Lástima que no lleguen a España.

- Austria: importante el número de vinos austríacos presentados. No son los vinos que más me gustan pues suelen tener un cierto predominio de toques botríticos sobre los varietales, quizá sólo destaco dos de ellos, un Chardonnay TBA 2004 de Sepp Moser y un Prestige TBA 2005 de Lenz Moser. Mejor eso sí el primero, con más acidez y toques frutales en boca. No terminan por convencerme del todo los vinos dulces austríacos, ni siquiera los del desaparecido Alois Kracher, aunque alguno de sus TBA sí que lo han hecho.

- Tokaj: destacables los vinos de tres bodegas. En primer lugar los de Patricius, de los que catamos los Aszú de 4 puttonyos 2000, Aszú de 5 puttonyos 2000 y 2002 y Aszú 6 puttonyos "Bendecz" 2000. Magníficos los cuatro y en especial el último, producto de un solo viñedo. Vinos todos ellos de gran calidad y fino dulzor compensado por una acidez muy bien integrada.

Catamos también los vinos de Oremus, el Late Harvest 2005 de moderado dulzor y buena frescura y el Aszú 5 puttonyos 2000, profundo y con gran clase. Por último destacar los vinos de Hetzsölö de los que probamos su Aszú de 3 y de 6 puttonyos, dos vinos magníficos cada uno en su estilo y sobre todo un impresionante Aszú Szcencia 1993, uno de los mejores vinos catados en la feria, un prodigio de complejidad, misterio y profundidad, un vino realmente enorme e inolvidable.

- Roussillon: nutrida la representación de esta zona del sudeste francés y en la que tengo que profundizar más pues no son muchos los vinos que he probado. Catamos los vinos de Banyuls del Domaine du Tragnier, comenzando con el Banyuls Rimage 2006, muy frutal y agradable, con buena acidez, el Banyuls Blanc 2006, un curioso vino denso y concentrado con mucho azúcar y cuerpo y por último un Banyuls Grand Cru Hors d´Age 2003, gran vino de corte oxidativo, rico y gratificante. Muy buenos vinos mediterráneos elaborados con Garnachas tintas y blancas y Cariñena.

De la AOC Maury catamos dos vinos del Domaine Pouderoux, un Maury Vendange 2006, equilibrado, frutal y largo y un Maury Hors d´Age tremendamente complejo y elegante. Dos excelentes expresiones de la garnacha vinificada en dulce. Como curiosidad probamos un Vila Rivesaltes Vieux 1978 del Domaine Vila, una pequeña maravilla diferente a todo, enorme de complejidad y longitud, un vino de carácter oxidativo. Realmente bueno, de lo mejor catado en la feria.

De la AOC Muscat de Rivesaltes probamos tres vinos de Vignobles Dom Brial, el Muscat 2007 limpio y varietal, un excelente vino elaborado con Moscatel de Alejandría y de Grano Menudo, el Château Les Pins 2007, fragante y fresco y por último un Château Les Pins Rivesaltes Ambré 2000 una sorpresa de vino elaborado con Garnacha blanca y Macabeo con crianza de dos años. Vino realmente curioso y diferente. Por último catamos un Dom Brial 2000, un tinto dulce de Garnacha con cinco años de crianza muy interesante.
Muy buenos por tanto los vinos del Rousillon, una zona que en la que voy a profundizarme en los próximos meses.

- Alsacia: se presentaron dos bodegas con numerosos vinos, Louis Sipp y Seppi Landmann. Probamos vinos sólo de la primera destacando el Gewurztraminer Grand Cru Osterberg Vendages Tardives 2005 y el Gewurztraminer SGN 2005. Pura expresión de terroir y mineralidad en ambos y una fina presencia botrítica en el segundo. Debería haber dedicado más tiempo a este productor que me pareció muy interesante.

- República Checa: había un buen numero de vinos de este país centroeuropeo en cata. Por mi desconocimiento de estos probé únicamente tres vinos seleccionados por el responsable del stand y lo cierto es que me gustaron. De Winery Baloun probamos un Rulandské Sedé 2007, vino semiseco de Pinot Gris muy ligero y agradable y un Tramín Cerveny 2007 de la uva Gewurztraminer botritizada con muy buena definición varietal. Además probamos un Slamové Tramín 2003 VT muy parecido al anterior con algo más de madurez. Vinos todos ellos interesantes de un país que seguro que irá deparándonos sorpresas con el tiempo.


