2007: Despedida y cierre
Este 2007 ha sido sin duda el año en el que más y mejores vinos he bebido. También ha sido el año en el que con mi mujer y dos de mis mejores amigos decidimos crear un grupo gastronómico llamado “Los Cuatro Apóstoles” que intentamos reunir una vez al mes alrededor de la comida y los mejores vinos cuyas reuniones reportamos en este blog. En fin, ha sido un año muy movido y con muchos momentos inolvidables.
Pasemos a resumir lo mejor de este etílico 2007 por tipos de vinos:
- Espumosos: Champagne Krug Vintage 1988. Un niño con cara de hombre o un hombre con cara de niño. ¿Quién sabe? Esplendoroso. Joven. Potente. Eterno. Lo tomamos en la terraza de Casa Luque (Nerja) en Julio.
- Fino/Manzanilla: Fino Macharnudo Alto, sacas 2006/2007. La cúspide de los finos. Excepcional. La evolución de la saca 2006 es prometedora y la saca 2007 no hace sino confirmar su nivel. Probado en varias ocasiones e incluso en la solera donde se desarrolla, en Valdespino.
- Blancos secos: Chablis Ravenau Grand Cru “Les Clos” 2000. La Borgoña blanca en su estado mas puro. Tremendamente estructurado pero fino y mineral como sólo llegan a ser estos vinos. Impresionante su equilibrio de registros. Tomado en la Bodega Cigaleña (Santander) en Octubre.
- Tintos: Vega Sicilia Reserva Especial “Unico”, lote de 1990. El más grande. Así de claro. Es el tinto más grande que he probado, con toda la fuerza, complejidad y elegancia que esperas del mito. Una mezcla de tres añadas con 40 años de antigüedad. Tomado en la Bodega Cigaleña (Santander) en Julio.
- Blancos dulces: Egon Müller Scharhofberger Riesling Spätlese 1994. Nada que ver con sus vinos jóvenes, con 13 años va desarrollando un bouquet que estremece por su inigualable combinación acidez-dulzor. Grandísimo. Tomado en la Bodega Cigaleña (Santander) en Junio.
- Vinos tradicionales andaluces viejos: Moscatel Viejísimo Toneles, Valdespino. Quizá lo mejor del año y de toda mi vida vinícolamente hablando. El vino perfecto porque lo tiene todo: potencia, elegancia, complejidad, persistencia, amplitud. De los pocos vinos de emoción. Tomado en la propia bodega en Diciembre.
- Vinos de licor o fortificados: dos Oportos Vintage, Dow´s Vintage 1980 y Taylor´s Vintage 1985. Dos vinos ya en plenitud con ese bouquet que sólo desarrollan estos vinos portugueses. Plenos de fuerza y de matices. De una persistencia infinita. Serán eternos. Tomados en la Bodega Cigaleña (Santander) en Octubre y en mi casa en una cata del grupo en Septiembre respectivamente.
Y el vino del año por todo lo que significó y la especial atmósfera que se creó a su alrededor fue quizá un Marqués de Riscal Reserva de 1925 que acompañado con mi grupo de cata nos bebimos en La Cigaleña el pasado mes de Junio.
¿Revelaciones del año? Las ha habido, pero por desgracia cada vez me sorprenden menos vinos. Ha sido un año de muchas confirmaciones de grandes vinos más o menos esperadas, pero no de muchas sorpresas, quizá las mas destacadas han sido:
En vinos nacionales los blancos de Can Rafols dels Caus (La Calma, Pairal y sobre todo el magnífico y personal Rocallís), el excelente Moscatel Ariyanas “Terruño Pizarroso” 2005 de Bentomiz que transpira como pocos ese fantástico terruño de la Axarquía y el Estrecho 2003 de Enrique Mendoza, una monastrell muy bien elaborada y estructurada.
En vinos foráneos me han sorprendido los de Schloss-Gobelsburg (Kamptal) por su excelente interpretación varietal y de terruño, los personalísimos tintos del Clos Rougeard (Saumur-Loira), los tintos borgoñones de Joblot (Clos de la Servoisine) por su excelente RCP y los cada vez mejores tintos del Douro portugués (Xisto, Pintas, Batuta, Charme, etc.).
Como bodega visitada del año, destacamos a Valdespino y Fernando de Castilla en Jerez, dos momentos para no olvidar que también pueden encontrase resumidos en este blog.
Y por último una mención especial por la consolidación de esa fantástica iniciativa, que capitaneada por Jesús Barquín y Eduardo Ojeda y conocida como “La Bota de…”, que comenzó siendo un reducido grupo de aficionados a los vinos tradicionales andaluces que estaba deseoso por probar tesoros olvidados, ha terminado convirtiéndose en una verdadera referencia contando con una pequeña distribución a nivel nacional y con excelentes calificaciones en la Guía de Peñín. A ellos sin duda mi reconocimiento como los “hombres del vino” del año 2007 por permitirnos conocer y disfrutar de esos tesoros.
El 2008 viene cargado de proyectos e ilusiones. Ojala puedan realizarse, siempre con salud.
Mis mejores deseos para todos los foreros y usuarios de Verema.
Eugenio Sáenz de Miera Arnau
(EuSaenz)