- Loira: no había muchos vinos de la cuenca bañada por el gran río francés que tiene en sus orillas varias de las mejores zonas de vinos dulces del mundo. Solamente encontramos tres vinos de Coteaux du Layon de Patrick Badouin que fueron un Les Bruandieres 2004 elegante y discreto, quizá muy austero, un SGN 1999 fantástico, denso y concentrado, con demasiada botritis quizá, pero excelente y finalmente un Maria Juby 2004, una selección del anterior que resultó extraordinario, con todo lo que esperas de estos enormes vinos, donde la chenin blanc alcanza su máxima expresión aun en calidades dulces.

- Isla de Elba: el Consorcio di Tutela presentaba una serie de vinos de esta isla italiana bañada por el mar Tirreno. Son vinos passitos, de uvas pasificadas después de la vendimia. De Azienda Acquabona probamos un Aleatico dell’Elba DOC 2005, limpio y complejo, equilibrado y de excelente balance. Una sorpresa. Vino elaborado con la uva Aleatico y con 18 meses de crianza. De Azienda Agrícola Le Sughere catamos L’Eslio 2007, un passito de Aleatico ligero y muy rico.

De la Azienda Agrícola Mola probamos el Rosso Mola Aleatico dell’Elba DOC 2006, fragante y armonioso, rico y diferente y el Bianco Mola Moscato dell’Elba DOC 2006, un moscatel pasificado con un año de crianza tremendamente personal y con notas oxidativas, pero sin perder carácter varietal.

Gratísima sorpresa los vinos de esta isla italiana, en especial los tintos dulces pasificados de la uva Aleatico. Dignos de ser probados.

- Canadá: muchos vinos canadienses en la feria, en dos stand diferentes. De la distribuidora Perea catamos los vinos de Inniskillin comenzando con el Inniskillin Vidal 2006, un excelente vino de hielo de la variedad híbrida Vidal, con un paso muy agradable y una limpia nariz y siguiendo con el Inniskillin Riesling 2006, un enorme icewine que denota todo el potencial de la reina de las uvas blancas, con una finísima acidez en boca. Probamos también un Inniskillin Cabernet Franc 2006, curioso vino tinto de hielo pero con una nariz demasiado frutal, y un verdadero vinazo, el Inniskillin Vidal Sparkling 2005 un espumoso de hielo impresionante, un espectáculo de vino. Su paso por boca con ese finísimo carbónico es para recordar. De lo mejor de la feria.

En el stand dedicado a otras bodegas canadienses probamos un Paul Bosc Riesling Icewine 2004 fragante y mineral, realmente bueno, un Pelee Island Winery Icewine Vidal 2005 de gran balance y contenida dulzura y por último un curioso Pilliteri Estates VQA Cabernet Franc Icewine 2004, muy fragante y curioso aunque con muchas notas de mermeladas en nariz.

Mucho y muy bueno lo traído del Canadá, todo un paraíso para los vinos de hielo.

- Sauternes/Barsac: entre que no soy muy amigo de los Sauternes y que no había mucho que catar (las catas de Château d’ Yquem eran con rigurosa invitación) solamente probé dos vinos, un Château Lamothe Guignard 2002 y un Château Lamothe Despujols 2003. Sin sorpresas, interesante vinos ambos con todo lo que esperas de un Sauternes. Estaban muy buenos, pero a estos vinos les falta acidez para mi gusto.

- Alemania: el amigo Michael Wöhr se presentaba con 17 vinos que catamos, como bien se merecen, despacito y a primera hora.

De Clemens Busch presentaba dos vinos Auslese, el Vom Roten Schiefer 2006 y el Fahrlay 2006, ambos con buena fruta y complejidad y un BA, el Falkenlay 2006 potente y equilibrado. Este es un productor del Mosela que no figura todavía en su portfolio.

De Dr Bürklin Wolf catamos el Scheurebe BA 1988, una uva cruce entre riesling y Sylvaner. Maduro y elegante, fantástico. De Emrich-Schönleber probamos su Halenberg BA 2003, un vino brutal lleno de matices y redondez, de lo mejorcito que se presentó. De mi idolatrado Fritz Haag pudimos probar un Juffer-Sonnenuhr Auslese GK 2003 mineral, largo y muy elegante, que hace honor al estilo de este elaborador.

Continuamos con Bassermann Jordan y su Deidesheimer Mäushölle BA 2003, concentrado, denso, joven y espectacular. De Georg Breuer, un grandísimo Berg Schlossberg Auslese GK 2003, prodigio de equilibrio y balance entre dulzor y acidez. De Grans Fassian, un enorme Eiswein GK 1992 en perfecta madurez y que nos encantó por su franqueza. De Heymann-Lowenstein probamos el Uhlen Rothlay Auslese 2006, muy joven pero con una gran mineralidad y fragancia y una deliciosa acidez en boca.

La fiesta continuó con el Muskateller Godram Münzberg BA 2003, de Okonomierat-Rebholz, un moscatel muy rico y varietal. Nada que ver con los riesling pero igualmente muy bueno. De Peter Jakob Kühn probamos el Mittelheim St Nikolaus Auslese 2004, profundo y fino, de una magnífica acidez en boca. De Reichgraf Von Kesselstatt, un Eiswein Kaseler Nieschen 2002 que nos encantó por su finura y su acidez. Otro gran vino fue sin duda el Wittmann Albalonga TBA 2003, de una variedad híbrida de riesling. Vino de enorme concentración y profundidad, para guardar muchos años.

Terminamos con los vinos de Horst Sauer, un productor de Franconia (Franken) de los que probamos dos, un Escherndorfer Lump Sylvaner TBA 2006 demasiado potente quizá para mi gusto, pero con cierta frescura y un Escherndorfer Lump Riesling TBA 2006 que era otra cosa. La acidez de la riesling marca diferencias incluso en un TBA tan joven y denso.

Fuera del stand de Michael, los de Mundidrinks presentaban los vinos de Reichtrat Von Buhl, un productor del Palatinado (Pfalz). Probamos un Forster Spätlese 2006 y un Ruppertsberger Reiterpfad Auslese 2007, ambos jóvenes pero bien delineados, vinos sin duda de gran calidad.

Como vemos hubo una magnífica representación alemana que no nos perdimos, ya que hablamos de varios de nuestros vinos dulces favoritos, en especial los Auslese que es quizá el estilo que representa el equilibrio. No nos cansamos de ellos.

- Toscana: de esta gran región Italiana probamos los vinos de Petreto, vinos todos ellos de botritis. El Petreto IGT Pourriture Noble, elaborado con Sauvignon Blanc, Gris y Sémillon, es vino encantador con gran acidez y frescura. Una sorpresa de vino que nos dejó un gran sabor de boca. Lo recordaremos.

- Grecia: país invitado a Vinoble 2008, presentó una serie de vinos de gran interés por su calidad y por lo poco conocidos que resultan en España. De la Isla de Samos probamos varios vinos de la Union of Winemaking Cooperatives of Samos todos ellos elaborados a partir de la uva Moscatel de grano menudo. Comenzamos con el Samos Vin Doux 2007, vino fortificado y muy varietal, rico y fresco. Seguimos con el Samos Anthemis 2002 con cinco años de crianza y realmente bueno. Potente y sustancioso pero sin perder frescura. Después probamos el Samos Grand Cru 2007, ya sin fortificar y de enorme expresión varietal, el impresionante Samos Nectar 2004 con tres años de crianza y finamente encantador, para finalizar con el Samos Phyllas 2006, un vino de licor que procede de viñedos orgánicos, vino lleno de finuras y elegancia. Grandísima sorpresa estos moscateles de Samos.

Del archipiélago de Santorini probamos una serie de vinos igualmente magníficos. Son todos ellos Vinsantos de Santorini, elaborados con las uvas Assyrtico y Aidani pasificadas al sol. Comenzamos con un Vinsanto Roussos 1999, con cuatro años de crianza. Rico, redondo, complejo y de gran acidez. Magnífico vino. Seguimos con el Vinsanto Hatzdakis 2000, con seis años de crianza, más complejo pero manteniendo su frescura intacta, el Vinsanto Koutsogiannopoulos 2005, un vino fresquísimo con una excelente acidez y vivacidad y por último el Vinsanto Santowines 2003 con 4 años de crianza, una verdadera sorpresa por su longitud y su excelente estructura.

Debo confesar que salí encantado por los vinos griegos tanto los moscateles de Samos como sobre todo los passitos de Santorini de de verdad nos encantaron. Vinos que deben ser probados por todo amante de los vinos nobles. La pena es que no pueden encontrarse en España.

Como vemos la selección extranjera fue a todas luces extraordinaria con vinos que en muchos casos fueron una verdadera sorpresa por su calidad.

OTROS

En esta sección destacamos tres productos, los brandies de Fernando de Castilla, las Sidras de hielo de Neige y los Vermouths de Quady Winery.

Entre los primeros probamos la Solera Gran Reserva Especial Allier, un embotellado exclusivo para Lavinia que tiene como curiosidad la crianza en botas de roble francés y su "estrella", el Solera Gran Reserva "Único" que es uno de los grandes Brandies del marco, lleno de matices en nariz y de persistencia en la boca.

Entre las segundas probamos tres diferentes, la Frimas 2006, la Neige 2006 y la Neige Eternelle 2004. Muy buenas las tres con una logradísima acidez y una nariz que denotaba su inequívoco origen.

Y de los terceros destacar el vermouth rojo Vya Sweet y el blanco seco Vya Extra dry, dos magníficos vermouths californianos muy aromatizados y de gran longitud en boca, ideales como aperitivos.

Pero la fiesta no terminó aquí. El último día aprovechamos para visitar dos bodegas jerezanas que se encuentran sin duda entre mis favoritas y que son Bodegas Tradición y Emilio Hidalgo.

Muy pronto, a primera hora, nos estaban esperando para visitar Bodegas Tradición, una bodega relativamente reciente y que ha apostado por la comercialización de vinos viejos y Brandies selectos. Dirigida por José María Quirós, al que ya pude conocer en anteriores catas, creo que es un de las bodegas que más y mejor se han posicionado en el mercado de los vinos de calidad en los últimos años. El trabajo de selección de botas hasta llegar a formar su parque de vinos actual ha sido realmente extraordinario.

La bodega data del siglo XIX, es pequeña y está perfectamente restaurada. Todo está en su sitio y se cuidan mucho los detalles de decoración. Respiras ese ambiente especial que solamente emanan las clásicas bodegas jerezanas.

Tras un paseo por la nave donde se encuentran las botas tanto de los vinos de solera como las de añadas (José María me confirmó que de vez en cuando embotella algo de añadas bajo petición y a precios estratosféricos) vimos el artesanal sistema de embotellado, certificado y etiquetado.


La parte final fue obviamente la mejor y consistió en la cata de sus cuatro vinos, el Amontillado, Oloroso y Palo Cortado VORS y el PX VOS a parte de las escalas de formación del amontillado. Todas ellas eran muestras extraídas directamente de la bota lo cual da siempre un mayor atractivo a la cata. Ya he hablado en numerosas ocasiones de la gran calidad de estos vinos, en especial del Amontillado que es mi favorito, sin desdeñar al resto que son vinos de gran nivel.

Pero yo tenía unas ganas especiales de probar su Brandy Selección "Platinum". Este es un Brandy que procede de unas soleras muy viejas y que se embotella casi con cuentagotas. Su precio le hace por desgracia inalcanzable. Un Brandy realmente excepcional, con una nariz balsámica, sin apenas percepciones de alcoholes, complejo. Boca larga, amplia y persistente, que llena el paladar de sensaciones sápidas. Realmente impresionante.

Cualquier visita a otra bodega del marco terminaría aquí, pero en Tradición tenemos algo más, y ese algo más es la colección Joaquín Rivero. Es una de las mejores colecciones pictóricas privadas de Andalucía. Se muestra en una gran sala adyacente a la sala de catas. Pudimos contemplar obras de la pintura española desde el siglo XIV hasta el XX, con cuadros entre otros de Velázquez, Murillo, Lucas Jordán, Ribera, Goya o Julio Romero de Torres.


Lo cierto es que esos momentos, mientras contemplaba esta fastuosa pinacoteca a la vez que me recreaba en la increíble nariz y boca del Brandy Platinum, pasaron sin duda como uno de los mejores ratos que pude disfrutar en este Vinoble. Arte en la sala y arte en la copa. ¿Quién puede dar más?

Unas horas después concertamos una visita con Juan Manual Hidalgo para visitar la centenaria bodega de la calle Clavel. Juan Manuel es la quinta generación de la familia y la actual cabeza visible de esta bodega fundada el 1874. El edificio es muy antiguo y dentro se respira esa indescriptible tradición jerezana. Naves oscuras, botas muy viejas de varios tamaños, telarañas que forman una microflora. Podemos considerar a esta bodega como el López de Heredia de Jerez por ese halo misterioso

Juan Manuel es todo un apasionado y eso se nota en sus explicaciones y su forma de ver y catar los vinos. Venecia en mano nos estuvo guiando por las escalas del fino, desde el mosto hasta las soleras de "La Panesa", un fino casi amontillado que ya ha finalizado el ciclo biológico y que es sin duda uno de los más interesantes vinos del marco. Probamos varias botas que forman la solera de este vino observando la diferencia que hay entre ellas. Todo un mundo. Hablamos sin duda del "terroir" de Jerez.

Posteriormente fuimos catando soleras con amontillados, la del increíble por su precio Oloroso Gobernador y la del Amontillado El Tresillo, una solera de 1874, año de fundación de la bodega. Este es un amontillado realmente excepcional lleno de finuras y matices, un vino de antología.

Como traca final, Juan Manuel introdujo su venencia en la solera fundacional de un Oloroso que en breve van a comercializar en la línea de otras soleras fundaciones como son Privilegio 1860 (Palo Cortado) y Santa Ana 1861 (Pedro Ximénez). En las copas un líquido ambarino con destellos broncíneos, con una nariz escalofriante por su complejidad y potencia. Una boca perfecta por su equilibrio entre fuerza y finura. Una persistencia que se mide en minutos. Un vino que nos puso la carne de gallina. Uno de los mejores vinos del mundo. Su precio será estratosférico como el de sus primos hermanos citados arriba, pero los valdrá de sobra. Muy pocos vinos consiguen emocionarme y este oloroso lo hizo. Un grande de verdad.

Sin duda hablamos de un final inmejorable para este Vinoble 2008. Unas horas después, en el avión de vuelta a casa, cuando más cerca estuve físicamente del cielo, volví la vista atrás y reflexioné acerca de las emociones vividas durante esos cinco días por Jerez. No creo que haya una feria como esta en el mundo.


Impresionante Vinoble 2008. Nos apuntamos para el 2010.

Un saludo,
Eugenio Sáenz de Miera Arnau
(EuSaenz)
  1. #1

    MarioEstevez

    Eugenio,
    excelente reportaje. Me lo imprimo para leerlo con más tranquilidad -me has dejado como al chucho de Pavlov, babeando, ;-)-
    Por cierto, como curiosidad, llevas grabadora ;-)¡porque vaya memorión!.
    Conozco a Juan Manuel Hidalgo y tengo pendiente una visita a su bodega. Exelente persona y enamorado de los vinos de su tierra.
    Un abrazo,
    Mario.

  2. #2

    EuSaenz

    Gracias Mario,

    No, no llevaba grabadora, lo que pasa es que la organización te entregaba un catálogo con todos los vinos en cata (con fotos de las etiquetas incluidas). Un muestra más de la impresionante organización del evento. Facilitaba mucho el tomar notas de cata.

    Juan Manuel es un gran bodeguero y mejor persona. Me habló muy bien de ti, por cierto. Si tienes tiempo no dejes de ir a su bodega, la experiencia de probar vinos de diferentes botas servidos por su venencia botas es algo que no se olvida.

    Un saludo,
    Eugenio.

  3. #3

    anonimo

    Yo también me lo imprimo porque tengo el dedo jodio ya de tanto scroll.
    2 palabras ... IM-PREZIONANTE...


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